Celeste Lewis. (Pasado)

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Por Gracie.

Me disponía a huir esa misma noche, ya no podía aguantar un día más en este asqueroso lugar. Tenía todo listo: comida, ropa y dinero. Solo tenía que esperar a que apagaran las luces y saldría por la ventana. Luego me buscaría una habitación y algún sitio donde trabajar. - En fin- pensé. Me disponía a descansar los ojos cuando un ruido capto mi atención. Era la irritante voz de Karla anunciando la llegada de una niña nueva. - Qué raro- me dije. Salí de la habitación y observe desde el holl el espectáculo. Era una niña rubia de no más de 6 años, lo raro es que aquí no traen niños pequeños. Aunque sea un orfanato solo hay residentes mayores de 9 años, ¿Por qué? Fácil todos conocen a Karla, la idiota que maltrata a los niños, aquí solo traen gente que se pueda defender, lo irónico es que nadie lo hace y todos guardan silencio. Se preguntaran porque nadie hace nada respecto a esa bruja, ella se asegura que todos los niños le tengan tanto miedo que no puedan decir nada.

- ¡REUNANSE!- grito Karla y acto seguido todos los niños estaban alrededor de esta.

La horrible mujer llevaba a rastras a una pequeña niña rubia, de ojos azules y una tez tan pálida, que era casi transparente. La pequeña tenía los pómulos irritados y los ojos hinchados de tanto llorar. Tenía miedo podía verlo en su mirada. La chica se aferraba a un monito que llevaba en sus brazos con el cual trataba de ocultar su rostro. Karla la puso frente a todos y le recito las reglas del lugar, entre las cuales se hallaba no tener juguetes, acto seguido la mujer le rapo el muñeco a la rubia. Las lágrimas comenzaron a inundar esos tristes ojos azules que no lograron controlar el llanto. No paso ni un segundo cuando Karla le golpeo la mejilla derecha, dejándole su mano marcada.

- Está prohibido llorar - la niña trata de calmarse pero en vez de eso llora aún más. Karla la golpea una segunda vez. Esta vez con más fuerza dejándola en el suelo. Pero Karla no está satisfecha -la pateara - pienso. En menos de un minuto estoy en la planta baja interponiéndome entre esa bruja y la frágil niña. Me ve directo a los ojos con una mirada cargada de odio.

- Apártate - ordena con esa fría voz. Cruzo los brazos y me preparo para lo que viene.

- ¿o qué?- la reto, y disfruto como sus ojos se abren de par en par dejándola llena de sorpresa.- no te tengo miedo- decir esto provoca una oleada de murmullos y miradas aterradoras entre los presentes.

- No te atrevas a retarme- sentencia.

- Ya lo he hecho.

- Bien, ¿a eso quieres jugar?-con su mirada envenenada trata de intimidarme, pero no funciona, nunca nadie ha logrado intimidarme.- bien, se acabó el show - con esto finaliza y se va. Los niños completamente atónitos por el espectáculo salen de allí y observan desde la seguridad de sus habitaciones. Me giro, la niña se halla contra la pared, abrazando sus rodillas intenta consolarse mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas hinchadas. Me mira con los ojos llenos de horror y miedo, veo que esta confundida. Me acerco con cuidado y en un susurro le pregunto.

- ¿Cómo te llamas?

- C...ce...cele...celes...t...te- dice entre sollozos.

- Celeste, no te hare daño, ven conmigo.- le tiendo mi mano, ella me observa, piensa en mi propuesta por un minuto y al final decide tomarla. La guio con cuidado por el lugar hacia las escaleras. Al llegar a estas veo como sube con dificultada.

- ¿cómo te sientes?- que pregunta tan estúpida, lose pero no sé cómo tratar con niñas pequeñas.

- Me duele- susurra y señala el costado derecho de su cuerpo. Estiro los brazos hacia ella para poderla cargar.

- ¿puedo?- en respuesta tiende sus brazos hacia mí. La rodeo por la cintura y ella me rodea por el cuello. Camino con precaución hasta el cuarto que ocupo. Al entrar cierro la puerta tras de mí y la recuesto sobre la cama. Tiene el pómulo izquierdo hinchado y una pequeña cortada sobre el mismo.

- Iré por hielo y un botiquín, no salgas.- asiente y salgo de allí.

Recorro el lugar hasta llegar a la cocina. Allí encuentro a una mujer anciana y a otra más o menos de mi edad. La anciana me ve con una mirada asesina.

- Está prohibido entrar aquí - me dice sin emoción.

- Lose pero es importante, Karla golpeo a una niña necesito hielo y un botiquín.- la mujer mayor le hace una mirada a la chica, y se aparta a terminar la comida. La joven saca un paquete de hielo del congelador y se acerca a mí.

- Ten, el botiquín esta junto a la oficina de la señora Karla.- la joven me da una última mirada cargada de tristeza y pesar, acto seguido se aleja a terminar sus tareas. Me dirijo al lugar indicado por la joven y tal cual ella dijo, allí estaba el botiquín. Lo tomo y justo cuando me disponía a irme, veo que la oficina de la bruja está vacía. Echo un vistazo desde afuera, en un estante veo el muñeco de Celeste. Está prohibido entrar...pero...hoy ya rompí una regla...pero...debo entrar. Con cuidado tomo el muñeco y me disponía a salir...pero allí estaba el historial de la rubia...arhg....amo romper las reglas. Tomo la carpeta y salgo de allí deprisa.

Al llegar a la habitación, Celeste está observando por la ventana.

- Hola - me saluda ya más tranquila.

- Hola- respondo - te traje algo -le enseño el muñeco, sonríe y por un momento su rostro se llena de alegra, toma el juguete  y lo abraza.

- Gracias - dice con sinceridad. Le devuelvo la sonrisa.

- Ven - me siento en la cama y ella frente a mí. Abro el botiquín, saco lo necesario para desinfectar y curar la herida de Celeste. Unos minutos después esta recostada sobre la cama con una curita en la herida y la bolsa de hielo sobre la hinchazón.

- ¿qué va a pasar conmigo? . pregunta con timidez la niña.

- No lo sé- admito

- Y... ¿Qué pasara contigo?

- Creo que... en realidad no lo sé. Antes de tu llegada me disponía a huir esta misma noche.- me mira unos minutos y finalmente dice:

- Tengo sueño- tomo la bolsa y la coloco sobre la mesa de noche.

- Dormirás aquí, no es seguro que te quedes sola- solo asiente y se envuelve en las cobijas abrazando aquel peluche. Espero unos minutos a que se duerma y tomo la carpeta. Me siento en el suelo y comienzo a leer.

Su nombre completo es Celeste Lewis nació en Inglaterra, su familia decidió mudarse 2 años después de su nacimiento. Sus padres, Marie y Robert, eran dos exitosos músicos, que viajaban continuamente obviamente con su pequeña hija, vivieron en países como Canadá, Brasil e Irlanda, luego al cumplir la niña 6 años decidieron venir a vivir en Nueva York. Desafortunadamente unos seis meses después la familia Lewis tuvo un accidente automovilístico, el cual le costó la vida a Marie y Robert. Celeste quedo inconsciente por casi dos meses, luego cuando despertó no tenía a donde ir por lo cual la trajeron aquí.

Al final del expediente hay dos fotos, una de Robert, y otra de Marie, supongo. Esta última es la viva imagen de Celeste. Guardo la carpeta nuevamente en el morral. Es casi media noche, debo dormir. Apago la luz y me acuesto junto a la chica quien duerme profundamente. Pienso en lo que paso hoy, en menos de 24 horas mi vida había dado un vuelco y me encontraba en una de las situaciones más difíciles. Debía tomar una decisión y cualquiera que fuese cambiaria mi vida.
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Hola de nuevo:)
Como estan ?
El próximo capitulo sera narrado también por Gracie adaptado a su pasado ( continuación de este). 
Gracias por leer.
Nos leemos !
MP

Just You, Spencer Reid. ( Editando )Where stories live. Discover now