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¿Cuántos años tiene?

Tres.

¿Y tú...? ¿Su padre o su madre? - me pareció escuchar la voz de Vanessa dolida, triste y quise que sea así, desee sentirme comprendida en aquel sentimiento de vacío que se alojaba en mi pecho a cada segundo ¿Que me estaba pasando? ¿Qué me había hecho esta mujer? Lo que fuera, debía alejarme de ella, era demasiado peligroso para mí sentir tanto por una tipa que veía por segunda vez -

Su madre soy yo - dije, aunque estuve segura que ella no estaba del todo contenta con esa respuesta - de acuerdo, de acuerdo - tiré mi cabeza hacía atrás y tensé los músculos de mis manos, no tenía idea de cómo empezar, pero lo mejor era terminar con eso lo más rápido posible - el alfa que me embarazó era un idiota. A mis dieciséis años cedí ante sus palabras y perdí mi "pureza" con él, me tomó y mordió, para luego decirme en la fiesta de graduación que fui una apuesta, es todo. Alaric no tiene padre o madre que no sea yo, el tipo ese jamás se enteró de mi embarazo. Nos separamos oficialmente cuando mordió a una omega, si te acercas, puedes ver aún una pequeña cicatriz de sus dientes, tengo un lazo roto ¿Entiendes? Soy... Soy una omega imperfecta.

La omega imperfecta. No era pura, tenía un hijo y un lazo roto, soy la típica omega que las madres de los alfa les dicen "Aléjate de ella", soy como el peor cuento de terror, no me merezco absolutamente nada que no sea ser el juguete sexual de alguien, aunque me engañara a mí misma una y otra vez, diciendo que no necesitaba a nadie que no fuera a Alaric en mi vida, la verdad era que yo sabía que nadie jamás desearía tener un contacto permanente conmigo. Me arriesgo a decir que me digo eso como un auto consuelo.

Sentí mis ojos humedecerse y a mi omega llorar, no podía hacerlo, quería parecer lo más firme posible a pesar que nunca me dolió tanto contar mi historia, en mi vida. Ni siquiera lloré cuando mis padres me dieron la espalda, no lloré cuando aquel sujeto me dio la espalda y no lloré cuando todo el mundo me dio la espalda. En cambio ahora... Ahora....

Bueno, creo que lo mejor es que me vaya - me levanté de la banca cuando su mano se quitó de mi muslo, estiré disimuladamente mis músculos, dando un par de pasos para irme, aunque me detuve, vaya escena dramática - y... Uhm, gracias por lo de aquel día, te debo mucho, Vanessa - incluso el no salir de mi cabeza, aunque eso no sea tu culpa -

Ya sin decir más, me alejé, la dejé sentada en aquel lugar, tomé a mi pequeño en brazos y caminamos de regreso a casa. Apenas llegamos, cerré bien la puerta y Alaric pasó sus pequeñas manitos por mis ojos, no sé en qué momento de todo el camino, pero yo ya estaba llorando, la primera vez en mi vida que lloraba por el rechazo de un alfa, una que había taladrado en mí ser de una forma sorprendente.

Esa noche dormí con Alaric, claro, igual que todos los días, pero él se quedó cuidándome hasta que su metabolismo no pudo más y se durmió en mis brazos. Yo solo lloré, lloré muchísimo, no sabía por qué Vanessa causó tanto en mí o si esto era causado por haberme vuelto un vaso que se rebasó por la cantidad de rechazos recibidos, solo sabía que esa sería la última vez que vería a la alfa y una parte de mí se encontraba feliz por ello, feliz porque si esto continuaba, no sabía que pasaría conmigo; ni siquiera con mi primera historia "de amor" que se convirtió en una pesadilla, ni ahí sufrí tanto. Pero al igual que aquella vez, me aferré a lo más importante que tenía y no me dejé ir solo por él, porque Alaric siempre sería mi todo.

 Pero al igual que aquella vez, me aferré a lo más importante que tenía y no me dejé ir solo por él, porque Alaric siempre sería mi todo

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El lunes por la mañana, las cosas ya estaban normales.

De acuerdo ¿A quién podría engañar? Nada andaba precisamente normal, por suerte Kirsch no hizo preguntas, no hacía falta, desde el día que regresé de la exposición, sabía que el pudo oler en mí el aroma de un alfa, aunque no me dijo nada, el jamás se metía en cosas de las que no quería hablarle y aunque a veces me regañaba por ser tan cerrada, solía respetarme, se lo agradecía mucho, por cierto.

Pero aunque por fuera intentaba parecer lo más normal que unas ojeras y ojos hinchados pudieran ser "normales", por dentro sentía un vacío sobre-humano, quería ser capaz de partirme en dos y golpear a mi omega para que supere aquel enamoramiento tan prematuro que estaba viviendo, aunque por otro lado, deseaba también abrazarla porque era la única que entendía como me sentía para ese momento.

Salí de la universidad con ánimos de llegar ya a casa, cuando escuché las gruesas y escandalosas risas de alfas acercándose y suspiré ¿Es en serio? ¿Justo hoy? Oh, claro, no había tomado ningún supresor esa mañana.

Pero miren nada más a quien tenemos aquí - si no mal recordaba, aquella alfa de cabello oscuro y ojos rojo sangre se llamaba Vanica Zogratis o algo así, iba unos años más adelantada que yo, aunque claro, por ser alfa estudiaba en la otra sede de la Universidad, según como Asta me había contado la primera vez que aquella chica se puso a molestarme - pero si es la puta presente, parece que el horario nocturno te cayó mal, si estás horrible.

Bufé, si tenía un poco más de creatividad con sus insultos, le iba a dar un punto en originalidad, como si no me hubieran dicho puta antes. Continué caminando, ignorando sus burlas y las de todo su mar de amigos e incluso las risas de una que otra omega que colgaba del brazo de aquellos alfas sin cerebro, cuando un chico se puso delante de mí, alguien que no había visto antes.

Oh, Mimosa - escuché la voz de Vanica, mientras yo analizaba la mirada hambrienta de aquel alfa gigante de ojos verdes, el me miraba como una presa, incluso relamió sus labios de un modo descarado que hasta me causó repulsión - no te conté, el es mi hermano mayor, Dante, resulta que está en su ultimo año y no pudo evitar interesarse por tu olor, no entiendo por qué, hueles a vainilla y ese aroma es tan dulce que me da ganas de vomitar, pero bueno - Vanica hizo una pausa, gemí ante lo siguiente que vendría, incluso mi omega empezaba a temblar ante sus palabras, ella hablaba en serio, ella era un alfa, estos sujetos no tienen corazón - así que nos preguntó quién eras, le dije que la puta más usada de toda la Universidad, espero no te moleste que quiera divertirse un rato contigo, quiero decir... No es como si ya antes no se hubiera divertido contigo media ciudad.

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𝓣𝓱𝓮 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽 𝓸𝓶𝓮𝓰𝓪 || 𝒱𝒾𝓂𝑜𝓈𝓈𝒶 ||Onde histórias criam vida. Descubra agora