¿Que ruta?
El aire olía a nervios mientras esperaban los formularios.
Jaks estaba junto a Hinata, quien sostenía su pergamino con manos temblorosas.
—Tú equipo lo hará bien -le dijo Jaks, sonriendo con esa calma que contagiaba-.
Tienen todo lo necesario: visión, rastreo y alma.
Hinata parpadeó sorprendida.
—¿A-alma?
—Sí. Aveces solo necesitas confiar en ti misma.—Jaks se encogió de hombros.
Hinata sonrió, leve.
Por primera vez desde que llegó, alguien la hacía sentir capaz, no observada.
Pero Jaks notó las miradas.
Un grupo de chicas cuchicheaba a pocos metros.
Risas disimuladas.
Y aunque Hinata parecía no notarlo, ella sí.
(Otra vez esa sensación... como si sobrara en cada lugar.)
Antes de poder pensar más, dos voces familiares irrumpieron:
—Oye, oye, Jaks -dijo Ino, con esa sonrisa que no sabía si era amable o venenosa.
Sakura venía detrás, cruzada de brazos.
—Tú estás en el equipo de Sasuke, ¿no? -preguntó
Sakura, directo al grano.
—Así es. -Jaks mantuvo el tono neutral.
—Entonces... -Ino ladeó la cabeza-, ¿cómo es?
—¿Cómo qué? -preguntó Jaks, aunque ya sabía a dónde iba eso.
—¡Cómo se comporta! -intervino Sakura, un poco más alto-.
Debe ser tan maduro entrenar con él, ¿verdad?
Jaks pestañeó.
Sonrió apenas, sin ironía.
—Es... un compañero más. -Hizo una pausa breve-. Aunque piensa demasiado, y eso a veces le pesa.
Ino soltó una risita.
—¿Piensa demasiado? ¡Ay, por favor!
Pero Sakura se quedó callada, como si esa frase le hubiera tocado algo.
Jaks no añadió nada más; solo se alejó con Hinata, dejando atrás las risas.
☬
Minutos después, frente a la muralla del Bosque, Anko daba las instrucciones.
Su voz cortaba el aire:
-Cada equipo recibirá un pergamino: Cielo o
Tierra.
El objetivo es conseguir el contrario... y llegar a la torre del centro.
—Ah, y un consejo -añadió con una sonrisa peligrosa-: traten de no morir.
Naruto tragó saliva.
Sasuke ajustó los guantes.
Jaks observó la extensión del bosque como si escuchara algo que los demás no oían.
☬
Una vez adentro, el silencio era otro tipo de ruido.
Los tres se movían rápido, pero la tensión flotaba.
—Tomemos el camino al norte -dijo Sasuke-. Menos riesgo, más visibilidad.
Jaks negó suavemente.
—Ahí irán los más confiados. Los fuertes.
Si queremos conseguir el pergamino rápido, hay que pensar como los débiles.
Tomemos el camino que se ve más "fácil".
Naruto frunció el ceño.
—¿Pensar como débiles? ¿Eso no es peligroso?
—Sí -respondió ella, con calma-. Pero haci evitaremos a los competidores más problemáticos.
Sasuke la miró, serio.
—Ese camino estará lleno de trampas.
—Las trampas se pueden ver. Los emboscadores, no -replicó Jaks.
El aire se volvió denso.
Naruto los miraba ir y venir, la cabeza girando entre ambos como en un partido de tenis.
—Ehhh... ¿podemos decidir antes de que anochezca?
Sasuke cruzó los brazos.
—Está bien. Si fallas, haremos lo que yo diga.
—Trato hecho. -Jaks sonrió, esa sonrisa afilada que escondía algo más.
☬
Y así, el equipo siete se internó por el camino más torcido.
Entre raíces, humedad y susurros.
Donde solo los que pensaban distinto sobrevivían.
Y mientras caminaban, Sasuke pensó -sin querer admitirlo-
que esa chica le daba más curiosidad que miedo.
†
