𝗢𝗻𝗲 𝗣𝗶𝗲𝗰𝗲: ♡𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴♡

~Heart Pirates~ <Law x Oc>

–A si que no me crees capaz de ganarte en una pelea, ¿eh?.–

–Obvio, soy mas fuerte que tú.–El chico de uniforme blanco y gafas de sol, mientras se relajaba en la pared de aquel submarino, miraba burlonamente a una de las pocas mujeres que había en el submarino.

La chica cansada se estiró, volviéndolo a mirar un tanto enfurecida.

–Esta bien, si tantas ganas tienes de pelear... peleemos. –respondió finalmente.

Ambos soltaron los útiles con los que estaban limpiando la borda de aquel submarino para luego posicionarse frente a frente para empezar esa "batalla".

Un chico de mirada cansada, delgado y de pelo moreno alborotado, los miraba desde la ventana, negando levemente con la cabeza.

–¿Han empezado de nuevo, capitán?– un chico alto se acercó a él, apoyandose en la pared mirando tambien por la ventana. Llevaba un peculiar gorro en el que ponía "Penguin".

–Al parecer nunca dejaran de hacer estupideces, iré a pararlos antes de que se hagan daño, no volveré a curarlos de nuevo como sigan así.– El capitán se dio la vuelta, caminando por el pasillo hasta llegar a una puerta de madera abierta que daba donde estaban los dos.

-¿Es que no podéis parar de hacer el gilipollas vosotros dos?– Los únicos que había en la borda se dieron por aludidos sobresaltandose. El capitán se apoyó en la puerta sosteniendo lo que parecia ser una katana.

–¡A EMPEZADO ÉL/ELLA!– gritaron ambos al unisono mientras se señalaban.

–Coraline, debería darte vergüenza rendirte ante sus estupidas apuestas– la chica agachó la cabeza arrepentida ante las palabras de su capitán.

–Y tu, Sachi, deja de provocarla, es más fuerte que tú y todos lo saben.– Sachi suspiró renegando mientras Coraline lo miraba de reojo con una pequeña sonrisa.

–Tiene razón, lo siento, pero alguna vez acabaré contigo– se disculpó Sachi con una sonrisa triunfadora y de mala gana.

Coraline suspiró negando la cabeza y miró de nuevo al moreno.

–Y ahora, ambos dentro, emprendemos de nuevo el viaje.– El capitán volvió dentro rascando su nuca seguido de los dos nakamas.

La noche llegó, practicamente todos los tripulantes del submarino se reunieron para cenar. Aunque la chica de la historia simplemente se quedó en una pequeña sala de libros leyendo uno de ellos tranquilamente.

La cena estaba siendo ruidosa, y una voz sonora y temblorosa la sobresaltó.

–Coraline... ayuda...– Penguin apareció por la puerta, agarrandose como podía a la pared e intentando no perder el equilibrio.

La chica lo único que hizo fue mirarlo con una ceja alzada para luego de mala gana dirigirse hacia él.

Mientras se dirigían hacia la sala donde estaban todos, Penguin le estaba contando como el capitán a causa del alcohol estaba haciendo más estupideces de lo normal.

Al entrar en la sala, lo primero que se encontraron fue una no muy grata sorpresa pues el nombrado estaba encima de una mesa imitando gente, o más bien piratas que solía odiar.

–Esperad, esperad...– dijo el capitán, para luego comenzar con la ultima imitación de la noche. –Luego esta Coralyn, que bueno, es algo como así–  este empezó a poner caras serias, e "imitar" la voz de Coraline demasiado mal mientras los demás se reían hasta ver que la chica estaba en la puerta.

–Oh venga chicos es graci-. – Coralyn lo agarró bruscamente de la sudadera y lo tiró al suelo mirándolo con mirada asesina.

–Oh capitán~... Es hora de dormir~...– La chica lo arrastró de la sudadera por todo el pasillo mientras este se quejaba. –Y los demás, más os vale que también recojáis todo y os vayáis a la cama.– gritó antes de desaparecer por la oscuridad del pasillo.

Coraline dejo de arrastrarlo una vez estando en la puerta de una habitación, era la más grande del submarino. Poco a poco lo ayudó a levantarse.

–¡Oye! ahora que lo estábamos pasando bien...– rió mirándola y apoyándose como podía en ella.

–Si, si, lo que tu digas. Pero te has pasado un poco con el alcohol– La chica lo guió por toda la habitación hasta la cama.

Coraline dejó a su capitán sentado y esta suspiró mientras él la miraba con una cara sin expresión. Su mirada cansada y su cara sonrojada se asemejaba a la de un niño.

-¿Qué?- dijo ella mirándolo con una leve sonrisa aunque aún un tanto cabreada con él.

–¿Puedo contarte algo ahora que estoy mejor?...– este atrajo su cuerpo hasta  estar cerca de él y apoyó su cara en su barriga mientras pasaba sus brazos por su espalda, abrazándola.

-Am... ¿supongo?– ella apoyó sus brazos en la cabeza del moreno y suspiró mirando por la ventana redonda del cuarto.

–Ya sabes... te tengo aprecio... y  aunque no debería de sentirlo... lo siento...– dijo haciendo que la chica lo mirara extrañada. –Me gustas...–.

–Está... claro que aún sigues con los efectos del alcohol...– la chica parecía no querer creer algo que su capitán realmente sentía por ella.

–¡No! Realmente lo siento... incluso... podría decir que es algo ma- –

–¡Trafalgar! Déjalo...– esta cortó la frase antes de que este siguiera a más. –¡Tú no estas enamorado de mi!–

–¡Coraline lo estoy! Eres tu la que no quiere aceptarlo, no puedo evitar sentirlo y no puedo guardarlo más. Prefería decirtelo ahora que cuando estuviese ebrio.– Aun con la mirada seria de siempre de Trafalgar, sus ojos le transmitían súplica y desesperación.

Esta suspiró apartando la mirada de él.

–Trafalgar, no quiero que por mi culpa te vuelvas vulnerable a cualquier peligro que ponga en riesgo a esta tripulación, a si que es mejor que no me tengas cariño.–

–El tenerte a ti de otra forma no me volverá vulnerable...

–Trafalgar...

–¡Si no sientes lo mismo no hace falta que pongas excusas solo dime- –

–¡Es que si siento algo por ti! ¡Pero no quiero que pase lo mismo que me pasó hace unos años...!– gritó la chica apartándose de él, dándole la espalda y suspirando inquieta.

–.....– Esté se sorprendió antes sus palabras y la miró. Al darse cuenta de que esta estaba llorando se levantó abrazándola por la espalda.–Lo siento... No quería hacerte recordar...–

Coraline negó la cabeza secandose las lágrimas y dándose la vuelta aun en sus brazos mientras apoyaba su cabeza en el hombro del moreno.

–N-No importa...– Suspiró apartándose un poco y lo miró.

Ambos se miraron durante unos segundos. Trafalgar secó las lágrimas de ella y poco a poco fue acercando su cara, para acabar dandole un pequeño beso en los labios.