Por tí

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Huyamos del amor, pero de ese efímero y desenfrenado. De ese que te hace suspirar y respirar fuerte a la vez. De ese que deja heridas inminentes y huellas imborrables, de ese que consume el alma y no se olvida con el tiempo. Justo por eso huyamos. Porque es un amor de infierno en cuerpo de humanos.

Seco mis manos sudadas en los costados del pantalón apretado y siento que toda la piel me escuese bajo la tela, mientras miro la puerta.

—Becca, a llegado Luka

Salgo de la habitación después de un largo suspiro y con calma. Como si no llevara media hora esperando.

—Hola —beso sus labios, mientras disimulo el nerviosismo.

—Hola pequeña¿ Nos vamos?

—Sí —tomo la mochila y me despido de Esmeralda y Bratt, para ir a la cena que me a mantenido en vela desde la salida del instituto.

—¿Y cómo són? —pregunto mientras salimos del edificio

—Son... de carne y hueso, tienen naríz. Mmmmm —rasca su mentón antes de continuar —También piernas y brazos

—Basta Luka, sabes a que me refiero

—Son muy amables. No tienes porque estar nerviosa

—No lo estoy

—¿En serio? —toma mis manos, deteniendo el paso en el acto para mirarme fijamente

—Es solo que quiero agradarles

—A mi me agradas ¿Sabes? —posa sus manos en mis nalgas con un apretón —Demasiado —sonrie pícaro y me besa

Sonrío por lo bajo, rodeándolo con los brazos —Te has vuelto un poco cursi

Se acerca a mi oído, respirando lentamente en mi cercanía

—Repetirás eso en mi habitación mientras te cojo duro contra la pared, hasta que tus piernas desfallezcan.

No puedo evitar sonrojar ante su declaración y debo admitir que mi entrepierna ya lo anela con su mera presencia.

El camino se me hace corto ante el sentimiento que me rodea y aún no entiendo está necesidad de agrado hacia su familia. Ya que es algo que admito; nunca antes me ha importado.

Detengo el paso frente a la puerta del apartamento que ya conozco, mientras Luka incerta la llave abriendo la puerta.

—Buenas noches —sale una mujer bastante mayor pero conservada del pasillo de la cocina, secando sus manos en el delantal. Con una sonrisa amplia recibe a su nieto, acompañada de un abrazo.

—Te tardaste, no hemos venido para tenerte lejos tanto tiempo

Termina el emotivo saludo y besa mi mejilla —Becca ¿cierto?

—Sí —siento que mi nerviosismo desaparece ante la calidez de la señora

—Ana —se presenta

—Pasen y laven sus manos cada vez q lleguen de la calle, yo siempre se lo digo a Luka pero es un testarudo igual que su abuelo

Aparece el mencionado saliendo del cuarto, como por magia. Con una sonrisa igual de amplia que la de su esposa.

—Hola —abraza a su nieto palmeando su espalda, para luego presentarse

—Enrique —extiende su mano y yo la recibo —Un placer señorita —"señorita" esa palabra me hace rememorar momentos que justo ahora no debería, sonrojandome en el acto.

—Que bueno que estés aquí, a Luka no le gusta lavarse las manos —comenta la abuela

—¡Abuela! —responde el mismo a modo de regaño

InefableWhere stories live. Discover now