Capitulo 1

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Nico:

Venirme a Verona había sido la mejor decisión que había tomado en mucho tiempo, las ciudad era muy tranquila, no detectaba presencia de monstruos, quizás de fantasmas, pero nada de que preocuparse. Iba a ir a una secundaria, al parecer, a los policías de la cuidad se les hacia raro que un chico de 14 años caminara solitariamente por las calles de Verona en época de clases; digamos que me llamaron la atención y les mentí diciéndoles que me habían suspendido unos días a causa de un problema que hice, estos parecieron un poco confundidos, después de un rato de cientos de preguntas, decidieron que decía la verdad. Ahora me había inscrito en una escuela privada, cortesía de la niebla, nada sofisticado pero era la más cómoda que pude encontrar. Entraba mañana, ya tenía los libros, los cuadernos, materiales y mochila. Ahora mismo me encontraba viendo la televisión mientras comía una hamburguesa de McDonalds; estaban pasando noticias de un Carnaval de Verona, se hacia el siguiente mes, febrero, por una semana, desde el lunes 22 al 26; se veía interesante. Eche la basura a una bolsa y puse el muñeco de la cajita en un estante, era un minion de dos ojos, Kevin, decía en la bolsita; el sol ya se estaba ocultando, me puse mi pijama y aliste la alarma en mi teléfono, me acosté en la cama y me tape con las mantas, a los minutos, caí dormido.

~Al día siguiente~

Desperté por el sonido de mi teléfono, la canción Nothing Left To Say de Imagine Dragons sonaba cerca de mi oreja.

-Escuela...- murmure yo con desagrado, me incorporé lentamente, para después volver a tumbarme sobre la cama.

Decidí levantarme por fin y camine pesadamente al baño, me di una ducha fría para levantarme totalmente, salí de la ducha envuelto en una toalla y fui al armario que estaba en mi habitación, agarre una camisa negra con un estampado de calavera, unos pantalones negros, unos converse negros, una chaqueta de mezclilla y mi anillo de calavera; camine de nuevo al baño y me despeine el cabello, aun mojado, frente al espejo, me lave los dientes y salí de mi habitación. Fui a la cocina y agarre una manzana, tome mi mochila y salí de casa. Camine rumbo al nuevo colegio, en el camino, recordé al ultimo lugar de aprendizaje mortal al que había acudido, el instituto Westober Hall, valla mierda de lugar era ese, espero que este sea mejor. Cuando llegue al colegio, vi que unas grandes puertas de madera de alzaban sobre mi, entre por una agujereo que tenía al lado derecho, donde varios alumnos entraban; había de muchas edades, desde alumnos de kínder, hasta de prepa... Y yo apenas en tercero de secundaria, iniciando después de vacaciones de Navidad, veamos que maravillosa historia me inventaba. Camine por los pasillos de la escuela, algunos chicos me veían, otros solo se concentraban en sus cosas; llegue hasta una oficina, "Principale" (director) decía en un cartel, entre por mi cuenta sin tocar y un señor con gafas redondas me volteo a ver.

-Buenos días, jovencito ¿en que le puedo ayudar?- me pregunto examinándome con la mirada, no tenía aura de monstruo, así que no debía preocuparme.

-Buenos días, mi nombre es Nico Di Angelo, soy nuevo- dijo lo mas simple posible.

-Ah si, Di Angelo- dijo él abriendo un cajón y hurgándolo- es un placer tener nuevos alumnos, espero que su estancia en esta institución sea de su agrado- me dijo ofreciéndome una carpeta color gris, la tome y la abrí- son sus horarios, lo demás es para sus padres- yo asentí.

-Gracias, hasta luego- dije y salí de la oficina.

Revise el horario, primer hora: Español, genial, uno con dislexia y lo primero que tiene que hacer es tomar una clase de Español, seguramente me ponen a leer algo o a hacer un concurso de ortografía. Camine a mi salón, buscando el 3 A, cuando lo encontré, no había sonado el timbre, pero había una chica adentro limpiando el suelo, entre y ella tiro accidentalmente la cubeta de agua al suelo.

Ausente (Nico Di Angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora