—Así es.
—El detective que vino a hablar conmigo me lo dijo. —Beomgyu entrecerró los ojos—. Se apellidaba Kim, igual que usted.
—Era mi padre, él fue el detective que trabajó en el caso de su secuestro desde el principio —le informó.
Beomgyu notó cierta nostalgia en su voz.
—¿Él lo ha enviado a hablar conmigo?
—En cierta manera, sí, pero tarde o temprano debía venir a verlo — afirmó—. Como le he dicho, estos crímenes se relacionan con lo que le pasó a usted hace cuatro años.
—Puede tratarse de una coincidencia. —Se negaba a creer que aquello estaba sucediendo nuevamente.
—Me temo que no. Además del parecido evidente de ambas víctimas con usted, hay otros indicios, las dos habían sido tatuadas con un símbolo antiguo, conocido como «nudo celta» o «triqueta» que el mismo asesino grabó en su piel a fuego vivo.
Yeonjun siguió la mirada de Beomgyu cuando sus ojos castaños bajaron hasta su cintura.
—Yo también tengo uno. —Posó su mano unas pulgadas por debajo de la cintura y sobre la ropa sudada—. Lo tengo conmigo desde esa vez... como una señal de lo que me sucedió —dijo mientras bajaba la voz.
—Hay algo más.
Sus miradas se cruzaron nuevamente, y Yeonjun sintió alivio al descubrir que ya no lo miraba con temor.
—¿Algo más? —Beomgyu experimentó una fuerte presión dentro de su cabeza.
—Sí; he observado los cuadros en su taller y me he quedado en verdad impactado.
—No creo ser tan buena como para haber causado tal efecto en usted —comentó contrariado.
—No, usted no me entiende. —Se movió un poco hacia delante y, accidentalmente, sus brazos se tocaron. Un toque sutil e inocente, pero que despertó en él un calor intenso. Lo observó para comprobar si aquel contacto había tenido el mismo efecto en él. Beomgyu quitó el brazo instintivamente, y él supo, entonces, que aquel roce casual le había afectado tanto como a él—. Las flores en los cuadros que usted pinta — dijo al fin.
—¿Qué pasa con ellas? Son solo pétalos de nomeolvides —respondió, aún sin entender adónde quería llegar él con eso.
—¿Por qué las pinta? ¿Por qué aparecen en sus obras una y otra vez?
Beomgyu habría querido tener una respuesta a su pregunta.
—No lo sé, ni siquiera yo mismo puedo explicármelo.
—Tiene que ver con su secuestro, Beomgyu —dijo él y sintió que le estaba dando la respuesta que él había estado buscando para entender su obsesión por pintar aquellas flores en particular.
—Eso no puede ser.
—Hemos encontrado las mismas flores en las escenas de los crímenes. El asesino esparce sus pétalos alrededor de las víctimas, como una especie de símbolo, algo que, sin duda, lo une a usted.
—No entiendo. —La verdad es que prefería no entender lo que aquel policía le estaba contando y permanecer ajeno a todo aquel asunto.
—Está obsesionado con usted, Beomgyu. —Respiró hondo un par de veces—. Y en su loca obsesión, fantasea con tenerlo nuevamente. Me temo que la muerte de esos jóvenes es, para él, solo un camino que está tomando para llegar hasta usted.
—¿Cree que vendrá a por mí? —Se le heló la sangre de solo imaginarlo.
—No lo sé, pero lo que está claro es que usted sigue tan vivo en su mente retorcida como el primer día, por eso necesito su ayuda, tal vez usted sea el único que pueda acabar con su locura.
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Serial Killer (Yeongyu)
Random*Obra Adaptada *Todos los derechos y créditos a: *Fanfic Yeongyu *Yeonjun Top, Beomgyu Bottom *Historia con contenido +18, sino es de tu agrado este tipo de contenido, solo retírate y si hay algún problema, con toda la educación dirígete hacia mi y...
