Una de sus compañeras la instó a que comiera algo, pero desistió: tenía el estómago cerrado y solo aceptó un vaso de agua.
—¡Ah, no! ¡No puedes beber agua! —Christopher exclamó al verlo llenar su copa—. Debemos hacer un brindis, bebe al menos un poco de vino.
Beomgyu le sonrió y de mala gana aceptó la copa de vino que él le acercaba.
—Por «Art & Pleasure», porque sea un éxito. —Chocó la copa de Beomgyu con un leve movimiento—. Y por ti, Beomgyu.
Beomgyu bebió un sorbo de vino para ocultar de alguna forma la vergüenza de sentirse el centro de atención. Todos lo miraban y, en un momento dado, deseó salir corriendo de allí y encerrarse en su taller. Sin embargo, debía aceptar que aquello también formaba parte de su vida, aunque le agradara menos. Prefería estar enfundada en sus vaqueros gastados, dar pinceladas sobre sus lienzos, respirar el olor del óleo y la trementina, encerrarse por horas en su estudio, en vez de estar allí, rodeada de tanta gente, la mayoría casi desconocida.
Para su alegría, Jennie se había unido a ellos y Beomgyu se sintió menos incómodo. De vez en cuando observaba su reloj pulsera, procuraba hacerlo mientras su jefa y Bang estaban distraídos, no quería dar la impresión de que quería largarse de aquel lugar lo antes posible.
Como Jennie y Christopher estaban entretenidos conversando con un hombre que, según había escuchado, era uno de los mayores distribuidores de libros del país, Beomgyu logró escabullirse al menos un rato para recuperar un poco de soledad. Caminó hacia el gran ventanal y contempló cómo la noche ya se había adueñado de Fresno. Los edificios que la rodeaban y que de día parecían moles majestuosas, en ese momento parecían solo bestias dormidas. Respiró hondo y se cubrió el pecho con los brazos. Estaba tan oscuro ahí fuera; cualquiera se podría perder en medio de aquella negrura devoradora. Se preguntó si el hombre que amenazaba de nuevo su vida viviría como una sombra y se ocultaría de los demás en medio de la noche. Un escalofrío le recorrió la espalda.
—Estás aquí pero tu pensamiento no.
Beomgyu se sobresaltó al escuchar la voz de Christopher Bang.
—Necesitaba un poco de soledad —le dijo mientras esbozaba una tibia sonrisa.
—Te entiendo. A veces, la soledad suele ser la mejor compañera. —Se paró a su lado y contempló la vista que Fresno les ofrecía desde aquella oficina—. La soledad y la noche, una combinación demasiado lúgubre para algunos y demasiado perfecta para otros.
Beomgyu asintió.
—Apuesto que ahora tu único deseo es marcharte de aquí.
—¿Cómo lo sabes? —Su forma de hablar le intrigaba.
—Porque lo mismo deseo yo —se limitó a responder.
—¿Y por qué no te vas entonces?
—¿Por qué no te vas tú? —retrucó y colocó las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—No podría desairar a Jennie. —Lanzó un fugaz vistazo a su jefa—. Ella ha puesto en mis manos este proyecto tan importante y confía en mí más que nadie.
—Todos confían en ti, Beomgyu. Incluso yo —dijo y le sonrió.
—Quisiera creer que eso es verdad, pero sé que muchas personas que están hoy aquí piensan que no lo lograré. —Era un sentimiento que lo había acompañado desde el mismo momento en que Jennie le había comunicado que sería el encargado de dirigir el nuevo proyecto.
—Solo es envidia —señaló Chris.
—No, no es eso. Solo que creen que Jennie debería haber elegido a alguien con más experiencia y la verdad es que quizá tengan razón en desconfiar de mí.
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Serial Killer (Yeongyu)
Random*Obra Adaptada *Todos los derechos y créditos a: *Fanfic Yeongyu *Yeonjun Top, Beomgyu Bottom *Historia con contenido +18, sino es de tu agrado este tipo de contenido, solo retírate y si hay algún problema, con toda la educación dirígete hacia mi y...
