-Simón J. Paladino lleva una doble vida: Un abogado respetado y equilibrado.
Hasta que un Alfa rompe el equilibrio y despierta algo que Simón juró mantener oculto.
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"Código Enigma" - e...
Jack miró por la ventana de la cafetería, el pulso aún latiendo en sincronía con el de Simón. El contrato de seis meses. -tres veces por semana- resonaba en su cabeza como una promesa disfrazada. Se levantó, pagando su café con una sonrisa distraída, y salió a la calle.
Pero Simón ya no estaba. El alfa había desaparecido entre la multitud, dejando solo el eco de su aroma eléctrico en el aire. -Se escapó rápido, pensó Jack, con una mezcla de irritación y diversión. Decidió continuar su día.
Tenía una sesión de fotos para Lencerl'vuck en la tarde, y no podía dejar que esto lo distrajera. Subió a su auto, el brazo latiendo bajo la camisa, y condujo de vuelta a la oficina. El tráfico era un borrón; su mente estaba en esa tarjeta, en el roce de dedos, en lo que implicaría "equilibrar feromonas" durante rut compartidos.Al llegar, Elena lo esperaba en la recepción, brazos cruzados y ceja arqueada.
-Jefe, ¿dónde andabas? Marcus me dijo que tu "curiosidad profesional" era sobre Paladino. ¿Qué pasa? No eres de obsesionarte con abogados serios. Ese hombre... no lo tomabas en serio antes de verle la cara. ¿Qué le debes? ¿O es que te atrae de repente?-
Jack se detuvo, su respuesta fue breve. -No le debo nada, Elena. Es personal.
Ella levantó las manos, aceptando con un suspiro. -Está bien, está bien. Solo... cuídate. No quiero limpiar tus desastres emocionales.
Elena se alejó, pero Jack se quedó quieto, el comentario pinchando algo profundo. Se dirigió a su oficina, cerrando la puerta, y se sentó, frotándose el brazo donde la marca ardía. La pregunta de Elena lo había revuelto. -no era repentino. No del todo. Su mente retrocedió, un flashback golpeándolo como un recuerdo olvidado. -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-
Diez años atrás:
Jack, más joven, arrogante pero ingenuo, estaba en una conferencia interuniversitaria de marketing y leyes. No era el modelo estrella aún, solo un alfa con sueños grandes y noches libres. Se topó con él por casualidad en el área de refrigerios: Simón, solo en una esquina, con una calma serena que contrastaba con el bullicio.
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(La imagen es de un manhwa:'^)
No había feromonas intensas nada ni trabajos que los distanciara. -solo un alfa tranquilo, con ojos celeste grises suaves con una expresión serena estaba más pendiente leyendo una obra de partitura para un convocatorio de prácticas de leyes. No parecía cuadran con los demás del salón Hasta que Jack le ofreció una galleta.
-¿No te animas a socializar?- había preguntado Jack, con su carisma innato. Simón lo miró bajando las manos, y su sonrisa se amplió.
-Demasiado ruido para mí. Pero gracias por la galleta. No esperaba que alguien se acercara-.
