The Mysteries of an Orphanage [#LNDÁ2]

Prólogo

—¿Es necesario?-pregunté mirándoles a los ojos.

—Sara, tienes que ir al orfanato. Eres menor de edad y no tienes tutores legales, si tuvieras un hermano podrías vivir con él, pero no lo tienes. Tenemos que cumplir la ley.—explicó Jones.

—¡Pero no quiero! ¿Por qué no puedo vivir con vosotros? Me habéis estado cuidando durante este tiempo y no me ha pasado nada.—exclamé.

—¿Crees que a nosotros nos gusta hacer esto? No hay otra opción, Sara.—respondió Irene y gruñí.

—Venga, haz las maletas, la directora del orfanato va a llegar en media hora.—dijo Jones dándome una maleta azul. Dudé por unos instantes, pero suspiré, la cogí y fui a mi habitación.

Estábamos en la casa de Irene, donde actualmente vivía junto a ella y su pareja. Tenían un cuarto libre y me dejaron quedarme allí, al menos era mejor que dormir en el sofá.

Dejé de distraerme e hice la maleta, metiendo varias cosas en ella, la mayoría ropa, zapatos, calcetines... También cogí una mochila y dentro puse mi teléfono móvil (el cual me lo regaló Irene, ya que se había cambiado de móvil y me dio su anterior teléfono, que es este), una libreta y un estuche, para dibujar (cosa que me encanta) por si me aburría, y poco más, ya que supongo que allí ya me darían lo básico.

Salí de mi habitación, con la maleta y la mochila conmigo.

—Ya está la directora en la puerta, vamos.—comunicó Jones.

Fui hacia la puerta con ellos y vi a la famosa directora. Era una mujer de cabello negro, ojos verdes, tez blanca y labios pintados de color carmín.

—¿Y si llego al orfanato y vosotros me adoptáis?—ofrecí con una sonrisa de "haber si cuela".

—Ya te lo hemos dicho, no podemos. No cumplimos los requisitos de "Una familia perfecta"—dijo Irene moviendo los brazos como si eso fuera algo espectacular. Pero se notaba la tristeza en sus ojos.

—Se nos hace tarde, debemos irnos—informó la mujer.

Miré a Jones e Irene rogando ayuda.

—Tranquila, todo saldrá bien—susurró Irene, dándome un beso en la cabeza.

—Eso espero—murmuré con una media sonrisa, insegura.

—Lo siento, Sara. No podemos hacer nada—musitó Jones.

—Tranquilo, sobreviviré... Creo—cuchicheé, abrazándolo, a lo que rió.

—Te echaremos de menos—comentó Irene, con tristeza.

—Yo también—contesté con el mismo ánimo—pero bueno... Ya es hora de irse, por desgracia. Llamad, ¿si?-pedí.

Ambos asintieron, sonriendo débilmente, y miré a la directora.

—¿Vamos—preguntó.

Asentí y me alejé de donde estuve viviendo durante un mes, dando una última mirada llena de nostalgia a Jones e Irene.

—Os quiero—musité, aunque seguramente no me oirían.

—Nosotros también—susurraron, a lo que me sorprendí. Si que tenían oído.

Suspiré y bajé las escaleras junto a la mujer.

—No es tan malo como parece, tranquila—comentó la directora-normalmente no tardan mucho en adoptar. Por cierto, me llamo Marta.

—El caso es con quien me quedaré, no estoy muy segura... Marta—suspiré.

—Todo saldrá bien, ya lo verás—intentó tranquilizarme, con una sonrisa segura.

Pero lo que no sabía, es que todo eso era una sarta de mentiras.

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¡Hola! :3

Bueno, aquí comenzamos la historia *emoción al máximo*

Espero que os haya gustado, decidme vuestra opinión en los comentarios. Sé que por ahora no hay mucha acción, ni misterio, ni suspense, ni nada, pero es el prólogo, así que paciencia :v

Aquí me despido, un voto y un comentario son más que agradecidos, y nos vemos el próximo Viernes.

¡Adiós! :3

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