1. Rutina

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"Un Incidente A se declara cuando un humano tipo A (de facultades especiales) pierde repentinamente el control sobre dicha facultad. Estos incidentes también pueden aparecer cuando un humano tipo 1 (de capacidades comunes) pasa a ser tipo A en edad avanzada. Si el incidente se declara nivel 3 no se presentan mayores riesgos, si se trata de nivel 2 y 1 es necesaria la inmediata evacuación del área afectada para así procurar el bienestar físico y mental de la población"

Guía de Resguardo Ciudadano, Edición Nº 29




1. RUTINA


El Centro de Salud General era un lugar permanentemente concurrido. Los chequeos médicos eran uno de los principales pilares del orden público, ya que ayudaban a mantener monitoreado el avance de las facultades de los tipo A y sondeaba a los ciudadanos jóvenes tipo 1 en caso de que pasaran al grupo A. No era muy común que se pasara de un tipo a otro luego de los diez años, pero existían casos de adolescentes que desarrollaban facultades, así que era imprescindible revisar a la población. Si eras un tipo 1, la cita era una vez al año.

Ese día Annia se levantó a las cinco de la mañana para hacer la fila en las ventanillas de atención. Cuando era pequeña su madre la acompañaba y le había heredado el sentido de la puntualidad. Sin embargo no fue la primera en llegar, en ese momento eran las ocho de la mañana y aún habían al menos siete personas antes que ella.

Jugueteaba distraída con su identificación mientras esperaba, observando la gran sala que antecedía al verdadero hospital. Sobre la ventanilla en que hacía fila se detallaba el grupo de personas que atendía, "Tipo 1-20 años-Agosto" Hacía años que iba a los chequeos anuales y ahora que observaba la distinción sintió un gran alivio ante la idea de que solo le quedaban cinco años antes de ser declarada oficialmente como una ciudadana tipo 1. No estaba muy segura de por qué, pero si no desarrollabas facultades antes de los 25 años, era porque eras definitivamente cien por ciento humano común.

Desvió sus ojos del indicador para posarlos en las filas que se formaban en el resto de las ventanillas, a su izquierda se hallaba una ventanilla de "Tipo 1-12 años-Agosto" repleta de preadolescente, algunos acompañados por sus padres y otros por cuenta propia. Recordaba cómo era toda una transición llegar solo a los chequeos, su primera vez fue a los trece años y se sintió como toda una niña realizada en la vida.

Una niña de pálido cabello rubio llamó su atención, iba acompañada de su padre y se veía ligeramente mareada. Un suave brillo de sudor le perlaba las sienes y su pecho subía y bajaba lentamente con cada respiración mientras sus manitos se aferraban a su identificación. Era probable que la muchachita sólo estuviera enferma, o quizás había pasado a ser una tipo A, si ese era el caso le tenía lastima... la pobre se pasaría el resto de la vida haciendo esas interminables filas.

-Siguiente.- llamó la secretaria de la ventanilla haciéndola volver al mundo real.

Delante de ella ya no quedaba nadie, al fin era su turno. Avanzó los cinco pasos que la separaban de la mujer y le entregó la identificación. Al otro lado la secretaria tipeaba rápidamente su nombre y número de residencia, luego todos los demás datos personales se rellenaban automáticamente y sólo debía ingresar la hora en que se registraba.

-Firme el consentimiento y ponga su huella a la derecha de la firma.- le indicó la mujer, como si no supiera el procedimiento.

Juntó los papeles y comenzó a firmar, plasmó su huella digital a un costado de la tinta y luego le devolvió los documentos a la secretaria, la mujer los timbró tres veces, luego le entregó la identificación y uno de los papeles.

ControlWhere stories live. Discover now