𝐆𝐔𝐈𝐋𝐓𝐘 𝐃𝐄𝐒𝐈𝐑𝐄 ────── Casthaniel

01

En realidad no tenía idea de cómo había iniciado.

No sé dió cuenta de lo que estaba pasando hasta que sintió esos fríos labios sobre los suyos. Alientos compartidos, suspiros deseosos y llenos de anhelo que habían acumulado por años, compartían un beso que estaba lejos de ser dulce o tierno pero no lo quería de otro modo. Ellos no eran amables entre sí, no lo habían sido en mucho tiempo así que no tenía sentido empezar ahora. Era lo suyo. Su forma de demostrar que estaban en esto juntos.

Así que se aferró a esos hombros anchos cubiertos de cuero, sintiendo las puntas de aquel cabello rojo en sus dedos, disfruto de cada detalle que pudo notar. Disfruto de como sus bocas chocaban, la saliva ajena ahora en sus labios de una forma tan suave y excitante. Sus dientes mordiendo el labio inferior del pelirrojo, chupando y probando la sangre que broto de una pequeña herida.

Se sentía celestial.

Claro que prefería esto a las peleas sin sentido que tenían siempre, los gritos y amenazas que compartían a diario por problemas estúpidos que jamás pudieron resolver. Siempre había querido dejar sus diferencias de lado y volver a aquella amistad que tenían, cuando ambos eran tan cercanos que el termino "mejores amigos" se quedaba corto para describir lo que eran. Extrañaba los momentos donde sus roces eran más comunes, ambos demasiado juntos en una misma habitación casi tan cerca que podían besarse pero no lo hacían, porque Castiel tenía una novia y Nathaniel no estaba interesado en eso.

Pero siempre quiso saber cómo se sentiría besar a Castiel.

Pero después todo se arruinó, comenzaron a odiarse y empezó a disfrazar todo ese dolor tras una cortina de molestia, fingiendo que ya no le importaba si Castiel lo odiaba, pretendiendo que era tan indiferente a su existencia aunque en el fondo se moría de la tristeza ante el final tan abrupto que tuvo su amistad. Ahora los dos se estaban besando como si el mundo dependiera de eso así que lo disfrutaría, aunque solo fuera un instante que se borraría con el tiempo, Nathaniel se entregaría a este deseo que se extendía por su piel, echaba raices y volvía a florecer.

Ante la falta de aire ambos se separaron, mirándose a los ojos mientras intentaban comprender lo que acaba de pasar pero quizás no necesitaban entender, simplemente necesitaban dejar que todo esto fluya.

"¿Qué estamos haciendo?" Pregunto el de ojos grices, ojos tan profundos y hermosos. 

"Tu me besaste" murmuró Nathaniel acomodando su corbata

"No te opusiste"

"No me diste opción"

"Así que no querías que te besara" dijo Castiel, su semblante relajado paso a uno de ansias, como si esperara otra respuesta por parte del rubio.

Pero ¿Que podía esperar después de años de pelea?

No había detenido el beso pero por supuesto que ahora se encontraba en un debate interno sobre eso, pues debió hacerlo, debió detener ese beso desde el momento en el que inicio y dejar en claro aquel límite que estaba marcado. "Yo no- solamente no sabía que hacer... Yo solo..."

"Solo no querías"

Si lo quería, pero quizás lo que el quería no fuera lo correcto, quizás lo que el deseaba era impuro y ahora la culpa se alojaba en su mente.

No pudo responder con más que silencio, ¿Que debía decir? Estaba claro que cualquier cosa que saliera de sus labios tendría una respuesta negativa por parte de Castiel. Prefirió el silencio, porque moriría un poco si aceptaba que había estado queriendo ese beso desde hace tiempo.

"¿Siempre tiene que ser así?" Castiel se alejo repentinamente, ahora el aire que lo rodeaba le parecía más frío. "Si no lo querías me hubieras detenido, lo entendería"

<Siempre quise besarte> pensó mientras observaba como el pelirrojo se iba de aquel salón, la decepción estaba grabada en su cara.

Pero ¿Qué se suponía que hiciera?

Esto no era su culpa, ¿O si?