capitulo 10

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Lali se sentía muy confundida. Algo había ocurrido, tal vez hubiese sido la historia de Federico. Todo había ido bien hasta que le había contado la historia. Después la situación se había enrarecido.

Pero ¿por qué?¿Porque había llorado? A pesar de su inexperiencia Lali se dio cuenta de que no era muy considerado llorar por otro hombre delante del que le acababa de hacer el amor. Pero no había podido controlarse.

De nada servía lamentarse. Tendría que hablar con él aquella misma mañana en el hospital. Era el momento de dormir y, sin embargo, no podía conciliar el sueño. Bajó a hacerse una taza de té.

Observó las fotos de Federico. Si no fuera por Luciana las habría sacado. Ella llevaba a Federico en un lugar muy especial de su corazón. Pero desde hacía cuatro años, desde que había conocido a Peter, su amor había encontrado otro refugio.

Oh, Peter. Tenía que hablar con él, aunque sabía que no se lo iba a poner fácil. ¿Qué les pasaba a los hombres, que eran incapaces de expresar sus sentimientos? Ellos habían cometido los crímenes más violentos de la historia, ¿sería por esa represión?

Probablemente.

Lali se fue a la cama y se durmió. Se levantó a las siete, llevó a Luciana al colegio y se dirigió hacia el hospital.

No había ni rastro de Peter. Al entrar a la enfermería le informaron que Rosario ya había sido dada de alta con la bebé y enseguida la llamaron de emergencia. Una mujer embarazada se había caído y se había desencadenado el parto.

Allí se encontró con Nicolás Riera y mantuvieron una animada conversación.

-Ana, ella es Lali. Es partera. Ha venido a revisarte y a chequear si te podemos trasladar a Maternidad -dijo Nico presentándolas.

-Hola, has tenido una mala caída, ¿no es así? Bueno, voy a examinarte rápidamente para ver cómo viene el parto. ¿Es tu primera vez?

-No, es el tercero. Me siento muy extraña. No sé si es por la caída, pero me falta el aire y estoy mareada. Tengo un dolor en el abdomen pero no son contracciones.

Eso no pintaba bien.

-El dolor ha empezado hace unos minutos. Creo que deberíamos llamar a Peter -propuso Nicolás y mientras él se dispuso a hacerlo, Lali se encargó de la paciente.

Peter llegó y enseguida se puso manos a la obra.

-Lo siento, pero tenemos que llevarte al quirófano para hacerte una cesárea. Parece que hay problemas con la placenta y tenemos que ser muy rápidos -le dijo Peter a Ana.

Lali se sorprendió de que Peter ni la mirara.

Era cierto que estaban en una urgencia, pero él siempre encontraba el momento para una sonrisa. Parecía que estaba molesto.

Quizás ya no tuviera interés en ella. Quizás ya hubiese obtenido lo que quería. Después de todo, un hombre experimentado, capaz de montar una escena de seducción como la que habían compartido, probablemente ya se habría cansado de una novata como ella.

Sobre todo si aún estaba enamorado de su mujer.

Tenía que hablar con él lo antes posible.

Peter practicó la cesárea y entregó el bebé a José Lanata para que lo reanimara. Finalmente se escuchó su llanto. Tendría que pasar unos días en la incubadora pero estaba vivo.

Peter se marchó a Maternidad. Vio a Lali pero parecía estar muy ocupada. Tampoco estaba muy seguro de si quería verla. Era complicado trabajar en el mismo sitio. No podía evitar pensar que todo había sido una locura. Tal vez tuviera que dejar pasar un poco de tiempo para que las cosas se enfriaran.

UN AÑO PERFECTO#laliter- <terminada>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora