Y así, llegó la mañana del viernes, debo agradecerle a Vanessa que no tocara el tema del beso, no iba a ser feliz para mí mentirle y decirle algo como que fue mi omega deseando calmarla la que exigió el beso, aunque así fuera, no lo desee precisamente por eso, yo anhelaba los labios de Vanessa cada segundo desde que la conozco, aun así, por mi propio orgullo y por no hacer la situación incómoda, esa era mi excusa, la había pensado toda la mañana y ella no comentó ni dijo absolutamente nada.
Cuando llegué a clases, me costó un poco explicarle las cosas a Noe, ya que ella solo se la vivió gritando a todo pulmón las marcas de besos que tenía en mi cuello y estoy segura que ya toda la Universidad sabía quién me las hizo, incluso Letoile se acercó a confirmarlo. En eso sí no iba a mentir, menos teniendo a Letoile cerca, estaba harta de aguantar sus descaradas palabras para bajarme la autoestima.
Temí un poco que llegara la hora de salida, pero cuando por fin pisé las calles fuera de la Universidad, el carro de Vanessa estaba ahí, esperándome. No vi a Dante, de hecho a ninguno de sus amigos, Vanica o los otros, tampoco me molesté en buscarle una explicación a la situación, solo me monté en el Ferrari y Vanessa arrancó.
¿Cómo te fue en clases?
Bien, bien... Me preguntaron por las marcas en mi cuello.
Siendo sincera, yo pude ser un poco menos descarada y haberme puesto un cuello de tortuga con el único fin de esconder aquello ante los demás, pero increíblemente no quise y me sentí feliz con mi decisión.
¿Les dijiste que fui yo?
Síp - mordí mi labio inferior en clara señal de nerviosismo, esperando que eso no le molestara -
Bueno - no fue una gran respuesta tampoco, pero noté con claridad la curva en forma de media sonrisa que se formó en sus labios, apenas veía su perfil, así que era difícil para mí saber si sonreía completamente -
Uhm, oye - aproveché una luz roja cuando su auto se detuvo, era ahora o nunca, tenía que decirle lo que estaba pensando desde mi charla con Noe. Escuché un suave sonido de su parte, indicándome que continúe hablando - verás, mañana es sábado y no tengo trabajo pendiente, las tareas son pocas, puedo terminarlas hoy así que quería preguntarte, bueno... Si querías... No lo sé, no tienes que aceptar si no quieres, es algo tonto, creo... Pero es importante, ¡Digo! No es que para ti tenga que ser importante, para mí lo es y no estoy queriendo comprometerte diciéndote que es importante, solo que... Oh mierda, esto salió mal.
¿De nuevo?
Sí, por favor - aclaré mi garganta, ondeando mis ideas. Dejé que una de mis manos acomode mi cabello antes de mirarla directamente, respirando hondo - ¿Quieres hacer algo conmigo y con Alaric mañana? Tenemos tiempo y llevo días sin salir con mi hijo.
Su rostro se contrajo en un serio gesto, hasta que escuchamos el sonido de la bocina del auto trasero y ambas notamos que el semáforo había cambiado a verte. Ella arrancó y por el resto del camino no dijo absolutamente nada ¿Eso era un rechazo? Podía considerarse un rechazo ¿Verdad? Claro ¿En qué estaba pensando? ¿Qué alfa aceptaría salir con un omega en algo que no es una cita con un hijo que no es suyo? Vanessa era una alfa, buena persona o lo que sea, aún tenía un alfa interior que le recordaba aquel orgullo cavernícola de todo alfa.
Suspiré, apoyé mi codo en el reposabrazos de la puerta, mi barbilla en mi mano y miré por la ventana lo que restó del camino, consideré cambiarme el nombre a Idiota, porque realmente eso era lo que era, las ideas que pasaban por mi cabeza no podían ser más estúpidas.
Cuando llegamos a mi casa, me apresuré en salir del auto, aunque de nuevo, su mano impidió que algo que no fuera mi pierna saliera del Ferrari. Voltee, observándola mirarme tan intensamente que mi piel se puso de gallina en cuestión de segundos.
¿Podemos hablar un segundo? - asentí, volviendo a meterme con totalidad en el auto y cerrando la puerta, esperando que continúe - lamento el silencio, es solo que no me lo esperaba.
Está bien - solo sentí ganas de llorar, Vanessa, no es nada del otro mundo cuando se trata de ti, pensé -
¿Paso por ustedes temprano? ¿Debo elegir yo el lugar o tienen algún sitio donde vayan con frecuencia?
No, realmente somos de variar mucho - me encogí de hombros -
A las diez, ¿Esa hora está bien?
Su firme agarre en mi brazo se suavizó un poco y sonreí, ella aún me observaba, aunque también bajó la mirada a mi piel siendo acariciada por su dulce tacto, yo hice lo mismo.
Sí, a las diez, aquí mismo - iba a bajar del auto, aunque me giré de nuevo a verla cuando la escuché titubear y como su mano volvía a agarrar con insistencia mi brazo -
Crees... Bueno, tú crees que yo... ¿Crees que le agrade?
Quise lanzarme a sus brazos y besarla tan profundamente, hasta quedarme sin labios, Vanessa tenía un ligero sonrojo en su rostro e incluso noté la inseguridad en su mirada. Ella estaba preocupada, temía no agradarle a mi pequeño de tres años.
Lo veremos mañana ¿No?
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𝓣𝓱𝓮 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽 𝓸𝓶𝓮𝓰𝓪 || 𝒱𝒾𝓂𝑜𝓈𝓈𝒶 ||
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Mimosa Vermillion tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué alfa querría encarg...
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