¡Capitulo Veintiseis!

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Martina miraba por la enorme ventana que se extendía en el departamento de Jorge. Estaba sola. Al parecer él se había ido hace bastante tiempo... ¿A dónde iba cada mañana? Ya se lo preguntaría. Esa mañana había amanecido de otra forma. Más feliz. Sin ganas de pelear. Era otra, definitivamente.


Con solo ponerse a recordar como había sido la noche, con solo ponerse a pensar, como es que Jorge la había tratado. Le erizaba la piel por completo. Había sido diferente que la primera vez que tuvieron sexo. Lo había sentido más dulce. Como si no viniera de él, o como si viniera de un Jorge que solo ella podía llegar a conocer. ¿Era posible? o solo ¿se lo estaba imaginando? Jo.der, todo esto le hacía estremecer el estómago, ponerse de piel de gallina, tan solo pensar que Jorge podría sentir algo más por ella.

Alguien tocó la puerta del departamento con fuerza.

- ¡Abre la puerta!- Gritaron desde afuera. A Martina se le enfrió la sangre.- ¡Es la policía de estados unidos, que abran la puerta!- Volvieron a gritar. Los ojos de Martina se abrieron, atónita, tragó saliva.

¿Quién iba a decirlo? Hace unos días moría por irse de ahí, porque la encontraran, por no volverlo a ver nunca más. Y ahora, deseaba todo lo contrario.

El policía empezó a golpear la puerta. Dos. Tres. Cuatro veces. La madera maciza de esta empezó a quebrarse por en medio. De pronto y ella ya no estaba sola en aquel departamento, si no que diez hombres, con armas en los hombros, le apuntaban al rostro.

- Martina - Susurró uno de los policías. Al parecer, quien llevaba a cargo el caso de su búsqueda.- No te muevas.

- No hay nadie aquí. . .- Murmuró ella. Y agradeció muchísimo que Jorge no estuviera en ese momento.

- ¿Dónde está Blanco?- Preguntó el oficial. Los otros oficiales bajaron la guardia al notar que él no estaba con ella.

- No sé. . . yo. . . no sé nada de él. . .- Insistió Tini. Y no les diría más. Pues no delataría a Jorge. Jamás. No después de lo que habían pasado. De tantas cosas que por pequeñas que hayan sido, a ella le parecían especiales.

- ¿No vas a decirnos?- Volvió a preguntarle el oficial.- Linda. . . nosotros somos los buenos. . . Te venimos a ayudar, no sabes lo preocupada que está toda tu familia por ti. . . ¿Lo has pensado?

- Yo no sé nada de Jorge- Martina lo miró a los ojos. El oficial empezaba a cabrearse. Hizo unas cuantas señales a los demás oficiales, estos se colocaron estratégicamente en la ventana y otros en la puerta.

- ¡Sabes su nombre! ¿Lo defenderás Martina? Defenderás a ese imbécil que te secuestro hace más de una semana... ¿Y que planea matarte?

Tini guardó silencio. 'No Martina, tú confías en él, tú confías en Jorge, él no te haría daño' decía una voz dentro de su cabeza.

- Vaya, vaya. . . veo que ese tipejo ha sido inteligente esta vez.- Le dijo el oficial.- Tanto que hasta has llegado a creerle.

Una pequeña oleada de tensión se pasó por su cuerpo. Ese jo.dido oficial parecía conocer a Jorge de una manera increíble.

-Bien. ¿No me dirás dónde encontrarlo?.

-No sé dónde está, no lo sé. . .

- Si, claro. . . claro.- La miró mal. De acuerdo. No colaboraría. Pero al menos se enteraría de quién era Jorge Blanco realmente. De quién era el hombre de quién se había enamorado. De todas esas cosas que él no quiso contarle.- Vamos a hablar. . . Y después de esto. . . Me dirás si sigues confiando tanto en él.

* * *

Los ojos los tenía humedecidos. Su corazón estaba decepcionado. Necesitaba gritar. Se sentía como una estú.pida en todo eso. Una más del montón. Otra secuestrada que Jorge Blanco había enamorado. Que había hecho perder la cabeza y que finalmente había terminado muerta en algún rincón del mundo. Olvidada. ¿Era eso lo que de verdad significaba para él? ¿Una más? ¡No! ¡No! oh mi.erda...se pondría a llorar.


El oficial le enseñó otra foto. Una foto más. Otra secuestrada. Otra historia. Otra aventura.


- Basta.- Le indicó ella. A punto de romper a llorar. Tenía un nudo muy grande en la garganta.- Lo he entendido ¿Vale? No me interesa a quién más haya matado Jorge. . . Me da igual. . . Les juro que no sé dónde podría estar en este momento.

- Y nosotros confiamos en ti. . .- El oficial intentó acercársele.- Lo vamos a atrapar de todas formas.

'Te odio' Martina recordó esas palabras en su mente. Cuanto le hubiera gustado sentir eso en ese mismo instante. Odiarlo, odiarlo muchísimo. . . Para así olvidarlo más rápido. ¿Cómo había sido tan tonta como para enamorarse de él? Sí, enamorarse. Porque ahora era donde lo notaba. Estaba totalmente enamorada de Jorge.

* * *

Jorge corrió hasta el edificio. Se le había hecho tarde. Martina seguro ya estaría despierta, con ganas de desayunar, con ganas de verlo... ''¿De verme?'' Se rio solo en medio de la calle. ''¿Me habrá extrañado? Seguramente sí''. ''Ya mismo llego bonita, para decírtelo todo'' susurró en su mente.


Quiso doblar la esquina para llegar a su viejo edificio, entonces fue cuando divisó que toda la esquina estaba llena de automóviles blindados. Gente en el piso de su departamento siendo interrogada. Algo que él reconocería en todas partes.


''Mier.da'' pensó. Se desvió en el camino. Lo habían encontrado. Habían encontrado su paradero... el suyo y el de Martina.


''Martina'' pensó. ''Jo.der, estás ahí adentro''


Y supo que solo tendría dos opciones. Seguir, y desaparecer con el dinero de su secuestrada, o quedarse... quedarse y no permitir que nadie le quitara a Martina. Su Martina. De él. Porque así lo sentía.


''Vamos Jorge, piensa. . . Piensa en algo para sacarla de ahí. . . no la dejes. . . tú. . . tú la amas.'

* * *

¡Hola! Mil perdones por no haber subido caps pero es que estoy enferma y casi no me dejan salir de la cama y por eso no pude actualizar pero ahora voy a intentar subir el último cap y el epílogo; ¡Voten y comenten!.-Soffu

TERMINADA|Secuestrada|Jortini|Adaptada|HotWhere stories live. Discover now