12 •the third •

Start from the beginning
                                        

Yo aparté la mirada rápido, fingiendo interés en un punto cualquiera de la pared, pero mi corazón latía como un tambor.

—Bueno, cariño —Susannah le sonrió a su hijo—, ¿qué era lo que estabas buscando?

Conrad tardó un par de segundos en reaccionar. Parpadeó, como si recordara dónde estaba.
—Eh… nada. No importa. —Se pasó la mano por el cabello, nervioso, y se giró hacia mí apenas un segundo antes de salir.

Y ese segundo fue suficiente para que nuestros ojos se encontraran.

—Creo que por hoy ya está, cariño —dijo Susannah mientras limpiaba los pinceles, con una sonrisa soñadora pero cansada—. Mañana seguimos, necesito que todas estén listas para el evento de caridad.

—Claro, Susannah —respondí, aliviada, poniéndome de pie.

Apenas crucé la puerta del estudio, casi choqué de frente con Taylor, que venía caminando por el pasillo con cara de emoción. Belly apareció enseguida detrás de ella, todavía con el cabello húmedo, y me miró fijo.

—Reunión de emergencia en mi cuarto —anunció Belly, casi arrastrando a Taylor del brazo.

Yo no pude evitar reírme.
—Está bien, me saco este vestido y voy.

Corrí hasta mi habitación, me puse unos shorts y una remera suelta, recogí mi pelo en un rodete rápido y caminé hasta la habitación de Belly.

Cuando entré, ella ya estaba sentada en la cama con Taylor a su lado, como si fueran dos conspiradoras listas para un juicio.

—Ok, Ana, necesito confesarte algo —dijo Belly, con la voz cargada de nervios.

Me senté frente a ellas, cruzando las piernas.
—A ver, dispara.

Belly respiró hondo.
—Le dije a Conrad que estaba enamorada de él.

Mi estómago se apretó, pero no dejé que se notara en mi cara.
—¿Y…?

—Y me rechazó. —Se mordió el labio con fuerza, los ojos vidriosos—. No dijo nada, solo… se quedó ahí, como siempre hace.

Taylor le acarició la espalda. Yo asentí, tragando el nudo en la garganta.

—Belly… lo siento mucho.

Ella respiró fuerte, como si quisiera sacar todo de golpe.
—Eso no es todo. —Se miró las manos, nerviosa—. Hace una semana besé a Jere.

Taylor abrió la boca como si hubiera escuchado la mejor noticia del verano. Yo me quedé congelada.

—¿Qué? —fue lo único que salió de mí.

—Sí… y creo que quiero intentar algo con Jere —dijo Belly rápido, como arrancándose una curita—. Él me hace sentir feliz, ¿sabes? No quiero seguir esperando por Conrad, no más.

Yo intenté sonreírle, porque claramente necesitaba apoyo, aunque por dentro sentía que me acababan de quitar el aire.

—Bueno… si él te hace sentir así, tal vez sea lo mejor —murmuré, con un hilo de voz.

"𝑻𝒉𝒆 𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 𝑾𝒆 𝑪𝒐𝒖𝒍𝒅𝒏'𝒕 𝑻𝒆𝒍𝒍"Where stories live. Discover now