LA RAZON DE REBIA

CAPITULO 25

Cuando llega a casa, hay un presente en la mesa del recibidor que llama su atención. Es un arreglo de rosas rojas. Quizás con más de 100. Su madre le dice que llego en la tarde para ella. Revisa la tarjeta que contiene:

- Para la mujer más bonita que he conocido.

Sofia se extraña con un el regalo. ¿Sera que Mónica le hizo el presente? No puede ser. Es anónimo. Así que solo puede hacer conjeturas. Lleva el arreglo a su habitación y lo pone cerca del rincón donde están las esencias. Aún está molesta. No quiere tenerlas cerca.

Se cambia por su ropa de dormir y se mete a la cama.

...

Muy temprano en la mañana, Mónica decide visitar a su exnovia Lucia. La doctora que atendió a Sofía luego de aquello. No está de más agradecerle las atenciones prestadas. Pasa en su motocicleta a través de la colonia de casas lujosas hasta llegar al hospital. Si no se equivoca el día de hoy le toca guardia. Así que debería de encontrarse ahí.

Cuando llega a la entrada del edificio, ella se encuentra ahí con una taza de café en la mano. Conversa con otras enfermeras. Ya había olvidado lo hermosa que era. Se acerca a ella tocando parte de su cintura. Ella se sobresalta al sentir su roce. Pero luego se tranquiliza al ver de quien se trata.

- ¿Cómo estás? - dice ella con una sonrisa.

- Bien, gracias. Solo vine para agradecerte lo del otro día.

- No es nada. Y ella... - su expresión se oscurece- ¿como esta?

- Mejor.

- Que bueno. Pero dile que tiene que pasar conmigo para comprobar su estado.

- Lo haré. Salen al patio del hospital y comparten el desayuno. Platican de varias cosas y del pasado. Recuerdan los viejos tiempos. El tiempo se les pasa rápido. Así que el músico acompaña a la doctora a hacer sus rondas. Solo un momento ya que es en contra del protocolo.

Lucia visita a algunos pacientes. Entra en la sección de oncología y entonces Mónica lo percibe. El brazalete de ópalo rojo brilla por un momento. Hay un aroma y un color que a Rebia le es muy familiar. En un descuido se separa de Lucia y va en busca del rastro de la esencia. Se adentra poco a poco en la sección, pronto el aroma es más fuerte. Permite a Rebia tomar el control. Avanza sigilosamente evitando a las enfermeras. Entonces la ve. Una jovencita hermosa de no más de 15 años. Completamente rapada de la cabeza, consecuencia de las quimioterapias. Habla y anima a los demás niños con una sonrisa. Canta y baila canciones para los demás internos. Todos la miran y se alegran con ella. Se le ve muy feliz.

-Rebia la mira desde la puerta. La observa con detenimiento. Pero no dice nada. De pronto la actitud de la niña cambia. Mira hacia donde está el músico y se acerca a él entre brincos. De una manera que -Rebia no pudo anticipar.

- Hola Rebia. Que gusto verte de nuevo.

...

Marco continua trabajando en el retrato de Sofía. Aún le faltan algunos detalles y la exposición en la galería del museo de arte a historia se aproxima. Debe de terminar las 40 piezas solicitadas. Esta bastante ocupado. Una llamada lo saca de su concentración. Contesta el teléfono.

- ¿Bueno?

- Hola- reconoce la voz de Sofía.

- Hola muñeca. ¿Cómo estás?

- Bien. Oye, va a haber un concierto de mi grupo favorito en tres días. ¿Me acompañas?

Marco hace un gesto de fastidio. Esos conciertos son ruidosos. Tendría que desvelarse y encima de todo llevarla a su casa primero. Sin mencionar que casi nadie de su edad asiste a esas cosas.

- Estoy muy ocupado con mi exposición. ¿Ve sola esta vez?

- No pienso ir sola. Es un concierto- en su voz hay molestia-, ¿sabes qué?...- quisiera decirle que es un egoísta y un idiota pero...- luego te llamo.

Sofía cuelga el teléfono sin esperar respuesta del pintor. Ella realmente esperaba que lo acompañara. Y duda que alguna de sus amigas la acompañe. Ellas prefieren música más ligera. Sin mencionar que hace mucho tiempo no se comunica con ellas. Desde que entro a la banda su vida ha sido esa.

Pero no porque él no la haya querido acompañar va a dejar pasar ese concierto. Es su banda favorita y no tuvo la suerte de abrir ninguno de sus conciertos durante la gira. Solo piensa un poco sobre quien estaría dispuesto a acompañarla. Descarta inmediatamente a Mónica, ya que su actitud la desconcierta. Sin mencionar que tiene novia y no son los grandes amigos. Isaac tiene familia, se vería mal que se lo pidiera aunque sea en plan de amigos. Realmente lamenta que en su grupo no haya ninguna mujer. Sergio y Raúl van a ir, pero con sus novias. Llega una idea que la hace sonrojar. Luis... es perfecto. Y aunque es en cierto modo algo indebido, simplemente es su culpa. No siente ningún apoyo por parte de Marco. Técnicamente es un novio inmóvil. Nunca sale de ese taller, ni siquiera para salir con ella. Si realmente se le puede llamar novio.

Toma el celular y marca el número de Luis.

- Hola Sofía- responde casi inmediatamente.

- ¿Me acompañas al concierto de Zona Cinco?

- Claro. Sabes que es mi grupo favorito.

- Perfecto. Entonces... nos vemos mañana en la disquera.

- Sí. Nos vemos.

Sofía suelta el teléfono algo apenada. Pero no demasiado. No pensó que le fuera a contestar tan deprisa y que accediera así tan fácil. Pero lo hizo. Eso la reanima. Necesita continuar con su vida. Aquello solo fue un gaje del oficio. No era el doctor el que tenía malas intenciones, solo fueron las circunstancias.

...

Luis está feliz de haber recibido la invitación de Sofía. Había invitado antes a un amigo que compartió clases en la preparatoria. Tendrá que cancelarlo. Esta oportunidad no la puede desaprovechar. Realiza algunas llamadas para ofrecerle a Sofía una noche que no pueda olvidar. Algo que no pueda ofrecerle ese pintor. Necesita tener todos listos antes del concierto.

...

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