*ೃ༄𓆩♡𓆪 𝘵𝘸𝘰 𝘪𝘥𝘪𝘰𝘵𝘴 𝘪𝘯 𝘭𝘰𝘷𝘦 𓆩♡𓆪༄*ೃ (Al-ey x Señor X)

𖤐 Ｃᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ❺: ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ ᴄᴏɴᴇxɪᴏ́ɴ 🫧

Aunque hubiesen tenido su primer encuentro, Al-ey no estaba completamente seguro de querer seguir hablando con el chico de la máscara. Denis era agradable, sí, pero esa amabilidad pulida y su forma tranquila de actuar no terminaban de convencerlo.
No porque fuera desagradable, sino porque Al-ey desconfiaba por naturaleza de todo lo que parecía demasiado fácil.

Sentía que tal vez deberían conocerse mejor... pero su realidad era otra. No tenía tiempo para perder en amistades inciertas. Entre los deberes, las tareas que dejaba para último momento, las responsabilidades en casa y su propio caos mental, apenas y podía respirar.
La rutina lo consumía como un reloj de arena roto, dejando caer el peso de los días uno sobre otro sin descanso.

Y aun así... algo en Denis se sentía diferente. Como si, de alguna forma, pudiera romper ese ciclo gris en el que estaba atrapado.
Un tipo raro, sin duda, pero un raro que le daba curiosidad.

Una tarde cualquiera, saliendo de clases, Al-ey caminaba por el pasillo arrastrando la mochila, con el cansancio pegado a la espalda, cuando lo vio.
Denis, apoyado contra la pared, rodeado de un pequeño grupo de amigos, hablando y riéndose como si el mundo no pesara en sus hombros.

Al-ey se detuvo unos pasos más atrás. Lo observó en silencio, con el celular en la mano y el pulgar congelado a medio camino de desbloquearlo.
Pensó en acercarse. Pensó en decir algo. Cualquier cosa. Un simple "hola", tal vez una broma.

Pero no sabía cómo.
No porque tuviera miedo... sino porque simplemente no estaba acostumbrado a querer acercarse a alguien.

Se quedó ahí parado, dudando, mientras su cerebro lanzaba excusas como proyectiles: "Va a pensar que soy un acosador", "Capaz ni se acuerda de mí", "Seguro estoy haciendo el ridículo".

Y en ese instante de debilidad interna, Denis levantó la mirada.

Y lo vio.

No de forma casual, no de reojo, no por accidente. Lo vio directamente, como si ya supiera que estaba ahí.

Denis le sonrió debajo de la máscara, una de esas sonrisas chuecas que apenas levantan una comisura del labio, pero que dicen más que un saludo entero.

-¿Vas a quedarte ahí parado mucho tiempo? -preguntó, alzando la voz lo suficiente para que Al-ey lo oyera.

Los amigos de Denis se giraron a ver también, curiosos.

Al-ey tragó saliva.
O retrocedía y huía como siempre...
O se obligaba a dar un paso.

Así que, con todo el orgullo antisocial que le quedaba, caminó hacia ellos con las manos en los bolsillos, fingiendo que no le importaba.

-Pasaba por aquí -murmuró con su voz de "me da igual todo".

Denis soltó una carcajada leve.

-Claro. Pura casualidad, ¿no?

Al-ey quiso sonreír, pero se obligó a mantener su rostro neutro.

La conversación entre el grupo siguió unos minutos más, pero Al-ey apenas participaba. Escuchaba desde un costado, asintiendo de vez en cuando, fingiendo que entendía los chistes internos que ellos lanzaban al aire como si fueran parte de un idioma exclusivo.

No tardó mucho en que el grupo comenzara a disolverse.
Uno de los chicos miró la hora en su teléfono y soltó un bufido.

-Ya valió, mi bus pasa en cinco minutos. -Se acomodó la mochila al hombro y le dio una palmada amistosa a Denis-. Nos vemos mañana, wey.