capítulo 1

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Anahí:

Genial, otra vez desperté antes de las 6:00 am. No sé porque siempre despierto antes de que suene el despertador. Creo que son mis ganas de que el día se alargue o por el problema que tengo de ser siempre puntual ¡en todo! Pero esto ya se volvió cotidiano desde los once años, se repite todos los fines de semana y días festivos.

Observo como el reloj del despertador, que está en mi mesita de noche, cambia lento de minutos... hasta que por fin son las 6 en punto. Y suena la alarma prendiéndose automáticamente el radio que tiene el despertador sintonizando mi moornig show favorito justo cuando inicia. Me encanta escuchar ese programa, porque no solo me divierte, sino que siento que tengo una amena plática con los locutores, aunque solo yo los escuche a ellos, a veces cuando debaten yo también lo hago con ellos y siento que todo el mundo me escucha, aunque solo sucede en mi cabeza. Es una buena alternativa al no tener con quien hablar.

Bueno es hora de levantarse, di un fuerte suspiro y me encamine hacia el baño para darme una ducha, con el radio a todo volumen.

Por suerte ya no tengo que pelear por el baño con mi hermana, como hace 6 años cuando todavía no nos habíamos mudado a esta casa más grande donde por suerte todos tenemos un baño.

Sarahí:

*beep-beep beep-beep*

— ¡maldito despertador! — Grite mientras tapaba mis oídos con una almohada para ya no oír ese horrible sonido — ¡cállate!

¡Joder! Tengo tanta pereza que ni siquiera lo quiero apagar. Agggg pero debo levantarme, Vince pasara por mi más temprano. Corro al baño y me doy una ducha súper rápido. Me visto casual pero con una faldita apretada para no dejar de ser sexi. Me maquille y baje las escaleras para ir a desayunar. y allí estaban toda la familia: mamá, papá, mi hermano y ella... sabes, no es que la odie, pero no soporto ver todo el desperdicio de belleza que ella hace, bueno por supuesto que ella es menos linda que yo, imagínate todo el potencial que desperdicia. Salude a mis padres y tome una tostada que unte con mermelada.

Cuando de pronto se escucha un claxon frente a la casa.

— Adiós — dije apurada — es Vince, hasta luego.

Fui lo más rápido al baño a cepillarme los dientes. Luego baje corriendo tome mi bolso y Salí de casa hacia el deportivo de Vince.

— ¡woooou! ¡Hola nena! — Exclamo Vince al verme, pero creo que solo miraba mis piernas — súbete rápido, que tengo mejores planes que ir a escuela contigo.

— ¿Que propones? — Pregunte mientras estaba acomodándome en el auto — ¿escaparnos?

— Si quero escaparme contigo — decía con un tono promiscuo mientras encendía el auto. — Conozco un auto-hot...

— ¡NO! — Lo interrumpí — no, no, no sabes mejor vamos a la escuela, debo entregar una tarea importante.

— Sabes, no te entiendo mi amor. Te vistes así para mí y te la llevas de santa. No entiendo.

— ¡Wait! Haber, haber. Primero no soy tú amor — dije dándole un manotazo en la pierna derecha — y si me visto así es para ganar más miradas, no para seducirte.

— Pero pensé que tú y yo éramos algo.

— mira guapo jamás lo oficializamos y además solo te miro como un amigo. ¿Entiendes? Por el momento no me interesas.

El resto del viaje hubo un silencio incómodo. Sabes Vince es tipo guapo, pero en este momento, que soy la más codiciada de la escuela, no puedo atarme a un chico.

Hasta que al fin llegamos al estacionamiento de la escuela.

— Gracias por traerme — le dije dándole un beso en la mejía y luego Salí del auto.

— bueno cuando quieras hermosa. Espero que no olvides mi propuesta, lo de ser algo. Bueno ya sabes.

— Claro, una propuesta como la tuya y viniendo de ti, jamás la olvidare.

Fui con mis amigos que estaban cerca de donde estaba estacionada.

Anahí:

Luego de un desayuno con mi familia, bueno casi toda, solo con mis padres y mi hermano, mi hermana solo tomo una tostada y salió corriendo porque ni idea de quien la vino a traer en su auto. Yo, como todos los días, me dirijo hacia la parada de bus que queda a dos cuadras de mi casa. Cuando estoy más cerca me percato de inmediato que allí está el con su cabellera desordenada, Bueno, no me sorprende que ya esté aquí siempre es puntual. Al instante que me ve me saluda.

— Hola ¿Qué tal? — me dice mirándome con sus bellos ojos tras los cristales de sus lentes que son idénticos a los míos.

— Hola, todo bien ¿Qué tal tu mañana? — respondo, agarrando las correas de mi mochila, mientras ambos vemos hacia la misma dirección esperando a que aparezca el bus escolar.

— Pues lo mismo de siempre — dice y luego bosteza — nada que no te haya contado por los textos.

Dice justo cuando llega el bus. Como siempre me deja subir primero y que me siente justo al lado de la ventana. Me gusta poder ver como los aboles se hacen más grandes hasta desaparecer en la ventana y poder ver todo el paisaje, en esos momentos me desconectó del mundo, solo soy yo y el paisaje constantemente cambiante. Pero luego volteo y allí está el, Ían, mi mejor amigo, con quien en realidad paso momentos muy felices, la única persona que me entiende. no tengo a nadie o nada, no me he permitido descubrir el mundo de la misma manera que mi hermana por estar intentando complacer a mis padres, intentando ser buena, intentando sacar las mejores calificaciones, no tengo más amigos, aunque en realidad él es mi todo. Doy un suspiro. Esta ventana sí que me hace reflexionar...

-El bus llego a la escuela.- susurró Ían trayéndome de vuelta a la realidad.

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⏰ Last updated: Aug 28, 2016 ⏰

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