Tres

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Me desperté ya que ayer se me olvidó cerrar la cortina de la habitación y entraba mucha luz. Ayer me pasé todo el día en el cuarto y solo bajé para comer y poco más. Salí de la cama y fui al baño a ducharme, salí envuelta en una toalla y me dirigí al cuarto a cambiarme. Queria algo comodo asi que aun con la toalla fui al cuarto de Nate a cogerle una camiseta, como estaba dormido no se dio cuenta. La camiseta me llegaba por la mitad del muslo, pero aun así me puse unos pantalones cortos de pijama debajo. Bajé a desayunar y cuando entre a la cocina estaba Sam.

-Hola, ¿qué tal tu "cita" de ayer?- Dije aciendo comillas con las manos.

-Bastante bien, fuimos a su casa y fo...- No terminó de contestar ya que le corté.

-Vale, no necesito detalles.- Dije riendo y con cara de asco.

-Tu me has preguntado.- Respondió riendo.

-¿Harémos algo hoy?- Pregunté mientras abría la nevera para coger leche para mis cereales, aunque ya se había pasado el desayuno, así que tomaré cereales para comer.

-Sí, tu y yo pasaremos un día de hermanos como en los viejos tiempos.- Dijo sonriendo.

-¡Si!- Grité entusiasmada, antes de irme Sam y yo solíamos ir al centro comercial o a cualquier otro sitio y pasábamos todo el día juntos, sinceramente lo echaba mucho de menos.

-Pues ve a vestirte y baja.- Dijo mientras recogía el desayuno. Subí las escaleras, y cuando iba a abrir la puerta de mi habitación Nate salió de la suya.

-Hola.- Dijo con voz grave mientras se acomodaba el pelo, gracias Dios por darme un hermano con amigos como Nate.

-Buenos días.- Contesté sonriendo. Cuando iba a cerrar la puerta habló.

-Me encanta como te queda mi ropa, pero te prefiero sin ella.- Dijo sonriendo y moviendo las cejas arriba y abajo haciendo que me ría y le saque el dedo del medio.

Abrí el armario y cogí un vestido a medio muslo morado y unas Vans plateadas . Bajé y me senté en el sofá a esperar a Sam.

-¿A dónde vas?- Me preguntó Nate sentandose a mi lado.

-Sam y yo vamos a pasar un día de hermanos.- Dije sonriendo y alargando la última "s".

-¿Y no hay día de antiguos mejores amigos de la infancia?- Preguntó sonriendo y solté una carcajada.

-Puede...- Dije y me levanté ya que Sammy había entrado ya en el salón.

-¿Y a dónde quieres ir primero?- Me preguntó Sammy después de salir de casa.

-Te acuerdas cuando hacíamos la táctica Wilkinson...- Dije sonriendo divertida y Sam entendió a lo que me refería.

Entramos a una cafetería y hechamos un vistazo a la gente. Cuando encontramos algo que nos gustó entré sola y pusimos en práctica nuestra táctica Wilkinson...

-¿Emily?- Le pregunté a una chica bastante mona que no habia visto en mi vida, que estaba acompañada por un chico bastante guapo que se le parecía bastante, por lo que supusimos que eran familia.

-Lo siento, pero te equivocas de persona.- Me dijo amable.

-Lo siento, creía que eras una antigua amiga.- Respondí.

-No te preocupes.- Dijo sonriendo.

-Por cierto soy Cariba.- Dije presentandome mientras "el chico sin nombre todavía" me sonreía.

-Yo soy Kate y el es Dylan.- Dijo sonriendo.

-Encantada, bueno, no os molesto más que seguro que teneis cosas que hacer.- Dije dandome la vuelta para irme pero una voz me interrumpió.

Wilk- Nate MaloleyWhere stories live. Discover now