Tu eres mi ángel guardián

Capitulo 4

Los parpados de la pelirroja temblaron, sintió unos brazos rodearla y eso la asusto terriblemente, pero sintió el aroma de James y se relajo

-¿estas despierta?- le pregunto el ojimarron con voz baja

-si...- levanto la vista y lo vio en la misma posición que la noche anterior y con ojeras apenas marcadas- ¿dormiste?

-no, quería cuidarte, y pense que te haría sentir mejor si estaba despierto, por si tenias pesadillas o necesitabas algo- la miro con una adoracion que Lily sonrio un poco, tanto lo había rechazado, tanto le había gritado e insultado, ¿y el que hacia? La cuidaba, la mimaba, la trataba como una princesa, por su mente pasaron muchos momentos en los que James había estado para ella

-Gracias, de verdad, estas siendo muy atento y yo siempre te maltrate- Lily sentia ganas de llorar, estaba muy sensible, con las emociones a flor de piel

-no te preocupes, no me maltratas...-Lily alzo una ceja y James solto una risita- tal vez un poco, pero eso no importa yo siempre estare aquí para ti- le acaricio despacio la mejilla, Lily se acurruco mas y inhalo el aroma de James, estaba en todos lados, en la cama, en la remera que traía puesta, la tranquilizaba- Lily hoy es viernes, yo creo que deberías faltar a clases, le dire a Remus que le avise a Mcgonagall ¿te parece bien?

-creo que es lo mejor- acepto la pelirroja- ¿Dónde están Remus y Sirius?

-desayunando, se despertaron temprano para desayunar y poder traernos algo que desayunar a nosotros, yo no quería dejarte sola

-lo siento, les estoy causando muchas molestias

-tranquila, los chicos también te quieren y todos queremos que estes bien, puedes quedarte aquí todo los días que quieras- la pelirroja le sonrio- quería tanto verte sonreir, me haz alegrado el dia pequeña

-¿Por qué me llamas pequeña o princesa?

-¿te molesta? Yo no quise...

-solo es curiosidad James

-Pequeña es porque...bueno mírate entre mis brazos, te vez pequeña y suave, y lo de princesa es obvio

-eso es muy dulce de tu parte- dijo enternecida, en eso entraron Sirius y Remus con el desayuno, James se sento en la cama y ayudo a sentarse a Lily

-les trajimos un poco de todo- anuncio Sirius

-debemos irnos a clases, ¿vienen?- pregunto Remus

-nos quedaremos, dile que Lily se siente mal, y por mi no te preocupes un castigo mas no hara ninguna diferencia

- de acuerdo- dijo Remus- ¿Cómo te sientes Lils?

- mejor, gracias por todo

-no nos agradezcas, ya se que soy una dulzura- respondio Sirius, y todos rieron incluso Lily

-se les hace tarde- "regaño" Lily

-ohh sigues siendo una prefecta perfecta, me siento orgulloso de ti

-vete- dijo la pelirroja divertida y James le tiro un almohadón

-bueno, los dejamos solos tortolitos- Sirius y Remus se fueron dejando a unos sonrojados james y Lily

-tu...- dijo la ojiverde avergozada

-me sigues gustando como el primer dia, pero jamas me aprovecharía de esto para conquistarte, eso seria caer muy bajo, yo te quiero, no te haría algo asi- Lily sintió su interior removerse "te quiero" se lo había dicho a ella, en privado, en un mundo aparte, mirándola a los ojos y con un amor infinito, se acerco despacito, con timidez

-¿james si te pido algo lo harias?- pregunto con las mejillas sonrojadas

-por ti lo que sea- respondio automáticamente

-dame un beso- pidió, James se sorprendio pero se acerco despacito y apoyo sus labios en los de ella, sin moverse y se separo un poco- enseñame a besarte- pidió Lily

-solo abre los labios- le acaricio la mejilla y volvió a besarla, Lily entreabrió los labios y James profundizo un poco el beso y se separo con una sonrisa- no es difícil, además con esos labios hermosos que tienes, espere tanto para besarte, desde los 11 años que quiero darte un beso

-este es mi primer beso, bueno el segundo, porque me besaste dos beses- dijo algo avergonzada cuando James la miro alegre

-mi princesa, ¿puedo...-pregunto con algo de timidez

-¿besarme de nuevo?- James asintió y ella se acerco y lo beso

-gracias por eso- Lily sonrio

-gracias por todo lo que haces por mi- lo beso en la mejilla y volvió a protegerse entre los brazos del azabache.