Capitulo 2: "I find you everywhere"

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I find you everywhere



Nahiana POV's

Lunes. Escuela, igual a pesadilla y prisión. Me levanté de la cama perezosamente, fui directo al baño. Entré en la ducha, el agua recorría mi cuerpo cálido, haciéndome sentir nueva y limpia. Me puse mi ropa interior al terminar. Sequé mi cabello para que se armaran las ondas rebeldes, lo levanté mirándome al espejo, arreglé mi pequeño flequillo acomodándolo hacia un costado. Tomé el fijador con aroma y comencé a rociarlo por todo mi cabello, amaba ese olor a frutas y flores combinadas. Mi piel se erizó al instante al ver la maldita marca.

Maldije en mi cabeza, al ver la marca en mi cuello color rojizo-morado.

María tenía razón, no debíamos haber ido a esa fiesta. Más de una vez me había advertido, pero soy demasiado terca. Acomodé mi cabello tapando la marca con él. Salí del baño y busqué un poco de ropa en mi armario, una blusa suelta color beige, un short (el verano se acercaba, la escuela terminaba, pero la universidad decía Hola) y busqué a lado de mi cama mis vans color blancas. Lista.

—Idiota, María ya está abajo. —dijo con burla mi hermano del otro lado de la puerta.

Gruñí, decidí que era muy temprano para comenzar una pelea con Zach.

—Bien, dile que bajo en minutos. —le dije mientras guardaba mis libros en mi bolso.

—Dile tú. —dijo con arrogancia.

Volví a gruñí por segunda vez, abrí la puerta de mi habitación, pero antes tomé un par de mis zapatillas, miré a los costados buscándolo con mi mirada, sonreí con maldad al verlo. Le apunté y en segundos, ésta aterrizó justo en su cabeza.

«¿No que no querías comenzar una pelea temprano?» Me repuso mi conciencia con un tono burlón.

Salí corriendo directo a las escaleras, María me esperaba pensativa. La tomé por el brazo y salimos de casa, dirigiéndonos a su auto.

— ¿Problemas con Zach? —preguntó poniendo en marcha el auto.

—No. —negué con un sarcasmo que se podía notar a kilómetros. Ella rió, haciendo que me contagiara.

— ¿Aún no te traen el auto? —preguntó luego de varios minutos sin despegar la mirada del camino.

—No, desde que he sido una tonta en prestarle a Zach para que este idiota vaya a chocar el maldito poste de teléfono... no, aún no me lo traen. —contesté mirando el buzón de mi teléfono por mensajes nuevos.

—Las personas normales dejarían lo material por un lado y estarían más preocupadas por su hermano, no por su auto. —comenzó a decir ella con esa brillante sonrisa de mañana.

—Claro, ya lo dijiste, las personas normales. Yo soy una persona que está más preocupada por su bebé. —dije con una sonrisa, tomando mi bolso al llegar a la escuela.

Ella estacionó el auto y nos dirigimos hacia la entrada. Los alumnos comenzaban a entrar. Mi nombre comenzó a escucharse detrás de mi espalda, me di media vuelta para saber quién me llamaba tan desesperado.

Su cabello al costado, con su vestimenta del equipo de fútbol y esos ojos azules se notaban a kilómetros de distancia. Esa sonrisa hizo que mi piel se erizara.

Su respiración estaba algo agitada al hablar.

—Hola. —Saludó con una sonrisa sin despegar la mirada de mí. — ¿Por qué te has ido tan temprano de la fiesta?

DamagedWhere stories live. Discover now