xxvi. what if i like disasters?

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Cuando los ravenclaws llegaron a su sala común, Eldritch fue a recibirlos restregandose en sus piernas, maullando como si los estuviera saludando

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Cuando los ravenclaws llegaron a su sala común, Eldritch fue a recibirlos restregandose en sus piernas, maullando como si los estuviera saludando.

– Así que... ¿Vamos a pasar desapercibido el hecho de que la hermanita de Fred haya dicho que escuchó de tí?– dijo Mags sentándose en un sillón cercano al calor del fuego, con una sonrisa juguetona y la ceja derecha alzada.

– Claro que no lo paso desapercibido– balbuceó Mimi sonriente mientras se tiraba al lado de la rubia. Luego abrazo a su mascota y le susurró– ¡Él habló de mí con su hermanita, Eldritch!

– Y ¿Vieron como se puso cuando ella lo delató? No sé que era más rojo, si su cara o su cabello– añadió Will.

– Ni hablar– siguió Mags– Lo mejor fue cuando intentó justificarse "Yo no sé que fue eso". Por Merlín, quería hundirse bajo tierra.

Mimi cambió de posición, aún con el kneazle en sus brazos, apoyándose en el apoyabrazos del sofá para ver a sus amigos– Lo peor fue que me lo negó, me lo negó en la cara– habló indignada pero con una sonrisa que no parecía querer abandonar su rostro.

– Apuesto a que lo negó porque no sabe cómo manejarlo sin quedar como un bobo contigo– comentó Mags encogiéndose de hombros.

– ¿Ah sí, qué apuestas?– ambas miraron a Will confundidas.

– Deja de hacer apuestas, siempre pierdes.

– Mimi tiene razón, un día de estos terminarás apostando a tu familia, y adivina, los perderás.

– Sí, bueno no es algo que me molestaría– respondió él, pero antes de que pudieran indagar cambio de tema– Entonces ¿Cuando le vas a decir a Fred tus sentimientos? Es claro que él está obsesionado contigo, en un buen modo.

– No lo sé. ¿Tú qué opinas Eldritch, quieres un padre?– el felino rosa solo bufó y se acurrucó en el regazo de Mimi– Parece que no, así que esperaré a que mi primogénito esté listo.

– Que pésima excusa– habló Mags, pero ella solo le sacó la lengua.

Mientras tanto, en el otro lado del castillo, Fred caminaba hacia la cancha de quidditch, con las manos en los bolsillos y la cabeza llena de dudas.
No tenía miedo... más bien era irritación, confusión, fastidio. Porque todo el mundo parecía comprender a la perfección lo que sentía por Mimi, todos menos ellos.
No se dió cuenta que no estaba viendo por dónde iba hasta que chocó con un hombro.

– Deberías ver por dónde vas, Weasley– era Riven, que parecía más serio de lo normal.

Fred frunció el ceño y dio un paso atrás, y bajo un poco la mirada para ver al slytherin a los ojos– Y tú deberías dejar de pararte en el medio como si Hogwarts fuera tuyo.

Riven soltó una pequeña risa, pero no era divertida. Era de esas que parecen esconder una advertencia– Últimamente parecés más alterado de lo normal. ¿Te pasa algo o solo estás buscando excusas para explotar?

𝓐 𝓟𝓸𝓴𝓮 𝓞𝓯 𝓕𝓪𝓽𝓮 | 𝗙𝗿𝗲𝗱 𝗪𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆Where stories live. Discover now