Capítulo 1

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Las estrellas brillaban, pero su intensidad, no opacaba a la Luna, era una noche realmente hermosa. 

Ana, Jo y yo, nos manteníamos dentro de la habitación de Jo. Ella, era muy supersticiosa, y nos pasaba todas sus mañas, nosotras, ya acostumbradas a todo su rollo, la apoyábamos la mayoría de veces. 

— ¿Están ansiosas por el primer día de clases? —cuestionó Ana. 

—No lo sé, supongo me da lo mismo. —respondí.

—A mi también. —opinó Jo. 

Jo estaba muy ocupada, observando atenta su reloj. A las doce en punto, saldríamos afuera, a pedirle un deseo a la Luna. Según Jo, era lo que se acostumbraba desde hacía muchos años, un sólo deseo, y se cumpliría. Todavía no sabía qué pediría, aunque tampoco creía que se fuese a cumplir. Sinceramente, me daba igual. 

—¡Doce menos un minuto! —gritó Jo. Me reí ante su expresión, a lo que ella se dirigió hacia el patio de su casa. 

Ana y yo, la seguimos, despreocupadas.

La Luna brillaba todavía más en ese momento, un leve frío se impregnaba en mi cuerpo. Las tres mirábamos al cielo.

—Pidan su deseo. —susurró Jo. 

Cerré los ojos y suspiré hondo. ¿Qué pedir? No me tomaba muy en serio el tema, a diferencia de Jo, que se entusiasmaba demasiado. 

Pensé, y sonreí por mi idea descabellada, ya sabía qué pedir. «Deseo a Travis Maddox» pensé. Mi obsesión por el libro de Jamie McGuire sobrepasaba los límites, sin duda alguna. 

Maravilloso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora