23: Capítulo 22

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Capítulo 22

El mensaje de Raoul Davini lo había dejado claro. Incluso los organizadores del BackStreet estaban preocupados por los sospechosos ajustes que se estaban llevando a cabo en Noé. A pesar de que, en su discurso, la Secretaria de Estado hubiera asegurado que nada alarmante estaba ocurriendo, el programa de austeridad adoptado por el gobierno, de forma tan repentina, estaba sembrando la alarma.

El aire crujía con la espeluznante sensación de que algo andaba mal. Por esa razón, los organizadores del BackStreet lo habían adelantado casi un mes, y Raoul Davini se había asegurado de comunicárselo a Sooz junto con una renovación de su invitación.

Ella los había criticado amargamente en un principio. Su humor durante ese mes no había sido ninguna maravilla. La reconciliación con Driamma había mejorado las cosas, pero la decadencia de Noé comenzaba a hacerse dolorosamente visible, sobre todo para ellas, que sabían exactamente lo que estaba ocurriendo. Además, su no-relación con Elek se había convertido en su principal angustia. Como a menudo ocurría, ahora que lo había perdido lo quería más que nunca. Por todas esas razones, la chica se negó por completo a acudir al evento.

Ash, que había empezado a cogerle el gusto a las novedades y a las primeras veces, sobre todo ahora que se veía con un inexperto pie en la tumba, estaba resuelta a no perderse nada. Había insistido, en nombre de sus cortas vidas, que merecían una noche de equivocaciones más que nunca.

Driamma, que había perdido más del ochenta por ciento de su energía vital después de lo de Bronte, se debatía entre la apática indiferencia con que enfocaba todo, y la decisión final de acudir, cuya razón máxima, Ash sospechaba, era esa pequeña e ínfima esperanza de que su hermano aún viviera con otra identidad en Noé.

Nunca mencionó ni habló de esa esperanza, pero Ash podía verla en sus ojos cuando visitaban la ciudad. Un pequeño brillo, cada vez más tenue, que la hacía mirar a su alrededor y observar a todos los jóvenes de la edad y constitución de su hermano. Era descorazonador. Pero, al fin y al cabo, la chica no lo había visto muerto, y Ash sospechaba que algo en su interior aún gritaba que su amado hermano seguía con vida.

No hablaba mucho de sus sentimientos al respecto. Siempre que le preguntaban como estaba, respondía lo mismo:

―Como si una guerra nuclear me hubiera dejado completamente huérfana.

A las nueve de la noche del viernes se apearon de la cápsula en una de las estaciones de la ciudad de Noé. La estación estaba apenas a diez metros del lugar que Sooz había estipulado con Davini. Un parque que durante el día servía de recreo para los moradores de la zona, pero que a esas horas de la noche estaba desierto.

Ash agudizó la vista y, a lo lejos, en la zona más externa e iluminada del parque, pudo ver las sombras de un corredor haciendo jogging, y a una pareja paseando por el camino de tierra.

Se detuvieron delante de un enorme roble. Sooz miró a su alrededor, pero estaba claro que estaban solas.

—¿Dónde demonios está Davini? —Exclamó irritada—. Uno esperaría que alguien perfecto fuera también puntual.

—¿Alardeando de cita?

Las tres chicas escucharon claramente la voz, pero no fueron capaces de localizar la fuente. Era como si el mismo árbol lo hubiera dicho.

—Aquí arriba —repitió la voz.

Ash levantó el mentón, concentrándose en escudriñar la copa del árbol para localizar al emisor. Veinte segundos le bastaron para encontrarlo sentado tranquilamente en una gruesa rama del árbol. Su espalda estaba apoyada en el robusto tronco principal, con serenidad, como si no le costara esfuerzo alguno mantener el equilibrio.

SECBRA©: Libro 1 de la trilogía "DESTERRADOS" (Completa)Where stories live. Discover now