Capítulo 1: Simplemente, un comienzo.

36 4 0
                                    

Era 26 de julio, un día que prometía ser como todos, hacía demasiado calor, un sol envidiable para muchos, pero no tanto para mí. Me levanté a la misma hora que todos los días. Todavía no eran las 7:45 cuando yo ya estaba planeando qué iba a hacer ese día. En realidad ése no era un trabajo costoso, ya que estaba acostumbrado a hacer todos los días lo mismo, aunque a partir de ese día todo iba a cambiar.

-Primero me levantaré, me ducharé y después desayuno, si todo va bien no habrá nadie despierto. Después puedo encender el ordenador y jugar a videojuegos, o simplemente, salir a dar una vuelta, seguro que no hay nadie por la calle. -Me dije a mí mismo.-

Y eso hice, me duché, desayuné, y como había previsto, no había nadie despierto, me sentí como si hubiese vuelto a ganar en ese juego al que sólo jugaba yo, pero que llevaba ya todo el verano jugando.

Encendí el ordenador, abrí una ventana y me pregunté si me apetecía jugar, curiosamente, no estaba seguro de querer. Salí al jardín para comprobar si hacía mucho calor y también para escuchar si se oía ruido por la calle. Corría algo de viento, que hacía que el calor no se notase tanto. Además, tampoco se escuchaba el posible barullo que forma la gente al andar, hablar o simplemente al estar ahí. Me dio la sensación de que estaba yo solo, con los sonidos de los pájaros de fondo, pero yo solo.

Decidí salir a dar una vuelta, ver el triste pueblo en el cual vivía, que además de vivir también odiaba a muerte.

La historia de un cualquiera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora