Inseparables ♡

☆ Capítulo 01 ☆

Era un lunes por la mañana y Dain se encontraba como de costumbre en los pasillos de la escuela, caminando rumbo a su casillero y quedándose allí mismo en la espera de sus amigas.

-Carajo, olvide avisarle a mamá que el auto esta defectuoso.- empezó a tantear sus bolsillos para encontrar su teléfono. -con un carajo, ¡también lo olvide!.- soltó un chillido de pura frustración, en ocasiones era muy despistada.

Estaba tan concentrada dándose de golpes contra el casillero que no noto la presencia de su mejor amiga detrás suyo.
Dain sintió un par de brazos aferrarse a su cintura, dándole un susto de muerte.

- ¡Por el amor de dios, Asa! Casi me da un puto paro cardíaco.- escucho la risa ahogada de su mejor amiga en su espalda, causandole un par de escalofríos.

-Oh linda Roro, ¿porque estas tan estresada, mmh?- susurró en su oído. Y una vez Rora trago el nudo en su garganta respondió.

-No lo estoy, solo me asustaste.- dijo mientras se daba la vuelta, enredando sus brazos alrededor del cuello de su amiga. -tambien puede que olvidara mi teléfono en casa y jodiera el auto..., de nuevo.- mientras hablaba se restregaba más contra el cuerpo de su mejor amiga, pareciendo un lindo gatito, haciendo a su amiga sonreír de ternura.

Este tipo de acercamientos eran muy normales en ambas o al menos lo más normal para ellas, estaban tan acostumbradas a ser así de cercanas.

Y aun así a Rora siempre le temblaba todo.

-Asa.-dijo susurrando y enterrando más su cara entre el hueco del hombro y cuello de su mejor amiga, lo cual era un poco difícil dado a la diferencia de altura, siendo Dain mas alta-¿qué pasa linda?- Rora sonrió en grande al escuchar ese apodo tan tierno por el que su amiga siempre la llamaba.

-Aun tenemos una platica pendiente.- Y esta era una de esas veces en las que Rora trataba de hacerle ver sus sentimientos a Asa.

-No, Dain, no hay absolutamente nada de que hablar, creí que ya lo habías entendido.- dijo separándose del abrazo que aun las unía. Y es que para Asa era imposible ver a Dain con otros ojos, eran mejor amigas y ella era feliz así.

Asa no estaba enamorada de Rora, no la amaba de la misma forma y parecía que eso a Rora no le importaba, pues nuevamente sacaba el tema.

-Pero necesito que me escuches, realmente tengo mucho que decirte y explicarte, no puedes hacer como si nunca me hubiera confesado.- Rora jugaba con sus dedos nerviosa, evitaba mirar a Asa a la cara, no quería que viera el dolor que le causaba su rechazo.

-Tienes que entenderme Roro, yo nunca te he visto de esa manera, eres como una hermana para mi.- y si, al decir eso era más que obvio que el corazón de Dain dolía. Asa se alejo sin más, tomando camino a su primera clase y dejando a Dain con su corazón latiendo de dolor y claro, de amor.

¿Porque sigo intentándolo? Ella nunca me hará caso, ¿pero es realmente difícil amarme? ¿oh ella simplemente no siente nada por mi? Pero como puede decir que no, si ella supiera lo que provoca en mí. Porque carajo, ¿qué pasa con esas miradas y sonrisas que me daba?. Si es obvio que para ella no significan nada, pero a mi me hacen sentir un millón de cosas.

¿Y que pasa con la forma qué tiene de aferrarse a mi? ¿Tampoco significa nada?
¿Realmente no es nada? y solo soy yo la tonta enamorada. Bueno probablemente si.

Dain estaba tan perdida en sus pensamientos que nuevamente no noto la presencia de sus amigas. Pero ellas si que notaron algo, Dain se miraba tan triste y dolida, y aunque no desprendia ningún olor, ellas lo sabían.

La primera en acercarse fue Ruka, tomando entre sus brazos a la dulce chica. -¿Que pasa, Roris?- Soltó apenas tuvo a la chica en sus brazos, apretando y moviendo de lado a lado a su amiga.

Rora sonrió entre el abrazo de la alfa, ella amaba a sus amigas, siempre se preocupaban y cuidaban de ella. -No es nada unnie, solo creo que hice enojar a Asa, de nuevo.- dijo todo en un tono muy bajito, que si no fuera porque sus amigas se acercaron más, no escuchaban nada.

-¿Volviste a querer tocar el tema de tu enamoramiento con ella?- pregunto Rami, que era la que estaba más cerca a ellas.

-Ujum...yo solo quería explicarle mejor, siento que no he podido decir tanto, pero ella no me escucha y te-tengo que respetarla, da-darle su espa-cio.- Las lagrimas se hicieron presentes mientras la niña hablaba. Ella podía sentir como su corazón se hacía más pequeño acausa de todo el dolor que sentía, y es que ella realmente amaba a Asa, ella era su predestinada, Dain lo sentía, realmente lo creía. Y le dolía saber que Asa no sentía lo mismo.

Sus amiga se acercaron y se unieron al abrazo que mantenían aun Ruka y Rora, apretando y llenado de amor a la segunda menor del grupo. Las chicas hicieron contacto visual, teniendo una charla telepaticamente, mientras se señalaban con los ojos mutuamente, todas apuntando a una persona.

Rami rodó los ojos, a ella siempre le tocaba ir detrás de Asa, y sabía que su amiga estaría muy probablemente molesta. Y no es que a Asa no le importaran los sentimientos de su mejor amiga. Rami sabía que no era así, pues si por algo ella era siempre la elegida para esto, era justamente porqué se entendía con la chica. Asa le contaba todo, ellas eran muy unidas, tenían un vínculo diferente al que Asa mantenía con Dain.

Así que no le quedo de otra más que ir hacia ella. Apretó un poco más a la menor y salio en busca de Asa.

Dain se separo un poco de sus amigas y las miro, dándoles una de sus tiernas sonrisas. -Gracias chicas, no saben cuanto las quiero.- sus amigas la miraron con ternura y cariño y no dudaron en abrazarla nuevamente.

-Sabes que no debes agradecernos unnie, somos tus amigas.- dijo la menor del grupo.

-Si, nosotras siempre vamos a estar contigo, Roris.- esta vez fue Pharita la que habló.

-Lo se, pero nunca esta de más recordarles que las quiero mucho.- Dain se ajusto la mochila y seco el rastro de lágrimas que tenía, soltando un suave suspiro y después sonriendo. -bueno, ahora vayamos entrando al salón, que el profe es un amargado.- las chicas soltaron unas risitas y emprendieron camino al salón.

-Bueno, nosotras tenemos clase de idiomas, así que nos vemos a la hora del almuerzo.- Ruka y Rita se despidieron y tomaron camino a su salón, quedando solamente Canny y Rora. Rami y Asa también compartían clases en el mismo salón, así que no les tocaba juntas.

-Vamos entonces, unnie.- tomando la mano de Rora, Chiquita las encaminó a su infierno, matemáticas.

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