miles ☹ chandler riggs

i'm sorry. ☹

Narrador Omniscente

Chandler y Jade se encontraban en la heladería. Pidieron un helado y, tomados de la mano, se dirigieron a unos asientos hasta sentarse. Jade estaba nerviosa acerca de lo que quería platicarle su novio, pues no era la primera vez que se sentía así, si no, desde hace ya una semana cuando su novio le había dicho que tenía que decirle algo importante. Le asustaba más el estado de su novio, él, desde hoy, permanecía serio, pero con ella era completamente diferente. Con ella era tierno, aunque se le podía notar desde lejos que algo le pasaba. Jade se percataba de eso. Sin embargo, él buscó un lugar no tan correcto para decírselo. La heladería no estaba llena, pocas eran las personas que estaban allí. Chandler tomó una cucharada de helado y la llevó a su boca y Jade hizo lo mismo. Chandler miró a Jade con preocupación y tristeza, no quería darle aquella noticia que, sin dudarlo, la devastaría. Eso era lo mismo que reflejaban los ojos de la castaña. Chandler y Jade eran el uno para el otro y, separarlos, era como sacar una parte del otro.

— Bien, Jade. —Chandler suspiró.

— ¿S-sí? —preguntó ella nerviosa.

Chandler notó la preocupación de su novia, se sentía terrible por hacerla sentir así. Colocó su mano encima de la de Jade y le dio un ligero apretón junto a una sonrisa.

 — Hey Jade, cálmate, ¿sí? no te pongas nerviosa, por favor. —dijo Chandler con una pequeña sonrisa.

— ¿Terminarás conmigo? —soltó ella de repente con la cabeza gacha mientras lo miraba a los ojos, Chandler no pudo evitar sonreír al ver lo tierna que era su novia.

— No, no, nada eso... —hizo una pausa y suspiró—. Bueno...

— ¿Qué ocurre? —le preguntó ella interrumpiéndolo con preocupación. Apretó más el vaso con el helado, producto de su nerviosismo.

En ese momento Chandler se arrepintió de decirle, pero él sabía perfectamente que tenía que hacerlo. No quería lastimarla, pero tampoco quería ocultarle la verdad hasta que llegara el momento. Era mejor prevenir que lamentar. Tomó un gran suspiro y miró a su novia a los ojos.

— Mis padres están planeando mudarse a Atlanta. 

Jade miró a su novio fijamente sin poder creer lo que él había dicho, no quería llorar, no ahora. Trató de aguantar las lágrimas, pero su corazón comenzó a latir rápidamente y el miedo recorrió sus venas. Ella tenía miedo. Mucho miedo. No quería volver a lo de antes, no quería que nadie la molestara, le dijeran cosas feas ni la empujaran en el pasillo de la escuela. Hace 3 años, Chandler y Jade se conocieron de una forma cliché, Chandler había sido el nuevo chico por el que todas suspiraban, pero Chandler sólo tuvo ojos para Jade. Formaron una gran amistad y Chandler cuidó de ella como si ella fuera su propia hermana, pero poco a poco fueron experimentando sentimientos que ninguno de los dos sintieron y así fue como llegaron a ser lo que son hoy en día. Jade no quería perderlo, ya llevaban 2 años en una relación y romper ese gran vínculo sería como destruir su vida.

— ¿M-mudarse? —balbuceó ella sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos. 

— Sí... —dijo él en voz baja—. Estaban planeándolo desde hace un mes, pero como pensé que eran otros de sus planes que nunca hacen, decidí no decírtelo. No le di importancia a eso y dejé que pasara el tiempo hasta que ellos volvieron a hablar de eso y esta vez fue en serio.

Jade se quedó en silencio y lo único que pudo hacer fue bajar la cabeza, no soportaba mirarlo a los ojos. Apretó sus ojos, tratando de aguantar las lágrimas que querían salir de ellos. No iba a llorar, no se atrevería.