~CODIGO ENIGMA~

REGLAS

Era un tono de voz suave, una dulzura inesperada.
Pasaron el resto del descanso hablando de sus carreras soñadas, de libros aburridos y de la presión de encajar.
Simón no parecía llevar el peso del mundo en sus hombros; era solo un estudiante brillante y un poco reservado.
- jajajaja- había reído por un chiste de Jack que era bastante malo.

-Deberíamos hacer esto más seguido-, había dicho Jack, con una facilidad que ahora le parecía extraña.
-Podríamos salir a tomar algo, fuera de aquí-.
Simón asintió, su mirada cálida.
-Me gustaría. Dame tu número-.

Intercambiaron contactos. Un par de semanas hubo mensajes, algunas llamadas, risas compartidas por textos.

-Piensas mudarte casi al centro de Metroville para estar más cerca del trabajo?.Jack hablaba por teléfono con Simón.
-SI! Sería más fácil para mí, y que hay de ti ni creas que me pondré algunos de tus bocetos raros estás seguro de lo que querés emprender?-.

-Segurísimo, y ya verás algún día te jalare las patas mientras duermes-. La risa de Simón se extendió por la llamada algo que a Jack le gustaba oir bastante.
Siempre era lo mismo pequeñas reuniones,algo que un inicio fue como una coincidencia se hizo destino o eso pensaba Jack.
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Un día, Simón canceló una cita para el cine a última hora, con una excusa vaga.
Luego, los mensajes se hicieron más cortos, las respuestas más frías. El calor en su voz se enfrió.
Un día, Simón simplemente no espero a Jack en las salidas cosa que noto Jack en un intento de respuestas pudo notar como este se aparto bruscamente cosa que hizo a Jack sobre saltarse y cuando lo miró por última vez noto que aquellos ojos celeste de luz que alguna vez admiro incluso llegando a sentir algo se habían tornado un café fuerte nada propio de él,lo cual significó el inicio de algo que los fragmentos a ambos, Simón, dejó de responder por completo. Incluso Jack se dió cuenta tarde de que Simón se había cambiado de instituto.

Jack no era su estilo rogar. Lo había clasificado como "otro que se asustó de lo que no puede tener". Pero dolía.
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Fue donde empezó a juntarse y enfocarse más en lo que se dedicaría.
Pero entonces apareció alguien era una viva imagen de Simón, el cual él optó por reemplazar y así empezó su eterno juego de romances pasajeros noches de fiesta en fiesta, todos no importaba si era beta o Omega con tan solo cumplir con algún rasgo de aquel peli negro de cuál alguna vez deseo jamás apartarse vasto.
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El recuerdo se desvaneció, dejando a Jack con el pulso acelerado y un sabor amargo. No era repentino. No. Su mirada se fijó en la marca de su brazo, el rayo entrelazado con la cadena.

¿En qué momento fue que cambió todo?, lo Irónico es que ni te acuerdes de mí verdad?

No lo sabía entonces, pero era justo el momento en que los instintos de Enigma a Simón se hicieron presentes, volviéndolo más impulsivo y forzándolo a una vida de secreto para controlar sus poderes.

La calidez y el cariño inocente que una vez compartieron se habían enfriado por un miedo que Jack no podía entender.
La marca no era el inicio; era un reencuentro con un pasado truncado. Seis meses. Tres veces por semana. Ahora lo quería más que nunca.El contrato no era solo para borrar la marca; era para recuperar lo que habían perdido.

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Un día después:

Simón:

El restaurante era discreto, con luces suaves y mesas separadas por biombos -perfecto para una "reunión" neutral. Simón llegó puntual el jueves 7 pm, pidiendo una mesa en la esquina, Jack le había dicho el lugar y hora.