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Oh, vamos ¿Me estás jodiendo? - gimotee al escuchar la voz del otro lado de la línea

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Oh, vamos ¿Me estás jodiendo? - gimotee al escuchar la voz del otro lado de la línea. Tenían que estar bromeando, se supone que iba a ser un día tranquilo, en casa, con mi hijo y absolutamente ningún alfa de las horribles calles de Noxburgh -

¡Mamá!

Mi cabeza giró para hallar a mi pequeño al lado del mueble, él me miró con su ceño fruncido y llevó su pequeño dedo a sus labios, en posición vertical, hizo un sonido parecido al típico "Shh" y reí, dándole un suave beso en la frente antes de concentrarme de nuevo en la llamada.

Un evento, debía fotografiar un evento ignorado por error en la lista de artículos que saldrían el lunes a primera hora en la revista. No tenía ganas de salir de casa.

Sí, entiendo que es importante, pero escuche, si desea mañana a primera hora le hago una entrevista a cada persona que asistió, no lo sé, una sesión fotográfica, yo voy a sus casas, solo...solo siento que hoy no es un buen día.

Gemí de solo escuchar la voz de alto mando de mi jefe, William Vangeance, tenía suerte de estar hablándole por celular, aquel sujeto no se había ganado ser el dueño de la revista más conocida de Valclover en base a su esfuerzo, sino por ser un buen alfa, con una voz tan increíble que podía hacer doblegarse hasta a los de su mismo género. Él hablaba y esa orden se acataba, no era mala persona, sin embargo, solo odiaba cuando las cosas salían mal o tenía que encargarse él, como ahora.

De acuerdo, iré, señor.

Corté la llamada, dejando mi celular a un lado y observé a mi pequeño Alaric meter por milésima vez su manito en su frasco lleno de galletas miniatura de vainilla, él las amaba y disfrutaba de cómo estas se deshacían después de chupar mucho, aunque debido a eso cepillarle tres veces al día los dientes no era suficiente, sino cada vez después de comer sus galletitas.

¿Trabajo?

Sí, campeón - me encargué de tomarlo en brazos y sentarlo sobre mi regazo, con sus piernitas pequeñas a los lados de mi cuerpo, mientras me miraba atento, aun moviendo sus pequeños labios de lado a lado, seguro disfrutando de una galleta -

Vendré temprano ¿Si? Lo prometo, antes de que te duermas. Le dices al tío Kirsch que no te haga dormir, de eso me encargo yo.

Sí, mamá - el se acurrucó en mi pecho mientras yo tomaba de nuevo mi celular para llamar a mi hermano, esperando que pudiera quedarse con Alaric o de lo contrario tendría problemas, no me gustaba dejar a mi hijo con tanta niñera, hasta el momento solo confiaba en una y Kirsch tuvo que darme un discurso de que lo necesitaba, porque de lo contrario no habría accedido -

𝓣𝓱𝓮 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽 𝓸𝓶𝓮𝓰𝓪 || 𝒱𝒾𝓂𝑜𝓈𝓈𝒶 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora