Existe una leyenda: aquel que posea el favor del Rey Dragón puede obtener poder, protección... o condenarse para siempre.
-Hush~, cállate, niño. No voy a hacerte daño... solo quiero que des a luz a mi hijo.
-¡A-Ah! ¿Q-Qué-?!
-A cambio, te daré una m...
Segunda parte porque ustedes lo pidieron y al cliente lo que pida 😜
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⭐️ El reclamo del dragón ⭐️
Jungkook no había dormido bien después de despertar con aquella moneda en su mesita.
La había guardado en un cajón, lo más profundo posible, intentando convencerse de que todo había sido solo un sueño... pero cada vez que sus dedos rozaban el metal, sentía un cosquilleo caliente subirle por los brazos, como si alguien acariciara su piel desde dentro.
Y cada noche, al cerrar los ojos, una voz suave lo llamaba:
"Descansa, niño mío... aún no es tiempo."
Pero una mañana, mientras iba camino a la universidad, justo al doblar una esquina, se encontró con una hermosa mujer, alta, cabellera negra y súper larga, y unos hermosos ojos azules. Nunca había visto una mujer tan bella.
Cuando estuvo más cerca de la mujer esta le sonrió casi de manera burlona.
—Así que tú eres el humano —susurró, como si resultara decepcionante—. Qué débil te ves.
Jungkook tragó saliva.
—¿Diaculpe?
Ella dio un paso hacia él. El aire se volvió frío alrededor.
—Yo debería ser la madre del heredero —susurró, inclinando el rostro de manera antinatural, como un depredador observando una presa pequeña—. No tú.
Un escalofrío helado bajó por la espalda de Jungkook.
—N-no sé de qué habla...
—Oh, sí lo sabes —la voz se volvió más dulce, como si fuera miel envenenada—. Te dio su semilla, ¿verdad? El favor del Rey Dragón. Su marca.
Ella extendió una mano hacia el abdomen de Jungkook. Este por inercia llevo su mano protectora mente a su abdomen bajo.
—Puedo sentirlo dentro de ti... latiendo. Pequeño, pero poderoso. El futuro heredero.
Jungkook retrocedió de inmediato.
—A-aléjese de mí...
La mujer rió.
—Los humanos son tan frágiles... No entiendo por qué él te escogió a ti.
—No lo escogí—respondió una voz detrás de ella.
La mujer se quedó rígida. Jungkook también. Una brisa cálida recorrió el cuerpo de pequeño doncel.
Jungkook lentamente giró su cabeza para mirar al dueño de esa voz. Y ahí se encontró con el hombre de sus sueños. Literalmente.
Era justamente como lo recordaba, sus cabellos perlados y ojos dorados más hermoso que había visto nunca. Una túnica cubría su cuerpo. Se sonrojó al recordarlo desnudó.
