Imaginas: 1D/5SOS

Michael

Me acerqué lentamente a el, sin poder creer de que era real. Por fin, después de tanto tiempo de espera, tenía a Michael Clifford frente a mi. Y no, no lo veía a través de una pantalla. Llevaba una camisa de a cuadros azul, y su gorra puesta al revés color negra. Se veía perfecto. Mis manos sudaban y al caminar empezaba a desconfiar de mis piernas, sabiendo que me caería si diera un paso en falso. Mi respiración comenzó a ser más rápida y podía escuchar los latidos de mi corazón.

El estaba ahí, tomándose fotos con fans y sonriéndoles. Finalmente podía verlo sonreír, y las mariposas comenzaban a volar en mi estómago ¿mariposas? tenía una maldita jungla ahí dentro.

Al llegar a estar a menos de un metro de el, me volteó a ver. Su bello pelo teñido de rojo se sacudía a causa del viento, su sonrisa haciéndose mas grande aún y yo no podía creer que tanta perfección se podía hallar en una persona. Lo abracé, lo abracé lo mas fuerte que podía y el me respondió el abrazo. Olía realmente bien y yo tal vez olía a caca por haber caminado los últimos treinta minutos sudando incontrolablemente a causa del calor. Las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos y no pude detenerlas, estaba feliz. La razón por la que había seguido adelante estaba aquí, abrazándome, y no tenía palabras como para agradecerle por lo mucho que me ayudó.

"Oh mierda, no llores, por favor, sonríe." Solté una risita al escuchar su acento australiano, el acento que llevaba mucho tiempo escuchar en persona. Y sonreí.

"Te amo tanto." Me las arreglé para poder decir esas tres palabras. De seguro me veía como una idiota llorando, pero en realidad no me interesaba.

"Igual yo." Me abrazó por unos segundos mas, unos segundos que se sintieron como años y esperaba nunca poder deshacerme de ese abrazo, pero lamentablemente me soltó.

Me agarró delicadamente la cara, tocó mi nariz haciéndome reír, y limpió las lagrimas que estaban en mis mejillas.

"¿Te puedes tomar una foto conmigo?" pregunté tartamudeando un poco, estaba nerviosa, pero ahora me sentía un poco mas calmada con el.

"Claro." Tomó el iPhone que estaba en mi mano y le picó al ícono de la cámara. "Di 'queso'" rió, y tomó una foto. Al ver que no me daba el iPhone supuse que tomaría otra, y así fue, pero en esta me daba un beso en la mejilla y sentía que estaba a punto de desmayarme ahí mismo. Sus labios se sentían suaves, pero decididos a darme el beso en la mejilla. Al sentirlos tocar mi piel, me desvanecí y juro que si no me hubiera abrazado del poste que estaba a mi lado me hubiera caído de la emoción. Jugó un poco en mi iPhone y me lo devolvió unos minutos después.

Y eso fue todo, este era el final. Lo abracé fuertemente, "Abrázame fuerte, porque esta probablemente será la última vez que me veas." dije llorando. Sus brazos me envolvieron fuertemente, y yo deseaba nunca escaparme de esos brazos.

Después de un tiempo, me alejé de el. Tapándome la cara con las manos para que no me viera soltar mas lagrimas, cuando logré calmarme un poco mas, quité las manos de mi cara y lo vi, con su mirada preocupada y estoy segura de que no hay nadie que se pueda ver mas tierno que el haciendo esa carita.

"Adiós, Clifford. Gracias por ayudarme a levantarme cuando estaba abajo, eres un ángel." Dije volteándome y comencé a caminar, antes de arrepentirme y volver a sus brazos. Pero ya lo había molestado lo suficiente, tuve la suerte de estar al menos cinco minutos con el y de intercambiar palabras. Eso era suficiente para mi.

"Adiós, linda." Lo escuché decir a lo lejos, y mi corazón no dejaba de latir rápidamente, pensando que tal vez se me iba a salir ahí mismo y que moriría gracias a su ternura.

Cuando estaba ya en mi camino de vuelta a casa, una notificación llegó a mi celular, un tweet de Michael. Le piqué a la aplicación para que me mostrará el tweet. "Hoy conocí a la chica más tierna." decía el tweet. Y yo comencé a llorar como loca. A reír y a sonreír como psicópata. ¿Hablaba de mi? Pero, ¿qué no conoció mas fans aparte de ti hoy? recordé. Obviamente, no era yo.

Regresé para ver las fotos que tenía con Michael y vi que notas estaba abierto. Entré curiosamente, yo nunca usaba notas. Cuando entré, había una nota escrita.

« Eres preciosa, recuérdalo. » decía la nota, aparte de un número celular que supongo que era de el.

Cuando pensaba que mi corazón ya no podía latir más rápido no estaba en lo correcto.

Y desde ahí, nuestra historia comenzó...