"𝑻𝒉𝒆 𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 𝑾𝒆 𝑪𝒐𝒖𝒍𝒅𝒏'𝒕 𝑻𝒆𝒍𝒍"
El verano que no pudimos contar.
|•En un verano lleno de secretos y emociones a flor de piel, Ana y Conrad se encuentran compartiendo una aventura que nadie puede descubrir. Entre miradas furtivas...
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Temporada 1•|
A
na se despertó con el sonido lejano de gaviotas y el olor a café que subía desde la cocina. Se estiró perezosamente, todavía en su pijama de shorts y una camiseta amplia.
Bajó las escaleras arrastrando los pies y se dejó caer en el sofá, con el cabello revuelto y los ojos aún medio cerrados.
La puerta principal se abrió de golpe y Belly entró, el rostro encendido entre vergüenza y frustración.
—¿Qué pasó contigo? —preguntó Ana, arqueando una ceja mientras se acomodaba una manta encima.
Belly dejó caer su bolso sobre una silla y soltó un suspiro dramático.
—Cameron me invitó a ver el avistamiento de ballenas esta mañana… pero llegué tarde y el barco se fue sin mí.
—No es gracioso. Me levanté temprano, pero… no sé, me distraje. Pensé que lo iba a alcanzar, pero él ya estaba en el barco.
Ana se acomodó más en el sofá, tomando un cojín para abrazarlo.
—Bueno, al menos no te mareaste en alta mar —comentó con ironía—. Y tienes el resto del día para planear tu venganza.
—No necesito venganza —respondió Belly, aunque su tono decía lo contrario—. Pero sí voy a encontrar la forma de que quiera volver a invitarme.
En ese momento, Laurel apareció desde la cocina con una taza de café y le dio un vistazo rápido a Belly.
—¿A qué hora saliste? —preguntó con voz calmada pero inquisitiva.
—Temprano… para una cosa —contestó Belly, sin entrar en detalles.
Susannah apareció detrás de Laurel, radiante como siempre, con un vestido veraniego.
—¡Buenos días, chicas! Hoy es perfecto para ir a la playa. O quizá para un brunch tardío —sugirió.
Ana escondió un bostezo.
—Yo voto por brunch.
Belly se dejó caer a su lado en el sofá, tirando las piernas por encima de un cojín.
—A veces me pregunto cómo haces para siempre parecer tan tranquila.
—No es tranquilidad —replicó Ana—, es flojera.
Belly soltó una carcajada y le dio un empujón con el hombro.
En ese momento, se escucharon pasos bajando por las escaleras. Steven apareció con el cabello desordenado y Jere detrás de él, ambos todavía medio dormidos.