—¿Has podido identificar qué objeto usó para grabarles el nudo celta en la piel?
—Los muchachos del laboratorio han hallado partículas de acero inoxidable que se derritieron y se mezclaron con la piel de la víctima. — Frunció el ceño—. Es como buscar una aguja en un pajar, es un material altamente resistente al fuego y es utilizado en varias industrias, desde instrumentos decorativos hasta equipos quirúrgicos usados en medicina, y no olvidemos los utensilios de cocina más simples, puede haber usado cualquier cosa —aseveró.
—Comprendo. —Intento sonreír, pero las noticias no eran alentadoras—. Voy a centrarme en los pétalos de nomeolvides y en el simbolismo del nudo celta, tal vez encuentre algo allí.
—Buena suerte, preciosa.
—Hyunjin... —Se giró antes de abrir la puerta—. ¿Puedo pedirte un favor?
—Lo que quieras, esta mañana me he despertado más generoso que de costumbre.
—¡Deja de llamarme así!
Cuando Yeji cerró la puerta de la sala de autopsias, la risa de Hyunjin aún retumbaba por los pasillos de la morgue.
Beomgyu se quedó inmóvil, su respiración todavía agitada se detuvo durante una milésima de segundo. Clavó sus ojos castaños en el hombre que salía de su taller, y el sudor que le caía por el cuello pareció helarse sobre su piel.
Desesperado, desvió su mirada hacia la mesita que estaba junto a la ventana. Tal vez, podría llegar hasta ella y buscar la pistola que guardaba dentro del último cajón. Si no recordaba mal, él mismo la había cargado antes de colocarla allí, en caso de necesitarla en alguna ocasión, y aquel parecía ser el momento propicio.
Debía ser rápido para cubrir la distancia que la separaba de la pistola, pero le era imposible moverse ni siquiera una pulgada. Estaba petrificado por el miedo, sentía que las pesadillas que la atosigaban por las noches se habían convertido en realidad. Su corazón bombeaba frenéticamente dentro de su pecho, se pasó una mano por el cuello y, cuando el extraño comenzó a caminar hacia él, se recostó contra la puerta. ¿Dónde estaba Kai? ¿Acaso le había hecho daño a su amigo y venía por él? Podría correr si al menos las malditas piernas le respondieran. Creyó desmayarse cuando vio que él buscaba algo dentro del bolsillo de su chaqueta.
—Señor Choi, no se alarme. —Sacó con cuidado la placa y la extendió hacia él—. Soy el detective Yeonjun Kim de la División de Crímenes Violentos. —Era completamente consciente de que él se había aterrorizado al descubrirlo dentro de su casa.
Beomgyu podría haberse sentido aliviado tras saber que era policía, pero, muy por el contrario, aquello lo perturbo aún más.
—¿Dónde está Kai?
—¡Beomgyu! ¡Qué bueno que has llegado! —Kai entró en la sala, cargaba una bandeja con dos tazas de café humeante—. El detective Kim ha venido a verte.
Los ojos castaños de Beomgyu se ensombrecieron hasta volverse casi negros. «Kim», recordaba muy bien aquel apellido, pero no conocía al hombre que había sorprendido saliendo de su taller de pintura.
Kai dejó el café sobre la mesita y le sonrió a su amigo. Sabía, por la expresión poco amigable en su rostro, que aquella visita no le agradaba en absoluto. De inmediato, se dio cuenta de que lo mejor sería dejarlos a solas y, sin mediar palabra, regreso a la cocina.
Yeonjun dio dos pasos hacia él.
—Señor Choi, necesito que hablemos —dijo, con voz baja y vehemente.
Choi. Aquel era su apellido. Sin embargo, le parecía completamente desconocido. Después de su secuestro, le habían aconsejado que se lo cambiara por su propia seguridad, y no había tenido más remedio que acceder, sobre todo, para complacer a su hermano mayor quien, desde aquel hecho, la trataba como si en cualquier momento fuera a romperse.
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Serial Killer (Yeongyu)
Random*Obra Adaptada *Todos los derechos y créditos a: *Fanfic Yeongyu *Yeonjun Top, Beomgyu Bottom *Historia con contenido +18, sino es de tu agrado este tipo de contenido, solo retírate y si hay algún problema, con toda la educación dirígete hacia mi y...
