Eliminando obstaculos

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[Narrador]

La vida de Rindou Haitani seguía como siempre: reuniones con Ran, peleas en callejones, noches en bares llenas de ruido y humo. No sabía que, en silencio, alguien lo acompañaba siempre. No sabía que había ojos que lo seguían en cada paso, ni que alguien estaba dispuesta a matar por él.

Esa noche, mientras él bebía tranquilamente en un local de mala muerte, una chica se atrevió a acercarse demasiado. Se inclinó sobre la mesa, hablándole en voz baja, con una sonrisa cargada de intención. Rindou apenas levantó la vista, sin darle importancia. Pero para alguien más, aquello fue imperdonable.

[Narras Tu]

Ahí estaba esa perra.
Se inclinaba sobre él como si tuviera derecho, como si pudiera tocar lo que es mío. Mi Rindou, con su mirada tranquila, apenas reaccionó… pero eso no importaba. El simple hecho de que se acercara era suficiente para sellar su destino.

La seguí en silencio cuando salió del bar más tarde. No sospechaba nada, ni siquiera volteó atrás. Pobrecita, pensaba que era dueña de su vida.

La calle estaba oscura, casi desierta. Perfecto.

—Oye… —llamé con voz suave, la misma que uso con los niños, la voz angelical que nadie jamás sospecharía.

Ella se giró, confundida.
—¿Sí? ¿Te conozco?

Sonreí.
—No, pero yo a ti sí.

No entendió. No tuvo tiempo.

[Narrador]

El golpe fue rápido. Un destello metálico brilló bajo la farola antes de hundirse en su abdomen. El aire se le escapó en un gemido ahogado mientras se llevaba las manos al vientre, temblando.

La sangre comenzó a empaparle la blusa blanca, tiñéndola de rojo oscuro. Sus ojos se abrieron desorbitados, buscando ayuda que no iba a llegar.

—¿Q-qué…? —balbuceó, intentando retroceder.

[Narras tu]

Me incliné hacia ella, con calma, disfrutando el brillo de terror en sus ojos.

—Escúchame bien… Rindou Haitani no es para ti. Nunca lo fue, ¿entiendes? —susurré, mi voz dulce como una nana—. Él es mío, y yo soy suya.

Presioné la herida con fuerza, hundiendo el cuchillo más adentro. Sentí su cuerpo estremecerse, el calor de la sangre recorriendo mis dedos. No voy a mentir: fue delicioso.

La miré a los ojos hasta que la vida se le apagó, y entonces solté una risita baja. Como si acabara de terminar un juego divertido.

Saqué el cuchillo despacio, limpié la hoja en su propia falda y me levanté, dejándola desangrarse en el callejón.

[Narrador]

La ciudad siguió su curso, ajena a la escena. En algún lugar, Rindou Haitani fumaba tranquilamente, sin imaginar que su “ángel guardián” había eliminado otro obstáculo de su camino.

[Narras tu]

—Nadie más intentará tocarte, Rindou… —murmuré, guardando el cuchillo en mi bolso—. Yo me encargaré de todos ellos.

Sonreí al pensar en él.
Un estorbo menos.
Un paso más cerca de ser solo tuyos.

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⏰ Last updated: Aug 20 ⏰

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♡~¡El Me Pertenece!~♡(Tu [Yandere Fem] x Rindou)>Where stories live. Discover now