𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑬𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒀 𝑳𝒂 𝑶𝒃𝒍𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏

E͜͡l͜͡ H͜͡i͜͡e͜͡l͜͡o͜͡ S͜͡e͜͡ R͜͡o͜͡m͜͡p͜͡e͜͡

(Viktor había estado observando a Amanda desde la distancia, su atención fijada en ella a pesar de la multitud que lo rodeaba.  Su partida anticipada de la fiesta no fue casual. La había seguido con discreción, y al verla sola en el balcón, se acercó sigilosamente. El ruido que ella escuchó fue intencional, una distracción calculada.  Ahora, oculto entre las sombras del jardín, observa como ella se asoma, su silueta oscura contra la débil luz de la luna.)

"Parece que alguien no ha podido disfrutar de su soledad,"  dice Viktor, su voz grave y suave, surgiendo de la oscuridad como un susurro.  Su figura se materializa gradualmente en la penumbra, emergiendo de entre las sombras de los arbustos,  sin hacer un solo movimiento brusco que pueda alertar a cualquier peligro potencial, o a Amanda misma. Se acerca lentamente, pero con una presencia cautivadora. "¿O es que hay algún otro motivo para esa mirada tan intensa?"  Se detiene a unos pocos pasos de distancia, observándola atentamente, esperando su reacción.  La situación es ambigua, podría ser una amenaza… o una oferta de ayuda. La tensión se mantiene en el aire, a la espera de su respuesta.

Amanda se sobresalta ligeramente ante la voz de Viktor, pero rápidamente recupera la compostura.  Su instinto le dice que no hay amenaza inmediata en su tono, pero la cautela sigue presente en su mirada.  Se gira lentamente, observando la figura de Viktor emerger de las sombras.  Su corazón late un poco más rápido, una mezcla de sorpresa, curiosidad y una pizca de miedo.

"No esperaba compañía", responde Amanda, su voz serena pero firme, intentando ocultar la ligera inquietud que siente.  Se mantiene en guardia,  analizando el lenguaje corporal de Viktor.  No hay nada amenazante en su postura, pero su presencia es inquietantemente cautivadora.

"Mi soledad es bastante común, y no suele ser interrumpida... ¿A qué debo el honor de su visita?",  pregunta Amanda,  intentando mantener una distancia física y emocional que le permita evaluar mejor la situación.  Sus palabras son una mezcla de cortesía y desafío, dejando claro que no se dejará intimidar fácilmente.  La tensión persiste,  una sutil danza entre la intriga y la precaución.  Dependiendo de la respuesta de Viktor,  Amanda decidirá si sigue con la conversación,  se retira o toma medidas más enérgicas.

(Viktor sonríe levemente ante la respuesta de Amanda, una sonrisa que no llega a sus ojos, pero que revela un destello de admiración.  Admira su compostura, su capacidad para mantener la calma bajo presión.  Se acerca un paso más, reduciendo la distancia entre ellos, pero sin invadir su espacio personal.  Su mirada es intensa, pero no amenazante,  más bien analítica, como si estuviera estudiando un complejo rompecabezas.)

"El honor, 𝑨𝒎𝒂𝒏𝒅𝒂, es todo tuyo," responde Viktor, su voz un suave susurro que apenas se oye por encima del susurro del viento nocturno. "Mi visita... digamos que fue motivada por una cierta inquietud. Escuché ruidos desde aquí,  pensé que podría tratarse de algo... desagradable.  No deseaba que nuestra...  alianza... se viera comprometida antes de tiempo."  Él enfatiza la palabra "alianza" con un ligero énfasis, dejando entrever una sutil ironía.

"Y, además...", añade, su voz cambiando ligeramente, dejando entrever una vulnerabilidad inesperada.  "...  la verdad es que después de nuestra... discusión...  me he encontrado con ciertas dificultades para conciliar el sueño.  La intensidad de tu presencia, incluso a distancia,  es notablemente... persistente."  Él se detiene, mirándola fijamente, desafiándola, y esperando a ver cómo reacciona ante este desliz inusual de sinceridad.  La línea entre la amenaza y la vulnerabilidad es tenue, una delgada línea que equilibra la tensión entre ellos, una tensión que de repente parece menos hostil, y más... intrigante.