NOTA DEL AUTOR

317 5 0
                                    

NOTA DEL AUTOR

Vivimos en un orbe repleto de fantasías. Un espléndido refugio de vida lleno de anhelos a historias únicas. Plagado de las más exquisitas esperanzas que aguardan ser convertidas en experiencias vividas, con el único deseo de ser recordados. Acelerados a su máxima expresión, en una carrera por llevarse el reconocimiento de los otros, sin pensar en las consecuencias que esto contiene. Derribar a todo y todos los que se interpongan en el agonizante camino hacia la felicidad.

Mucho ha pasado desde que las personas descubrieron las bondades de lo que significa tener el control de lo que otros desean. El afán por apoderarse de lo valorado por muchos ha crecido sin frenos desde el mismo comienzo de la historia. Tal y como lo conocemos, un género de la especie humana ha sufrido las consecuencias de la incesante necesidad de poseer, convirtiéndose en algunas épocas en otro tipo de mercancía, las mujeres.

Estando desprovistas indiscriminadamente de las ventajas de dirigir sus vidas con la libertad que la naturaleza le otorga, tanto su contraparte masculina, así como la sociedad y la iglesia las han llamado por siglos el sexo débil. Obligándolas a recurrir a las armas más poderosas que se conocen hasta hoy: la seducción, el sexo, el romance y el amor. Una necesidad que por naturaleza la mayoría de los seres humanos ansía y que la facción femenina domina perfectamente. Es en esta necesidad que muchas mujeres encuentran su ventaja. Ya que sin importar lo inteligente, luchadora y capaz que sea una mujer, mientras vivan a la sombra de los hombres tendrán que valerse de todo para sobresalir.

En sus batallas incesantes por alcanzar un trato justo, han logrado reducir el sesgo entre géneros. Convenciendo a sus padres que son más que una moneda de cambio. Recordándole a sus esposos que valen por lo que son y no por lo que puedan hacer por ellos o los hijos que puedan tener. Ganándose con astucia lo que siempre han merecido, igualdad. Derechos que les fueron reprimidos por siglos y que no dejaran perder nuevamente.

Hoy, aunque continúan siendo discriminadas en muchos aspectos, no dan un paso atrás en la lucha por conseguir lo que desean. Cuando por fin sus esfuerzos produzcan lo necesario para alcanzar el respeto de todos, el mundo será un mejor lugar para vivir. Por lo pronto, continuaran usando algunas de las extravagantes armas con las que cuentan por naturaleza, la inteligencia y las artes de la seducción. Con ellas han logrado recuperar lo que por nacimiento les pertenece. La igualdad y libertad.

EL INBOX DE UNA PUTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora