Sunghoon
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No soy de ver transmisiones ajenas. No porque no me importe lo que hacen los demás...
Simplemente, no los necesito para saber quién soy.
Ya estoy en la cima. Y lo digo sin modestia.
Porque cuando pasas años sangrando por una meta, aprendes a decirlo en voz alta.
Soy Park Sunghoon.
Ídolo global, miembro de Enhypen.
Un nombre que llena estadios y hace colapsar apps cuando sonrío por más de cinco segundos en un live.
Así que cuando mi manager entró al estudio con ese brillo extraño en los ojos, supe que algo se venía.
—¿Viste lo que dijo Na Arin?
—No veo lives.
—Pues este sí deberías verlo.
Na Arin.
La reina sin corona, porque no la necesita.
Famosa desde antes de que la mayoría aprendiera a deletrear su nombre.
Intocable. Elegante. Enigmática.
Y al mismo tiempo... como yo. Acostumbrada a ser observada. Y a devolver la mirada con calma, como si el mundo entero no le pesara nada.
Puse el clip. No por urgencia. Por curiosidad.
Ahí estaba ella, con una taza de café entre las manos y esa voz suave que no necesita alzar el tono para hacerte callar.
"¿Conoces a Sunghoon?"
"Depende, hay varios Sunghoon en la industria."
Pausa. Sonrisa. Perfecta.
"¿El cantante? ¿Enhypen?"
"Claro que lo conozco."
Apagué el video.
—¿Y?—pregunté sin moverme de mi asiento.
—Es perfecta.
—¿Para qué?
—Para ayudarte.
Me giré lentamente, apoyando los brazos sobre la mesa.
—Ayudarme—repetí con una ceja alzada—. ¿Eso es lo que están diciendo ahora?
Mi manager no respondió de inmediato. Lo conozco lo suficiente como para saber que viene algo que no me va a gustar.
—Mira, Sunghoon. Esto no es una orden. Pero tampoco es una sugerencia.
—Interesante forma de decir 'vas a hacer lo que te digamos sin rechistar'.
Suspiró. Caminó por la sala, buscando las palabras correctas. Le di el tiempo. Siempre me gusta verlos intentar disfrazar sus intenciones de buena voluntad.
—Hay rumores. Nada confirmado aún, pero sabemos que si estallan... va a ser difícil contenerlos. Ya no eres un rookie. Eres una figura global. No podemos permitir grietas.
—Entonces inventemos una historia de amor—solté, irónico—. Ya sabes, como en los dramas. Ídolo masculino en crisis conoce a ídolo femenina perfecta. Boom. Titulares.
Me miró. Y lo que vi en sus ojos me confirmó que, efectivamente, eso era exactamente lo que pensaban hacer.
—Na Arin dijo tu nombre. Eso abrió una puerta. La gente ya está hablando, ¿por qué no usarlo? Ella es popular, tú también. Sería el ship del siglo. Solo unos meses. Presentaciones públicas, alguna que otra foto... contacto visual bien editado. Nada complicado.
Me quedé en silencio. No por duda. Por cálculo.
Esto no es nuevo para mí. Las relaciones públicas son solo otro escenario. Otra cámara que apunta a la cara correcta.
Y si con eso puedo proteger lo que realmente importa, entonces sí... que empiece el espectáculo.
—¿Ella sabe?
—Todavía no. Pero su empresa está dispuesta.
—Claro que lo están.
Porque todos ganan.
Pero no dije nada más.
Solo asentí, con esa sonrisa sutil que uso cuando me da flojera discutir.
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SCRIPTED
Fanfiction-Una estrella en ascenso. Un ídolo en crisis. Cuando el escándalo amenaza con derrumbar la imagen perfecta de Park Sunghoon, la industria encuentra la cortina de humo ideal: Na Arin, la mujer más deseada del entretenimiento. El amor no es real... pe...
