꒰ 𔓕 Final 𔓕 ꒱

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—¿Intentarás eso conmigo? Te voy advirtiendo que no funcionará.

El rostro de Taehyung se deforma en una mueca grosera, y sus palabras sonaron cortantes como cuchillas.

—Tu papel como Hürrem ya no es requerido. He decidido entrar en razón y buscar a alguien que no se rompa ante la mínima situación.

—Otros omegas, no me digas que ahora la monogamia no te va.

—Tal vez me he aburrido. Has traído demasiados problemas que ya han pasado mi límite.

—¿Y nuestros hijos? — Jungkook le interrumpió, sin poder evitar que la amargura tiñera sus palabras. Taehyung se quedó en silencio, absorbiendo la pregunta de Jungkook. Su expresión se endureció aún más, si eso era posible, y Jungkook pudo ver el destello de fastidio en sus ojos.

—Nuestros hijos no serán desamparados. Vivirán la mejor vida posible, con todas sus necesidades cubiertas. Me aseguraré de eso —dijo Taehyung con una frialdad que helaba la sangre de Jungkook. Sus palabras resonaron entre la brisa marina con una promesa sombría.

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Jungkook, sintiendo un nudo en el estómago. Taehyung se acercó a él, su cuerpo imponente llenando el espacio entre ellos.

—Significa que estarán tan satisfechos, tan cuidadosamente atendidos, que apenas lograrán recordar que tienen un padre.

Con un rugido de ira, la palma de Jungkook impactó el rostro de Taehyung con un sonido resonante. Taehyung no retrocedió, a pesar de la violencia del golpe de quedó ahí, estático.

—Permitiré que te disculpes después, pero ahora me dejarás hablar a mi y te callarás —a pesar de lo que había hecho y del ardor en su mano, sus palabras salieron tranquilas y contenidas. Con el rostro aún enrojecido por el golpe, Taehyung se quedó en silencio, como si hubiera sido aturdido por el golpe.

Jungkook aprovechó el momento para hablar, su voz firme y decidida.

—Sé de todo, Taehyung. Sobre mi madre, sobre MAG y tu relación con mi padre. Conozco y comprendo las acciones que has tomado para protegerme —la expresión de Taehyung cambió, su sorpresa apenas disimulada. Jungkook sintió una nueva presión en el lugar donde su corazón latía frenético—. Sé que esta es una de esas acciones.

Taehyung abrió la boca, listo para ofrecer excusas, pero Jungkook lo detuvo, tomando ambas manos del alfa y presionándolas contra su estómago.

—No necesito vivir en la ignorancia para estar a salvo y para querer estar a tu lado. Mientras mi nombre siga existiendo en este mundo, tú pertenecerás conmigo.

Las palabras resonaban en el aire, revelando la sinceridad que latía en su interior. Jungkook anhelaba disipar la neblina que los separaba. Poco a poco, percibió el temblor en las manos de Taehyung mientras las sostenía contra su vientre. Por un instante, los ojos del alfa bajaron, evitando los suyos. Con determinación, extendió la mano, rozando la piel rasposa de su mandíbula, buscando algún indicio de duda en la mirada de Taehyung.

Cuando finalmente sus miradas se encontraron, Jungkook vio lágrimas brillando en los ojos del alfa, una mezcla extraña de dorado lo saludaba.

—Tengo miedo de no ser suficiente para mantenerlos a salvo —su voz sonaba ahogada, como si temiera que sus miedos se hicieran realidad—. Quiero que mis hijos nazcan, realmente quiero verlos crecer y estar a tu lado.

—¿Miedo? —repitió Jungkook —. ¿Realmente crees que eso nos impedirá estar juntos?

Taehyung se inclinó, tomando suavemente los hombros de Jungkook, su toque delicado y gentil había regresado, acariciando cada centímetro de sus brazos desnudos. Jungkook aceptó su contacto mientras la palma de Taehyung se deslizaba por la cálida piel de su nuca. El aire parecía desvanecerse mientras se besaban con los labios entreabiertos. Jungkook sintió la frágil respiración de Taehyung contra su boca y se dejó llevar por esa misma vulnerabilidad que le mostraba.

— Jungkook —se separaron al unísono. La súplica se deslizó de los labios de Taehyung, interrumpiendo el silencio que los rodeaba—. Cásate conmigo.

Jungkook se quedó sin aliento y su corazón martillaba en su pecho mientras sus ojos se encontraban con los orbes dorados de Taehyung. Con cada ola, la figura de Taehyung parecía aún más nerviosa, y todos sus movimientos alrededor de él lo recorrían con una impaciencia que nunca había visto en el alfa. Observó todo en silencio y, luego, una sonrisa amplia y hermosa se deslizó en su rostro, iluminando sus ojos con una chispa de emoción y felicidad. Taehyung, embelesado, se quedó sin aliento y rápidamente se inclinó para reducir el espacio entre ellos y besarlo de nuevo.

Sin embargo, un movimiento fuerte golpeó la parte baja de su estómago, haciendo que ambos se separaran con sorpresa. Los bebés estaban pateando, y Jungkook rió sonoramente mientras acariciaba su vientre, sintiendo las pequeñas patadas bajo su piel. Taehyung lo miró, respondiendo con una sonrisa amplia.

Y como aquel día, en ese avión camino a Londres, supo que nunca podría apartar su mirada de ese pequeño oğlan.

FIN...

𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐣𝐚 ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now