Corte de lazos.

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ASTRID

"Astrid ¿En qué estás pensando?" me reprendo a mí misma al darme cuenta de mi acción. James me mira algo confuso y sorprendido. No lo culpo, yo también estoy tan sorprendida como él. Agarrarlo ha sido instintivamente, por impulso, y no quiero darme cuenta del porqué.

—Ah... —Una risilla extraña se escapa de mí. Una parte en mí quiere que lo suelte, pero otra no. La otra lo quiere a mi lado— yo...

Mierda. No tengo nada con qué excusarme, nada que poder decir para argumentar su detención. Lo peor de todo es que la presión parece aumentar en mí causando una explosión roja en mis mejillas.

—Lo siento —habla James primero. Toma mi mano con delicadeza y me obliga a soltarlo—, ya se me hace tarde. —Sin más que decir, James se marcha.

¿Por qué siento como si me hubiesen rechazado?

Entro de vuelta a la casa cerrando la puerta a mi espalda. Dejo los apuntes de James sobre la mesa de centro junto a los juguetes y peluches de Boo, para sentarme en el sofá como si hubiese corrido una maratón. Busco uno de los cojines del sofá y me cubro el rostro. En serio me siento como una verdadera idiota, por todo.

—¿Ese era tu novio, Astrid Fissher? —interroga mamá, apartándose de la ventana. Hago el cojín a un lado y miro a mamá. Ella tiene una ceja alzada y las manos en sus caderas.

—No es mi novio —farfullo cruzándome de brazos—, es un compañero de clases y ya. Además... —Trago saliva— él no podría ser el novio de alguien como yo.

De vuelta en mi cuarto, con el cuaderno en mano, me siento en la silla junto al escritorio y examino el cuaderno. Como era de esperarse de alguien relativamente revoltoso como James, el cuaderno es un desastre y su letra es horrible, por no decir horrorosa. Por donde mire hay faltas de ortografía y dibujos de estilo comic. James es aficionado a los comics al igual que mi hermano.

Continúo hojeando hasta detenerme en la fecha que corresponde hoy; son siete hojas con apuntes de las clases, lo que es realmente sorprendente en James.

En otra hoja aparte, después de lo escrito, James parece haber hecho un boceto de dos personas. Una de ellas tiene el cabello alborotado y la otra unos lentes negros bien marcados; somos nosotros. O eso creo. Arriba, en la burbuja de diálogo que dice el chico hay dos palabras que me dejan atónita.

"Me gustas" releo. La burbuja de la chica está vacía, lista para escribir una respuesta a su declaración.

Jueves.

Despierto por la mañana con una sensación extraña en mi cuerpo. Entro al baño para mirarme al espejo; mi nariz parece milagrosamente normal a comparación al día anterior, por lo que hoy será un día de escuela.

Luego de tomar el desayuno y correr hacia el paradero del autobús escolar, sentarme en mi asiento correspondiente y recibir una bola de papel de los chicos, vuelvo a Jackson más nerviosa que nunca.

Cielos, si el dibujo hecho por James era una especie de declaración o broma, no sé qué ocurrirá. Ni siquiera me atreví a responder.

Camino por el pasillo principal hasta mi casillero, guardo los cuadernos del día anterior y aligero mi mochila. Parezco una verdadera paranoica, mirando hacia todos lados para no toparme con James... ni con Mika. Podría morir de un infarto si llego a encontrarme con alguno de los dos. Bueno, a James lo encontraré en clases, pero no podremos hablar directamente. Además, debo devolverle su cuaderno.





Tras sonar el timbre para volver a nuestras casas, espero que todos en la sala se marchen, incluido James, a quien por cierto no le entregué su cuaderno. Si fuese como Megan seguramente ya le hubiese entregado el dichoso cuaderno, con la respuesta del dibujo incluida. Pero soy Astrid Fissher, la chica con lentes que nunca dice lo que piensa en realidad.

Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora