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El tiempo pasó rápido y suspirar fue todo lo que pudo hacer cuando se vio obligado a detener su auto a las afueras del hogar que parecía más bien un fuerte, con su camino privado que llevaba directamente a la mansión que pertenece a los Stark desde hace siglos, ubicada en el centro de Invernalia.
Esperando pacientemente a que el guardia de seguridad se acercara hasta su auto, Jacaerys realmente intentó no tensarse ante el arma visible que el hombre alfa tenía en el cinturón.
-Buenos días, joven, ¿necesita indicaciones? - preguntó amablemente. No parecía tener más de treinta.
-Buenos días, no, no- negó sonriendo. -Tengo una cita dentro de diez minutos a nombre de Ja... Lucerys Strong- dijo, carraspeando mientras veía al guardia volver a la casita de seguridad y se relajó cuando segundos después la reja comenzó a abrirse.
Se sobresaltó al oír su celular sonar y presionó el manos libres mientras veía poco a poco la mansión hacerse más grande a medida que se iba acercando.
-¿Si? - preguntó sin apartar la mirada del frente porque lo que menos quería era salirse del camino y terminar chocando contra los arbustos a los lados del camino, cubiertos de nieve.
-¿Ya llegaste? - preguntó suavemente Luke del otro lado. -Acabo de dejar a Joff en la escuela, voy a ir a la cafetería porque quede en ver a Oscar allí ya que vamos a repasar algunos temas- Jace no dijo nada, deteniendo el auto y por fin prestando atención al omega al otro lado de la línea. -De todos modos, llamaba para decirte eso y que ni bien te fuiste llame a la casa del señor Stark-
Jace le alzó una ceja, tomando su bolso y saliendo del auto. -¿Qué dijo, Luke? - preguntó curioso mirando las enormes puertas cada vez más cerca. -Lucerys voy a asesinarte- susurró cuando lo vio hacer una mueca.
-Puede que esté un poco a la defensiva, pero no hay nadie que pueda gritarte a ti con tu hermosa cara, así que seguro lo resuelves, avy jorrāelan, eres el mejor- y cortó porque era un maldito.
-Oh, definitivamente voy a matarte- dijo mientras tecleaba y enviaba lo dicho, guardando su celular y subiendo los escalones que llevaban a la doble puerta de madera oscura que contrastaba hermosamente con las paredes de ladrillo más claras.
Presionó el timbre y esperó casi reteniendo el aire cuando al abrirse la puerta el tiempo pareció ser más lento, lo primero que pudo ver fue a un alfa que no parecía pasar los treinta, con barba y el cabello recogido en la nuca, vestido con un traje gris sin el saco y con un pequeño bebé en brazos que no dejaba de gritar.
Jace separó los labios para hablar, no pudiendo decir mucho al ver la expresión fruncida del alfa que en ningún momento había detenido su balanceo y las palmadas suaves en la pequeña espalda.
-Buen día- fue todo lo que dijo, brusco, antes de girarse y adentrarse al lugar.
Jacaerys suspiró mientras lo seguía, deteniéndose al ver a la ama de llaves mirarlo.
-Buenos días- saludó en voz baja, la grandeza del lugar haciéndolo sonar alto. La mujer de cabello oscuro devolvió el saludo y cerró la puerta, pidiéndole las cosas antes de desaparecer en un armario destinado a ello.
Camino hacia el lugar por donde había visto doblar al alfa que ni siquiera le dio su nombre o preguntó el propio para asegurarse que era el enviado de su hermano. Chasqueo la lengua bajito y se adentro a lo que parecía ser la sala de estar, viendo como el alfa de cabellos rubios no parecía quedarse quieto en un lugar por el llanto incesante del bebé.
Jace hizo una mueca inconsciente qué se aseguró de ocultar al igual que la casi desesperación que le incomodaba en el estómago al escuchar a un cachorro llorar tan fuerte.
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• D U L C E •
Fanfiction-Realmente le agradas. Ha estado reacio a cualquier persona desde... desde que su madre se fue- -Siento tu pérdida. ¿Cómo falleció? - -Ella no murió. Ella nos abandonó - Unos tan desentendidos de su propia sangre mientras otros hacen hasta lo imposi...
