El fin de semana llego, y sentí un delicioso respiro en mi pecho, deseaba muchísimo que llegara, hoy era la fiesta en casa de Emilia, todo el instituto estaría allí, y mucha gente de afuera también. Tenia la firma de que iba a ser la locura. Las fiesta de mi amiga siempre lo eran.
Mis papas no estaban demasiado emocionados, con el hecho de que me fuera de fiesta, pero después de decirles que ya era mayor de edad que no se entrometieran, no les quedo mejor opción que dejarme ir, aunque eso no me libro de la charla de sexo seguro y no conducir ebrio. Todos los putos fines de semana era lo mismo, los amo, pero me cansan.
Lil Wayne se escuchaba a todo volumen por el vecindario, aun me faltaban dos manzanas por llegar a la casa, y la musica ya estaba a tope, sonreír, me divertire en grande.
Cuando me estacione, la fiesta ya era un caos y ni si quiera eran las diez de la noche, camine hasta la entrada, y un huracán de olores me invadió, me acerque a la barra improvisada que había en la esquina de la sala de estar y me pedí un sexo en la playa, quería prender motores. Reconocí a algunas chicas que me había tirado por ahí y me sonreían haciéndome ojitos, pero las ignore de manera olímpica, no me gustan las demostraciones de afecto en publico, de la única que me dejaba tocar de manera casual era a Emilia.
Me encontré con un par de amigos, Lucas y Daniel. Estaban con unas chicas bastante guapas, pero se notaban que tenia máximo quince años, y la verdad no me gustan tan pequeñas, el maquillaje y el vestido les ayudaban a aparentar mas, pero sus cuerpos no disimulan su edad, soy un experto en cuerpos.
Invite a una morena que nunca había visto en mi vida a bailar, la verdad era preciosa, no me negaría echar un polvo con ella,bailamos un par de canciones, mientras ella restregaba su trasero en mi paquete y pues soy hombre así que acepte encantado, me acerque a donde mis amigos, estaban fumando un poco de yerba, y me uní a ellos, estuvimos un rato compartiendo la pipa, cuando la morena con la que estaba bailando, creo que se llama Valería, me toma de la mano, y me dedica una sonrisa picara, se lo que quiere y yo igual. Sexo.
Caminamos hasta la parte trasera de la casa, no había personas a este lado de la casa así que estábamos solos, se acerca a mi de una manera coqueta, la tomo por las caderas y la acerco a mi pecho, le sonrió juguetón y la beso con pasión, literalmente le devoro la boca, ella lo hace de la misma manera, separo nuestros labios, dejo un camino de besos desde su mejilla hasta la parte trasera de su oreja, le muerdo el lóbulo y suelta un gemido débil, que enciende mas mi libido, con su mano derecha empieza acariciar mi miembro, le beso el cuello, suelta mis vaqueros, los baja un poco junto con mis boxers, me masturba un poco y me siento plenamente excitado, pongo mis manos en sus hombros y la empujo hacia abajo, ella entiende el mensaje, me da un beso rápido en los labios y se pone de rodillas ante mi, mi pene queda a la altura de sus labios, saca la lengua y la pasa por la punta que esta brillosa, no deja de masturbarme y de jugar con mis huevos, enrredo mis manos en si cabello, y la pego mas a mi entrepierna, lo lame todo, juguetea con su lengua, para después metérselo a la boca, comienza a chuparme la verga, de una manera loca y desesperada, enreda nuevamente su lengua en la punta. Y así empieza una secuencia chupada, lametazo, chupada. La tomo con fuerza de la cabeza y siento que estoy por venirme dentro de poco, sigue chupandomela.
- Es...Estoy ... Por venir..me -Digo agitado y entre gemidos, no se aparta y sigue mamandomela, me dejo ir dentro de su boca. Nos levantamos y nos reponemos un poco, le doy beso en los labios.
Cuando entramos a la casa, todos seguían haciendo lo mismo, Lucas y Daniel con las dos nenas, Emilia manoseandose con el tal Miki, y Roger con una rubia cachondeando, no envidio nada, siempre consigo primero chicas y me llevo a las mas guapas, y esta vez no fue la excepción, la morena esta buenisima y me hizo una mamada excelente. Me hago el tonto y le digo a la morena que voy por unas cervezas, me sonríe de oreja a oreja. Pobre ilusa.
