Un chico que huye de la muerte conoce a otro que luce como ella. ¿Qué pasará cuando se vean obligados a convivir y encuentren un hogar en el retorcido corazón del otro?
*
En un mundo devastado por un peligroso virus, infestado de muertos andantes y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Vas a dormir con Gal?
Una paloma, tres ratas y una limpieza profunda de la habitación después y Ethan ya está de regreso con Noah. El cambio de atmósfera es evidente, con Garret se siente a punto de ebullición, hasta el silencio es frenético porque son conscientes de la cuenta regresiva que los precede.
Mientras que estar con Noah le transmite la misma comodidad que tomar una larga ducha con agua caliente, colocarse una pijama recién lavada y zambullirse en un montón de mantas esponjosas tras una larga jornada. Es revitalizante.
—No, me quedaré contigo. —Sacude la manta antes de extenderla arriba de la colchoneta en donde ha dormido en los últimos días.
—Duerme en la cama.
—Ya hablamos de esto. —Ethan toma la almohada para también quitarle el polvo—. Eres un niño grande, debes dormir solo.
—Antes dormías conmigo...
Antes de convertirse en una calabaza rota y repleta de pulpa y semillas que no le pertenecen, antes del Espantapájaros y Diente de oro, antes de las cabañas y de sentir que emite gases tóxicos al existir.
Para no arruinar los días que le quedan junto a su hermano, decidió enterrar voluntariamente todo lo que sucedió en las cabañas sin darse la oportunidad de procesar la agresión. No quiere que el hermano mayor de los recuerdos de Noah sea alguien que tenga pesadillas recurrentes, ahogue las noches en lágrimas o se altere ante el más mínimo toque.
La única cosa que ya no puede darle es esa proximidad.
Una vez lo intentó, después de múltiples duchas y de casi lacerar su carne con la brusquedad de sus movimientos, buscó la seguridad junto a Noah. Todo lo que obtuvo fue una noche abrumadora, su mente en constante alerta le impidió pegar el ojo, los pensamientos negativos emergieron de las sombras y cuando menos lo esperó, la persona que estaba junto a él no era su hermano sino Espantapájaros con su sonrisa chueca y aliento pestilente.
Por acto reflejo empujó a la figura lejos de él, solo el llanto de Noah lo trajo de regreso a la realidad. Aunque la caída no le dejó ni un moretón, Ethan no quiere experimentar ese suceso de nuevo.
La primera vez fue un empujón, ¿qué hará la siguiente? ¿Intentará estrangular o apuñalar a su hermano?
Es mejor si mantienen la distancia por las noches.
Al no recibir una respuesta inmediata, los labios de Noah se contraen ligeramente en un puchero adorable y melancólico que se clava al centro del corazón de Ethan sin piedad.
—Bien, solo por hoy.
Suelta la almohada antes de echarse junto a Noah, al centro de la cama, los dos recostados de lado con las caras enfrentadas. Antes de relajarse, se asegura que la manta le cubra la espalda a Noah y esté bien abrigado.