Bueno, quizás ayudó - hicimos una pequeña pausa en la que me acomodé mejor en el asiento, apoyando con totalidad mi espalda en la pared, observando que íbamos directo a mi casa, al parecer ella ya conocía muy bien la dirección - espera ¿Dijiste Cangreburger? ¿Miras Bob Esponja?
Creo que debería sorprenderme más yo ¿No? Digo, tengo excusas, soy una adolescente y tengo un hijo de tres años, ¿Y la tuya?
No lo sé, ¿Aburrimiento?
Quise preguntarle cómo es que la dueña de una empresa podía pasar momentos de aburrimiento, teniendo absolutamente todo lo que quería a sus pies, pero por sobre todo, desee que aquel sentimiento lleno de confort y tranquilidad desapareciera de mi pecho, no estaba bien sentirme tan a gusto al lado de una alfa que solamente me buscaba para.. Bueno, para lo que sea que me esté buscando Vanessa.
Mimosa - parpadee repetidas veces para volver a la realidad y la observé, ella no me miraba, estaba muy al pendiente de la carretera como para hacerlo - quiero disculparme por lo que sucedió ese día en el parque... Solo, me tomaste por sorpresa, no sabía qué decir.
No te disculpes. Los alfa no deben disculparse con los omega, menos una alfa como tú, con una omega como yo ¿Qué importancia tiene? No eres ni la primera ni serás la última que reaccione así, Vanessa, no te preocupes.
Quizás mi voz sonó un poco más apagada de lo que deseaba, pero era la verdad, disimular no sentir dolor por el desprecio de los alfa era una cosa muy diferente a intentar hacerlo frente a Vanessa. De repente solo desee llegar a casa ya para poder bajarme del auto y olvidarme de todo esto, cada segundo a su lado eran más esperanzas para mi pobre corazón y no ansiaba vivir un encanto amoroso, de hecho no quería tener nada que ver con la palabra con A.
No digas eso, nadie tiene porque tratarte así, no eres menos que nadie, Mimosa.
Creo que llegamos.
Era cierto, Vanessa detuvo su auto justo en el mismo lugar que aquella noche, mientras yo soltaba un largo suspiro y me desprendía del cinturón de seguridad. Tomé la manija de la puerta para girarla, cuando otra vez fue su mano sobre mi brazo lo que me impidió continuar con mi dramática salida o quizás la hizo incluso más dramática.
No bajes aún, estamos hablando.
Vanessa, basta ¿Si? Tengo que bajar, Alaric me está esperando y debo hacer unos ensayos para mi clase de mañana, no tengo tiempo para... Lo que sea que estés tratando de hacer.
¿Para lo que sea que esté haciendo? Mimosa, solo intento que hablemos ¿De acuerdo? Por favor, quédate un poco más.
Alejé mi mano de la manija y asentí suavemente, mirando hacia el frente, la larga pista poco transcurrida que separaba la cuadra de mi casa de la otra horizontal. Sonreí amargamente cuando más de esos pensamientos me llenaron, las palabras que había escuchado absolutamente toda mi vida, no iba a llegar nadie a sacarlas, porque eran parte de mí, yo sabía lo que era y lo que merecía por ser eso.
¿No podemos...? No lo sé ¿No puedo...? - las frases entrecortadas de Vanessa me causaban cierto grado de ternura, digo, no es normal tener a una alfa de la magnitud de poder que ella tiene, tartamudeando como un omega en plena exposición y que sufra de pánico escénico - llamarte. Ya sabes, salir, hablar... Pasar tiempo juntas.
¿Y cuál es el fin de eso?
No lo sé ¿Conocerte mejor? No creo que sea un delito - a pesar de lo cargada de desesperación que estaba la dulce voz de Vanessa, una parte de ella intentaba marcar un lado cómico en todo esto, como cuando hablamos de Bob Esponja, sentía que intentaba disminuir la tensión -
Recordé que aún tenía su dulce tacto tomando mi brazo, no lograba pensar en ni una sola vez que haya sido amiga de un alfa ¿Cómo se supone que tengo que llevar las cosas? Digo, mi papá siendo un alfa, yo jamás aprendí a llevarme bien con él, incluso en el colegio o en la Universidad, para mí eran sólo sujetos con cero neuronas que se creían la gran cosa por una posición por la que ni se esforzaban, solo nacían con esta y ya.
El único amigo alfa que tuve en mi vida, se encargó de cortejarme por unos cuantos meses y cuando le di lo que quiso, me volví lo que soy ahora. No, tener amigos alfa no estaba entre mis planes de vida.
¿Por qué quieres conocerme mejor?
Supongo que porque eres diferente ¿Sabes?
Lo sé, Vanessa - sonreí, rodando los ojos - no soy precisamente el prototipo de omega que las madres de los alfa consideren una pareja de ensueño. Soy diferente, estoy descompuesta y al tanto de eso.
No hablo de eso - Vanessa soltó un gruñido de frustración y estuve a dos segundos de disculparme, creo que sobrepasé los límites de la confianza, sin embargo intervino antes de darme la oportunidad - Mimosa, tienes apenas veinte años y has sacado adelante a un niño de ya tres años, estudias en la Universidad absolutamente todas las mañanas, mientras también te encargas de ser el fotógrafa principal de una de las revistas más importantes del país ¿Eso no te hace diferente a todo lo que yo haya conocido hasta ahora?
No mencionó mi lazo roto y se lo agradecí. Sí, ese tipo de cosas eran las que yo me decía absolutamente cada noche antes de dormir, tratando de sentirme orgullosa de mi capacidad de superarme día a día, aunque todo se nuble por la simple idea de saber que no era una omega normal por mi culpa, por mis estupideces, si la vida se la había agarrado conmigo fue simplemente por mis acciones. Si era duro, era porque yo me lo merecía.
Solo permíteme acercarme a ti, por favor - repitió en al parecer, su último intento -
┗━━━•❃°•°✝°•°❃•━━━┛
BẠN ĐANG ĐỌC
𝓣𝓱𝓮 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽 𝓸𝓶𝓮𝓰𝓪 || 𝒱𝒾𝓂𝑜𝓈𝓈𝒶 ||
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Mimosa Vermillion tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué alfa querría encarg...
🇨 🇦 🇵 🇮 🇹 🇺 🇱 🇴 5
Bắt đầu từ đầu
