—Que patética. —susurró viendo cómo se concentraba en lo que escuchaba, ignorando su presencia.
Hizo muchas cosas, las ideas se le acabaron y con ello, también la valentía de acercarse a él. Sabía que era imposible llamar su atención.
Pero al menos, creyó que en un mes iba a poder tener una conversación normal con Sieun ya que eran conocidos, tal vez no amigos pero... pasaba dos malditas horas a su lado toda la semana.
Tal vez... solo tenía que rendirse. Después de todo, sus intentos fueron muy torpes, ella no podía hablarle a Sieun con normalidad, su voz temblaba siempre. ¿Cómo esperaba que con eso él quisiera hablarle de algo más que no fueran ecuaciones?
—¿Entendiste lo que acabo de decirte? —su voz interrumpió sus pensamientos y volteó a verle confundida.
Dos meses. Ahora ya llevaban dos meses así.
—¿Mm? P-Perdón Sieun —se disculpó. —, esta vez no estaba prestando atención. —musitó avergonzada.
Cerró los ojos con fuerza y maldijo por lo bajo. Casi nunca le había sucedido pero últimamente la presencia de Sieun la ponía más nerviosa de lo normal, tenerlo cerca estaba ocasionando que más sentimientos se desarrollaran por él.
—Tu responsabilidad es prestar atención. No me hagas perder el tiempo y tampoco pierdas el tuyo. —siseó con una expresión neutral.
Ella lo vio y cuando sus ojos hicieron contacto visual, tragó saliva y se levantó abruptamente de su lugar.
—Lo sé, creo que hoy no me siento muy bien, no volverá a pasar, lo juro. ¿Podemos dejarlo por hoy? —pidió.
Sieun suspiró hastiado.
—No. Llevamos una hora, son dos al día.
—Sieun, ¿no te sientes cansado de estarme enseñando casi toda la semana? —ella no, solo que le era difícil controlar lo mucho que le gustaba.
Él giró la silla para verla y tardó en hablar.
—Me sirve también a mi como práctica. —murmuró.
Pasaron más días, Heesok optó por arreglarse un poco más para lucir linda, quizás podría lograr algo de esa forma.
Y no. No lo logró tampoco.
No fue hasta un viernes por la tarde, que se encontraban en su habitación estudiando. A Sieun casi no le agradaba dar tutorías en casa de Heesok, pero la biblioteca fue cerrada unos días por mantenimiento y no tuvo más opción que acceder.
Ella quería prestar atención y no molestarlo pero le fue imposible. Sentía mucho estrés porque estaban cerca los exámenes parciales.
—De nuevo no estás prestando atención. —dijo con voz irritada. Aún así, lucía calmado.
—De nuevo te peleaste con alguien. —espetó ella, sobando su cabeza con los ojos cerrados.
Sieun había llegado esa mañana en clase con un hematoma en el rostro y el labio partido. Se preocupó por supuesto pero no pudo preguntar nada respecto a eso. No tenía derecho ni la seguridad de que él iba a contarle lo que le pasó.
—No es de importancia pero ya te dije que no me hagas perder el tiempo. —esta vez su expresión cambió, ya se veía muy irritado.
—Maldita sea Sieun, todo sería más fácil si no me generaras tanto miedo y nervios, siento que no puedo respirar cerca tuyo. —confesó con molestia, viéndolo directamente.
Abrió los ojos con sorpresa por lo que dijo.
Mierda.
—¿Por qué te genero eso? —preguntó con un tono bajo.
Porque me gustas.
Pero no podía decirlo, solo pensarlo.
—Porque... todos hablan de ti. Encajas lapiceros y peleas con varios. —que tonta.
Él ya no le contestó. No sabía qué hacer en ese punto, se sentía una estúpida. Continuaron estudiando pero ella se sentía de lo peor. Al atardecer, sonó la alarma que indicaba que las dos horas de estudio habían terminado.
Sieun guardó sus cosas y se levantó sin decir alguna palabra. No iba a despedirse.
Entonces por una vez en su vida, Heesok dejó a sus impulsos hacer lo que quisieran. Corrió hacia Sieun, bajando las escaleras de la salida a su casa, él ya había comenzado a caminar por la calle solitaria de su vecindario.
—¡Sieun! —lo llamó. Estaba a unos pocos metros lejos de él.
El chico volteó a verle con curiosidad.
—Siento mucho haber dicho eso, no sé cómo expresar todo lo que siento pero siempre que estás cerca me pones muy nerviosa, me haces sentir muy torpe y no puedo estar en paz a tu lado. —dijo entre algunos tartamudeos.
Tragó saliva al ver que Sieun seguía con la misma expresión neutral de siempre.
—¿Eso qué significa? —cuestionó.
Lucía como si no fuera importante, solo una escena trivial que estaba sucediendo en su vida. Heesok ya no estaba segura de la decisión que había tomado bajo presión.
—Que... me gustas. —su voz salió como un susurro. Pero fue escuchada.
Sieun no demostró nada. La observó unos largos segundos y luego de eso, se dio la vuelta.
Y siguió caminando como si la chica que le había empezado a gustar hace tiempo, no se le hubiese confesado en ese momento.
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ᯓ★
HOLAAAAAA, ya por fin en vacaciones y significa q ya estaré activa en el libro jeje
esta es como q una intro d lo q será la historia con sieun, no sé si será d dos one shots o tres, depende cómo lo lleve 😿
es como q el pov d la shiquilla, el próximo os será el pov d sieun, SÉ Q SALIÓ ABURRIDO PERO EL PRÓXIMO LE ECHARÉ MÁS GANAS LO JUROOOO, como dije es como q una intro 😭😭😭😭😭😭😭😭😭
perdón por desaparecerme y ps espero q sigan leyendo, muaksote