Reincarnation: Multi-skilled goddess is so beautiful! [1]

163. I Dare You to Utter Another Word.

Zi Yi no deseaba particularmente ir a ninguna parte, por lo que continuó acompañando a Dou Xiangling para visitar a otros pintores por la tarde.

Después de que Dou Xiangling terminó con todas sus visitas, ya eran las cinco de la tarde.

Luego, el trío decidió elegir un restaurante para cenar.

Después de la cena, cuando salieron del stand, los hermanos de la familia Dou estaban esperando en el cajero hasta pagar la comida, mientras Zi Yi se quedaba a un lado mientras jugueteaba con su teléfono.

En ese momento, un grupo de hombres y mujeres jóvenes entró desde afuera mientras bromeaban.

Vieron a Zi Yi parada allí de un vistazo. Primero quedaron atónitos por un momento antes de mirarse el uno al otro. Sus ojos brillaron con desdén, celos e ira al mismo tiempo.

Entonces una de las personas se acercó a ella.

En el momento en que el grupo entró al restaurante, otros clientes, naturalmente, se desviaron.

-Yo~ ¿No es esta la señorita Zi de la familia Zi quien hizo que He Fei se enamorara desesperadamente y provocó que Ouyang Ming fuera hospitalizado?

Zi Yi levantó la vista en el momento en que escuchó su voz burlona.

Después de esto, miró hacia otro lado con indiferencia y continuó navegando en su teléfono.

-¿Qué aires te estás dando? —una mujer ya no podía seguir mirando. Caminó hacia Zi Yi y mantuvo la cabeza en alto.— Puta, no creas que puedes seducir fácilmente a personas de nuestro círculo solo con una cara bonita. Déjame decirte... oye, ¿qué estás haciendo?

Zi Yi presionó su teléfono contra la garganta de la mujer. Ella entrecerró los ojos y dijo en tono frío: 

-Te reto a que pronuncies otra palabra.

-Tú... uh... tos, tos...

Huang Min nunca imaginó que un teléfono la amenazaría. Además, el teléfono la había puesto rígida y no podía respirar.

Tenía ganas de llorar. ¿La mujer le lanzó algún hechizo? Estaba tan aterrorizada.

-¡Ja! —Zi Yi se rio de la reacción de Huang Min, pero la sonrisa no llegó a sus ojos— ¿Entonces ser bella ahora significa seducir a la gente?

Zi Yi de repente se dio cuenta de que odiaba aún más a la gente de este círculo.

Eran un grupo de personas condescendientes que le hicieron sentir comezón de violencia al verlos.

En ese momento, los hermanos de la familia Dou que notaron la conmoción se acercaron apresuradamente.

Con una expresión solemne, Dou Zerui dijo: 

-¿Qué está pasando?

Los demás también habían recuperado el sentido debido a su pregunta.

Aunque la multitud se sorprendió un poco al encontrar a los miembros de la familia Dou aquí, sabían que estaban alejados de la política y las actividades materiales y, por lo tanto, detestaban esas cosas. Por lo tanto, si supieran que Zi Yi había seducido a dos hombres, ciertamente estarían de su lado.

Una mujer inmediatamente se destacó y señaló a Zi Yi mientras su voz se llenaba de ira. 

-Esta mujer no sólo ha seducido a He Fei y Ouyang Ming, sino que incluso quería herir a Huang Min.

Todos los demás aceptaron apresuradamente. 

-Así es.

Comenzaron a enumerar todo tipo de malas acciones que Zi Yi había cometido.

Los hermanos de la familia Dou se enojaron más mientras seguían escuchando.

Al final, Dou Zerui gritó: 

-Cállense.

Después de lo cual, se volvió hacia Zi Yi. 

-Prima, lo dices tú.

Todos quedaron estupefactos. ¿No odiaba la familia Dou a Zi Yi?

Pareciendo disgustada, Zi Yi habló. 

-Ni siquiera sabía quién era He Fei antes. Fue la familia He quien de repente mencionó que He Fei insistía en casarse conmigo. En cambio, me gustaría preguntarle a He Fei ¿cuándo lo he seducido alguna vez?

Después de eso, sacó su teléfono y marcó el número de He Fei.

La otra parte se conectó rápidamente y la sorpresa en su voz era obvia. 

-Yiyi, ¿inesperadamente tomaste la iniciativa de llamarme?

Alguien quería hablar. Sin embargo, Zi Yi le lanzó una mirada severa y la persona se vio obligada a retirarse.

Zi Yi no explicó de inmediato su situación actual. En cambio, le preguntó a He Fei: 

-¿Ouyang Ming se ha despertado?

-Está despierto.

La voz de He Fei sonaba complicada. 

-Yiyi, no me di cuenta de que Ah Ming fuera tan de mal gusto. No sólo hizo una apuesta contigo, sino que también peleó contigo. Merece ser hospitalizado. Puedes estar segura de que esto es culpa suya y haré que impida que su familia se vengue.

-¡Ja! —Zi Yi se burló.— Él es realmente de mal gusto. Pero no es sólo él el que es de mal gusto. Casi todo el mundo en el círculo de la alta sociedad es de mal gusto.

Zi Yi colgó el teléfono después de decir su parte y miró fríamente al grupo de jóvenes maestros y señoritas.

-¿Qué más quieren decir?