Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Mimosa Vermillion tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué alfa querría encarg...
Mierda, mierda y más mierda. ¿Qué hiciste conmigo, Vanessa?
Es bueno ¿No? Ya te merecías un descanso.
Asentí con la cabeza, queriendo abrazar mis piernas y llorar acurrucada en ese espacioso lugar de su auto. Cerré los ojos con fuerza y pensé en Alaric. Alaric, amor, eres lo único que me salva de soltar feromonas y que Vanessa huela mi dolor, mi pánico o que comprendiera lo asustada que estaba ante la idea de perderla.
Observé hacia el frente, faltaba la mitad del camino para llegar a mi casa. Vaya que ese sería un viaje largo y doloroso, consumiéndonos ambas por ese tenso e incómodo silencio que llenó el auto.
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¡Alaric!
Llegué a mi casa completamente cansada, me despedí de Puli y tomé en brazos a mi pequeño. Sí, eso era lo que tanta falta me hacía ¿Cómo mi vida había cambiado en apenas unas semanas? Tiempo antes le habría jurado al mismo Dios que si no me separaba de mi hijo, yo podría sobrevivir a cualquier cosa, y ahora estaba liada hasta el fondo con una alfa que ni siquiera era mi alfa, sino una amiga. Ugh, sigue sonando ridículo.
Bueno, se diría que no es normal entre las amigas el darse besos o cosas de ese tipo, pero si razonamos la parte animal de cada individuo, si juntas a un alfa y a un omega en un lugar, y el omega se pone mal, es misión del alfa ayudarlo, no hace falta mucho razonamiento, lo mismo si el alfa está agresivo, el omega tiende a intentar calmarlo, con esto podemos explicar dos de nuestros tres besos, y el primero, pues quizás también fue la alfa de Vanessa queriendo salir o algo parecido. Es instinto, no es amor, no es que ella quiera hacerlo, es algo que te nace hacer, más considerando que Vanessa me dijo lo mucho que se fía de su alfa. Así que, pensando de ese modo, podría decirse que solo somos dos amigas en este mundo de mierda, caso cerrado. ¡El tribunal ha decretado que el veredicto es: Mimosa es una idiota ilusionada con Vanessa! Sí, merezco ir presa por eso.
Quizás tengo que dejar de ver series policiales en la madrugada.
¿Mamá? ¿Tas bien?- sentí la cálida y pequeña mano de mi hijo sobre mi mejilla, no recordaba que apenas había llegado, me había sentado en el sofá y lo coloqué a él sobre mis piernas, mirándome - ¿Cariente?
No, bebé, esta vez no caliente - suspiré, mirando encantada el hermoso rostro de mi pequeño, sus preciosos rizos de un anaranjado oscuro, con sus grandes e inocentes ojos verdes con toques dorados y sus cejas arqueadas hacia abajo, claramente preocupado - estoy bien, pollito.
¿Garita?
Alaric estiró su meñique hacía mí y reí. ¡Dios! ¡Tienen que dejar de jugar conmigo!
Tengo una mejor idea- besé la punta de su dedito, mirándolo a los ojos -¿Qué tal si dejas que mamá te dé tu leche hoy y luego nos dormimos temprano? Mañana es sábado ¿Sabes lo que significa?
