El amanecer del último día en el oasis trajo consigo una brisa cálida que acariciaba las mejillas de Jimin mientras se preparaba para partir hacia la cueva de los loros junto a Jungkook y los demás. Había algo diferente en el aire, una sensación de paz y expectación. Tal vez era el eco de sus emociones, que con cada hora en aquel paraíso se habían ido acomodando en su corazón.
Jimin se encontró al lado de su esposo, ambos caminando en silencio. Aunque no hablaban, sus pasos eran acompasados, como si estuvieran sincronizados de una manera que antes no habían notado. Taehyung iba unos pasos detrás, con la mirada ligeramente perdida. Yoongi, quien prometió un día antes acompañarlos, había partido temprano esa mañana a navegar en busca de los mejores pescados para el festín real. Jimin notaba la tristeza en el semblante de su amigo, pero decidió no intervenir, sabiendo que Taehyung prefería mantener sus emociones resguardadas.
Cuando llegaron a la cueva, la madre de Yoongi los esperaba con su inconfundible porte sereno. La anciana los guió por el sendero hacia el interior, donde las paredes estaban cubiertas por un caleidoscopio de colores: los loros, en toda su variedad, revoloteaban y graznaban, llenando el espacio con vida y magia. Los sirvientes se mantenían en el exterior, dejando a los príncipes y a la anciana disfrutar de la experiencia más íntimamente.
—Dicen que esta cueva es el corazón del oasis —comenzó a relatar la mujer, con una voz suave pero cargada de sabiduría—. Y que este lugar fue creado por los dioses como un refugio para los enamorados. Los loros, con sus colores y su canto, son los guardianes de ese amor.
Jimin observó los movimientos de los pájaros, perdido en los detalles del relato, mientras Jungkook, a su lado, mantenía la mirada fija en él, como si quisiera grabar cada expresión en su memoria. Sus pasos se detuvieron al llegar a una pequeña apertura iluminada por rayos de luz que se filtraban desde la cima de la cueva. Era un lugar mágico.
Un loro azul y dorado voló directamente hacia Jimin, posándose con delicadeza en su hombro. El rubio dejó escapar una pequeña risa, sorprendido por el gesto del ave, mientras Jungkook lo observaba con una sonrisa que no pudo disimular. Los demás miraban con atención, la escena era tan natural y encantadora que nadie se atrevió a romper el momento.
El ave permaneció allí unos segundos antes de levantar vuelo nuevamente. Esta vez, aterrizó en el hombro de Jungkook, quien parpadeó, sorprendido, mientras una leve carcajada escapaba de su garganta. Los murmullos de asombro llenaron el espacio, y la madre de Yoongi, con una mirada cargada de significado, rompió el silencio.
—El oasis y sus animales les han dado la bendición de su relación —declaró con solemnidad.
Los ojos de Jungkook brillaron intensamente mientras los dirigía hacia Jimin, quien aún estaba procesando las palabras de la anciana. El rubor se extendió rápidamente por las mejillas del rubio, y aunque intentó desviar la mirada, se encontró nuevamente atrapado por la intensidad de los ojos oscuros de su esposo.
—¿Lo escuchaste? —murmuró Jungkook, dando un paso hacia él. —El oasis nos ha bendecido.
Jimin tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta mientras asimilaba lo que acababa de ocurrir. Aunque sus labios temblaban por las emociones encontradas, logró esbozar una sonrisa.
—Supongo que no podemos contradecir a los guardianes del oasis —respondió, con un tono tímido pero sincero.
[...]
Más tarde, cuando regresaron al hostal después de explorar la cueva, Jimin se encontró a sí mismo caminando al lado de Jungkook. La tensión entre ellos, que antes parecía tan palpable, ahora era más ligera, casi reconfortante.
—¿Qué harás cuando volvamos al palacio? —preguntó Jimin de repente, rompiendo el silencio. No era una pregunta profunda, pero necesitaba decir algo para distraerse de los pensamientos que lo perseguían.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
Destino Flechado ↑Kookmin↓
ФанфикшнPark Jimin, un doncel considerado rebelde es obligado a comprometerse con algunos de los candidatos presentes. Jeon Jungkook un príncipe que debe comprometerse para asumir su rol como futuro Rey. Dos príncipes negados a casarse pero con una obligaci...
