© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou Suzuya

Capítulo 17

En toda la hora que he estado haciendo los ejercicios, mi familia y Suzuya han estado atentos a cada movimiento que hacía.

- Bueno, he visto como ha progresado y creo que mañana podríamos darle el alta si asi lo quiere. Pero tiene que seguir haciendo los ejercicios en casa
-le dice la enfermera a mi madre.
- Si ella está de acuerdo -me dice mirándome.
- Sí quiero -digo cogiendo la mano a mi madre.
- Está bien, pero esta noche dormirá aquí.

Que bien mañana podré irme de aquí.

-Bueno ya nos vamos hermanita
-dice Hinata pasando su brazo por mis hombros.
- Sí ya son las tres. Y si te vienes a comer con nosotros? -dice Hana.
- ¿Puedo? -pregunto a la enfermera.
- Claro.
- Bien, vamos. -dice mi hermano.

Él coge la silla de ruedas y la pone detrás de mí.

- Sientate, yo te llevo.
- Vale.

Entramos al ascensor del hospital para poder salir. Dentro del ascensor mi madre y Suzuya hablan a susurros, no me entero de nada pero veo que los dos se sonríen mutuamente.

- ¿De qué habláis? -pregunto.
- Nada hija nada -responde con una sonrisa nerviosa.
- Hmmmm -digo mirando con los ojos entrecerrados a los dos.

Caminamos, bueno caminan, a paso ligero hasta un restaurante.
Entramos en el establecimiento y Hinata escoge una mesa grande donde me coloca en medio de Suzuya y él. Es bastante espaciosos el lugar, llena de gente y con muchas mesas de madera, las paredes no son vistosas por su color apagado y las lámparas que lo iluminan todo son antiguas. Tiene un aire muy rústico.
El chico que nos atiende me mira con pena. Pienso en decirle que no estoy paralítica pero ya se ha ido.

- ¿Qué habéis pedido? -pregunto.
- Que despistada, hemos pedido ramen para todos. -dice mi hermano.
- Oye Saeko -continúa Hana -sentimos no haber estado contigo desde que te trajeron al hospital.
- No pasa nada, estabais muy lejos. Y además, ¿quién podría imaginarse que yo concretamente sería atacada por un ghoul?

Mejor no decir nada sobre la tortura, así no se preocupan más.

- Ya...pero hubiéramos deseado haber estado contigo desde el principio -dice mi hermana.
- Habeis venido hasta Japón desde Italia por mí eso es mucho. -respondo.
- Ni te imaginas lo que nos pasó en el avión. Estubimos al teléfono durante horas para saber tu estado a cada segundo, no dormimos por la preocupación y mamá no dejaba de llorar. -dice mi hermano con tristeza.

Mi hermana tose exageradamente.

- Tú también lloraste tu también lloraste. -dice tosiendo exageradamente.

Hinata le mira mal a Hana y yo me empiezo a reír.

- Gracias por preocuparos. Os quiero mucho.

Después de comer el ramen me despedí de mi familia y fui al hospital de nuevo junto a Suzuya.

- ¿De qué hablabas con mi madre? -le pregunté en el ascensor.
- Saeko, no te lo puedo decir.
- ¿Por qué?
- Porque aún no ha llegado la hora. -me da un beso en la frente.

Se abren las puertas del ascensor y nos vamos a mi habitación.
Ya en ella Suzuya me carga y me deja sobre la cama.

- ¿Qué hora es? -pregunto.
- Las cinco supongo.
- ¿Te puedes quedar conmigo también hoy?
- Claro.
- Oye...Suzuya que cosa importante me querías decir, ya estamos recuperados, bueno... casi.
- Aquí no Saeko. Mañana cuando salgamos de aquí sin falta te lo digo.
- Esta bien...