Capítulo 6 - El Regalo

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La habitación de Louis se encontraba a oscuras y las gruesas cortinas impedían el paso de la luz, el reloj de la mesita auxiliar marcaba las 12:30 pm. Sobre la cama, Lin-Q se encontraba acostada sobre el pecho de Louis, ambos a medio arropar y abrazados; la noche anterior había sido algo "Movida" si se quiere, muchas ginebras y demasiadas vueltas en el parque de atracciones. 

Lin-Q comenzó a removerse, estaba a punto de despertar y este movimiento hizo que Louis se despertara antes y la viera acostada sobre él «una posición muy comprometedora» pensó. En especial por ella, estaba aferrada a su cuerpo semi desnudo, aprovechó la oportunidad para acariciar sus sedosos y largos cabellos negros, y detallar sus pestañas, eran más largas de lo que creía; hermosas sin duda, pero justo cuando estaba mirándola ella despertó.

― Buenos días ―sonrió Louis sin dejar de abrazarla. 

― Buenos días ―respondió Lin aturdida y con un dolor de cabeza que la mataba, no fue hasta pasado unos segundos que notó lo más obvio, estaba acostada en la misma cama con Louis; se sentó de prisa con las piernas cruzadas― ¡¿Qué pasó anoche?!   ―preguntó evidentemente acelerada, pasando ambas manos por su rostro y luego por su cabello peinándolo hacia atrás.

Louis sonrió de nuevo por su actitud y se apoyó mejor en la cama, sentándose recostado del espaldar de madera sobre un montón de almohadas.

―¿De verdad no lo recuerdas? 

― ¿Qué no recuerdo que? ―dijo preocupada.

― Anoche, tu y yo, ya sabes ―respondió divertido.

― No te creo―balbuceó abriendo los ojos de par en par.

― Es verdad, como puede ser que no te acuerdes si lo pasamos tan bien ―y era verdad, él no lo podía creer, si Lin no mentía todos los momentos maravillosos de la noche anterior se habían ido a infierno y con ellos sus deseos de cambiar su forma de ser aunque fuera un poco.

― Es que no es posible, yo no bebí tanto, no creo ―dijo dudosa tratando de recordar― Bueno no lo suficiente para terminar haciendo nada contigo. 

― Te pregunto, ¿de verdad se te hace tan malo haber despertado conmigo? ¿así? ―Louis señaló su cuerpo y volvió a sonreír.

― No, pero... ―cambió rápidamente de opinión― Si, si es malo, se supone que yo debo ser quien te cambie a ti de imagen, de todo. No al revés. ―las mejillas se le comenzaban a poner rápidamente de un tono carmesí, no podía creer que comenzaba a ver a ese chico loco con otros ojos.

Louis notó rápidamente este hecho, sus fans se ponían igual de rojas y tartamudeaban cuando lo veían. Lin, por el contrario solo se ponía roja, era muy "estable y controlada" incluso para dejar escapar eso; sin miramientos se arrodilló sobre la cama y luego de un leve empujón hizo que Lin se acostara de espaldas, quedando ambos luego atravesados, el sobre ella.

― ¿Qué haces Louis? ―preguntó tratándose de zafarse del agarre, este la tenía con las manos sobre su cabeza y su cuerpo sobre el de ella, inmovilizándola.

― Solo trato de hacerte recordar. ―habló pícaro, junto a sus labios.

― No hay nada que tengas que hacerme recordar, además no te creo Tomlinson ―Lin trataba de sonar segura pero el asunto se volvía cada vez más difícil, no es fácil se retenida por él, no así.

― ¿Por qué no me crees? Si soy un chico tan sincero, honesto y codiciable ―Louis no paraba de sonreírle, en su mente ya se había ideado un plan para usar la falta de memoria de Lin como una forma de retenerla, de igual manera no había testigos que dijesen lo contrario.

Sin LimitesWhere stories live. Discover now